domingo, 18 de octubre de 2020

Más hombres infieles



Una cana al aire `Skin Deep´ (1989) de Blake Edwards
Otra joya de culto que merece la pena rescatar del armario, película que perfectamente podría haber protagonizado un Gene Wilder de 40 años. Recuerdo ver corrillos de gente en el videoclub hablando de la escena de la pelea de pichas. Una comedia que a día de hoy me sigue pareciendo muy moderna ,muy fresca con un brillante guion y momentos maravillosos para recordar. En otras comedias recientes podemos encontrar puntos en común y una estructura similar al film protagonizado por John Ritter: `Alta fidelidad´ `La historia completa de mis fracasos sexuales´ o `Flores rotas´. Films en los que el protagonista tiene que pasar por diferentes experiencias con diferentes mujeres; a modo de ejercicio de aprendizaje, reconciliación, autoconocimiento, paso hacia la madurez o curación de crisis internas (o cómo diablos quieras llamarlo). John Ritter es un escritor en horas bajas que es abandonado por su mujer después de ser pillado en la cama con otra mujer. Otro señor aburrido que sufre la crisis de los 40 y empieza a tener aventuras sexuales con un montón de mujeres jóvenes. Había visto a Ritter en el videoclub mil años antes en la película Hero at Large `Finalmente héroe´ (1080) atípica película sobre un superhéroe sin poderes (sí, luego llegaron Kick-Ass y Mystery Men y se pusieron de moda). Actor con una carrera bastante simplona e irregular, sin grandes éxitos, haciendo papeles agradables y que se convirtió en un rostro popular gracias a aquella serie de televisión titulada `Apartamento para tres´. Mucha gente también lo recordará por ser el padre de `Este chico es un  demonio´ o `IT´.
Dirigida por Blake Edwards, director de películas protagonizas por hombres en crisis :`10, la mujer perfecta´ ` Mis problemas con las mujeres´ `Cita a ciegas´. Todas ellas con personajes similares: señores con la crisis de la mediana edad. Blake Edwards es conocido sobre todo por ser el director de esa saga interminable protagonizada por Peter Sellers `La pantera rosa´. Pelis que no me gustan, ni en su momento ni ahora. Me pasa lo mismo con `El Guateque´, no sé cómo entrar en ellas, puede que sea por el tono de humor tonto que ha envejecido mal. Respeto a la gente que siente adoración por el Guateque y la defienden como “una de las mejores comedias de la historia” -pero no para mí y pido perdón-.
Sí me gusta ¿Víctor o Victoria? y me sigue divirtiendo mucho Cita a ciegas.  Una cana al aire  es una fiesta, una traca de tonterías, un vehículo para el divertimento que ridiculiza al protagonista, el director lo manipula como a un muñeco roto que mueve por diferentes espacios :casas, habitaciones, camas, bares, esa sesión de aerobig. Hay una escena en la que John Ritter toca un piano ardiendo mientras la casa arde también .El protagonista va pasando de mujer en mujer como si te tratase de una extraña yincana de pruebas .-¿Podré curarme?- le pregunta a su amigo camarero -Si quieres curarte- contesta su amigo detrás de la barra. -Lo quiero todo, quiero una mujer fiel amante que me cuide y quiero hacer el amor con todas las demás -confiesa Ritter borracho medio llorando. Claramente es la confesión de un hombre enfermo en la mierda, un adicto al sexo que no quiere que termine la fiesta para terminar volviendo a casa y envejecer en el sofá delante de la tele. En esta declaración no se avergüenza y se muestra como es, un puto desastre de ser humano. Ritter en el mejor momento de su carrera, siendo consciente de todo lo que puede hacer con su cuerpo de señor cuarentón. Me encanta esa escena maravillosa en la que posa en calzoncillos delante de un espejo; saca pecho y barriga, intenta sacar músculos pero claramente no los tiene. Se toca las lorzas, es un trapo de señor pero él se encuentra sexy. Una canal al aire fue la última traca grande de Blake Edwards. Después hizo `Una rubia muy dudosa´ con Ellen Barkin, Jimmy Smits, otra cinta de videoclub que vi y no tengo recuerdos de ella. Y en el 93 rodó su última película: `El hijo de la pantera rosa´ película nominada a los Razzie en la categoría de Peor nueva estrella (Roberto Benigni).
James Belushi fue otro de esos rostros que me hacían mucha gracia; actor bastante limitado y de pocos registros dramáticos pero que sabía suplir con su encantado carisma. Hermano a la sombra del desaparecido John Belushi, pero que luego supo encontrar su sitio en la comedia americana de los 80. Su gran éxito llegaría acompañado de Schwarzenegger en aquella “buddy movies” con mucha acción `Danko, calor rojo´. Antes de eso lo vi en `El rector´ de Christopher Cain (1987); otra cinta de videoclub en la que Belushi hacía de profesor en un conflictivo instituto. Y el gran hit de John Belushi: `Superagente K-9´; película en la que compartía protagonismo con un perro -¿Qué puede salir mal si tienes a un perro haciendo de colega policía? Tom Hanks también tuvo su peli con perro policía en `Socios y sabuesos´ - en aquellos años si eras guionista y te metías en un despacho con un guion con un perro seguramente salías con un contrato. En 1999 Belushi volvió a intentar repetir éxito con Superagente K-911 (imagino que cambiaron al perro). Pero es que lo más duro de todo esto -voy descubriendo datos sobre la marcha - es que en el 2002 James Belushi hizo `K-9: Investigadores privados´; y esta va de un Belushi ya muy mayor a punto de jubilarse, todo muy loco, todo muy mal, Belushi es alcohólico y medio vagabundo, policía y homeless a la vez; tiene una extraña relación de amor con su perro, pero el perro finge ser gay porque es su amigo, el perro está casado pero Belushi no lo sabe y por eso desaparece muchas veces en medio de las misiones -vale, la peli no va de esto, y molaría ¿no?-.
Imagino que Belushi estaba en su casa esperando una importante llamada para volver al cine y los únicos que le llamaban eran los del puto perro. Después de `Millonario al instante´ le perdí la pista, me dejó de interesar. Imagino que yo ya estaba en mi transición hacia el pavo y no necesitaba más putas películas con policías y perros.
Otro recuerdo de cine con mi hermano fue viendo una película llamada `Los 3 amigos´ (1986) de John Landis. Peli que he vuelto a ver y me ha vuelto a recordar lo que era pasar un buen rato delante de una pantalla de cine. Con un guion a tres manos de Steve Martin, Lorne Michaels (el creador de Saturday Night Live ) y Randy Newman, conocido sobre todo por sus bandas sonoras (You've got a friend in me ). Protagonizada por Steve Martin haciendo ese trio maravilloso con Chevy Chase y Martin Short; puede que en el momento más gracioso y brillante de sus carreras (digo mucho lo de brillante, ¿no te parece?)
Los 3 amigos no es gran cosa; no hay una gran historia detrás, ni una complicada dirección con miles de planos y grúas imposibles. Cuenta la historia de tres actores de Hollywood en horas bajas; unos pijos engreídos de la edad dorada que son despedidos de los estudios. Reciben una carta con una “confusa” oferta para ir hasta México para actuar. Toda la primera parte de la película juega con esa confusión: piensan que tienen que actuar en un pueblo haciendo de los personajes de sus películas para echar a unos bandidos que hacen la vida imposible a los habitantes de Santo Poco. Entre las cosas que pasan hay un extraño arbusto que canta -que nadie sabe qué pinta ahí, y también matan por accidente a un hombre invisible (lo que pasa cuando mezclas cocaína con escritura de guion de comedia)-. La película realmente la hacen los tres protagonistas porque no hay unos diálogos brillantes que defender, todo es bastante previsible y está todo tomado a guasa.  Cuando los tres amigos no aparecen en pantalla es aburrido, hay algo adictivo en verlos a ellos; quieres ver todo el tiempo sus caras, cómo se mueven con esos ridículos trajes ajustados con esos sombreros gigantes; cuando bailan, cuando cantan alrededor del fuego con todos los animales en ese decorado de cartón. No le puedes pedir más a la peli porque es muy divertida.

sábado, 17 de octubre de 2020

Días de vídeo





Te digo hola

Antes de nada voy a aclarar un par de cosas: no soy cineasta, ni experto en cine, ni me medico al cine. Lo que escribo a continuación son pensamientos (más o menos ordenados) sobre películas que me han marcado. Escribo sobre películas buenas y también sobre las malas. Tampoco soy escritor y muchas veces me expreso como un niño de 5 años. Algo que le dije a mi hija hace unos meses: «Si te pierdes el cine te pierdes la vida».
Me pongo a escribir
Así que empiezo a ordenar todo esto durante el verano del 2020. Mientras escribo muchas veces levanto la cabeza y veo que están desapareciendo las cosas del salón. En agosto del 2020 estamos haciendo cajas porque nos tenemos que mudar; mi chica y yo llevamos meses sin trabajo y el mundo se ha ido a la mierda por culpa de una pandemia.

Empiezo por aquí

Voy a intentar no hacerme el guay, no tendría sentido y se me vería el plumero enseguida.
-¿Cuales son tus películas preferidas?  
-pues me flipa Ciudadano Kane, que la he visto mil veces, "8½" me parece mágica y después de los 70 todo el cine que se hace me parece un mierda. No veo nada de lo que se hace ahora.
-Mira colega, vete a la puta mierda, puto flipado.
Hace unos días estaba viendo en Youtube una charla con David Lynch; había venido a Madrid (no sé a qué) ¿a tomar café? ¿A buscarse a sí mismo en la sección de dvd del fnac?
En la charla Lynch habla relajado delante de un público joven muy fan. Lynch con su característico pelazo y su camisa blanca abotonada hasta el cuello. Siempre que escucho hablar a un artista entrado en años pienso lo mismo:si eres artista y estás activo nunca envejeces. La mente en marcha hace que te mantengas vivo. Bueno, no sé si en todos los artistas, pero los cineastas viejos no parecen señores que quieran estar sentados en una mesa jugando al dominó en un club de la tercera edad. Pienso en Clint Eastwood que con 90 años sigue dirigiendo. Woody Allen sigue en activo con 84 años. Recientemente murió Joel Schumacher a los 80 años. Ridley Scott con 80 años sigue a tope con sus últimos Aliens. Robert Altman dirigió hasta el final de sus días al lado de Paul Thomas Anderson como ayudante, por si se tenía que quedar a los mandos. Kubrick que terminó su última película y murió. Bernardo Bertolucci dirigiendo sus últimas películas en silla de ruedas (al igual que Matisse pintando en su estudio con ayuda de su joven asistenta), -joder, putos artistas-. Akira kurosawa murió con 88 años. Y podría seguir con la lista. Pero sigo con el vídeo de Lynch. Señor Lynch : ¿ha visto el cine de Buñuel? -No, nunca he visto nada de Buñuel- Contesta, como el que ha contestado más de mil veces a la misma pregunta. ¿Ni siquiera el perro andaluz? -Pues no, me toca los cojones Buñuel-. (Lo de los cojones es una invención mía).
Luego también habla de su visita al Museo del Prado solo para ver el cuadro del Bosco. -ese cuadro me flipa, lo he visto en reproducciones pero ponerte delante de él es una experiencia única-. No con estas palabras pero dice algo así. En el vídeo también habla de su proceso creativo y hace hincapié en las ideas: las ideas como ir a pescar, las ideas, y el guion para recordarte de cómo llegaron esas ideas. La verdad es que la charla me gustó mucho, siempre es un disfrute oír a los maestros. Te puede gustar o no su obra, pero es un maestro; alguien que cuenta cosas, que aporta cosas al mundo, que hace arte que perdurará para siempre. Pero lo que he dicho al principio, no voy a hacerme el guay. No puedo ir de experto en Lynch porque no lo he visto todo, hay películas de él en las que no entro, no sé si por pereza, no sé por qué, no conecto, me cuesta y al final acabo saliendo. Eso me ha pasado con Cabeza Borradora, que la he visto entera, pero creo que por ponérmela a cachos (como los libros, como leemos ahora). Hace más de 8 años encontré un dvd con todos sus cortometrajes, una de esas ediciones de lujo maravillosa que cuando la tienes en la mano no puedes hacer otra cosa más que comprarla. Por esa época estaba trabajando en una productora y `digitalizaba´ (metía unas cintas gigantes en unos reproductores y capturaba las imágenes) hablo de esto y parece que haya pasado un siglo. El trabajo estaba bien pagado pero tenía que trabajar de noche. Así que las noches las tenía para digitalizar las putas cintas y el resto del tiempo lo tenía para ver películas- o eso o me quedaba dormido y no era buen plan-. Recuerdo ver aquel dvd con los cortometrajes de Lynch y me fliparon; ahí si que entré, lo entendí todo, entendí hasta lo que no había que entender. Eso es lo increíble de su cine -no hay que explicarlo todo, todo el puto tiempo-. Dentro de Lynch hay varios Lynch: por un lado está el artista plástico que hace arte “me importa dos cojones que lo entiendas, siéntelo”, y luego el director de cine “realizador”. El hombre elefante sería una película de director, `Una historia verdadera´, `Blue Velvet´, son películas que el público puede seguir y comprender. `Island Empire´ entraría dentro de ese Lynch imposible. He intentado ver esa peli mil veces, hay partes que me gustan mucho (no me acuerdo de ninguna ahora) ¿la de la familia de conejos?. Recuerdo que un amigo me dijo :«me metí en el cine a verla, casi me salgo pero me dije a mí mismo : por mis cojones que la veo entera». Creo que esta frase define bien lo que pasa con el espectador cuando se enfrenta al Lynch más difícil.
 Uno de mis primeros recuerdos con Lynch fue con `Wild at heart´ `Corazon Salvaje´; fui hasta el quiosco (quiosco de toda la vida de mi barrio) y uno de los chicos del quiosco me habló de la película; que le había llegado en VHS y que le había flipado. Me enseñó la cinta (cuando comprábamos VHS en las tiendas). Recuerdo la portada con Nicolas Cage con todo su pelo y la chupa; Laura Dern está arrodillada y se agarra a Cage con la cabeza hacia atrás. Me pareció todo muy sexy, también muy cutre. Aquella peli nos flipó en su momento; el fuego, el sonido del Zippo, Elvis, Willem Dafoe con toda su cara extraña y su pelo. Fue de las primeras películas “raras” que vi cuando era niño. Cuando digo raras me refiero al cine que se salía de lo normal. Esas pelis que no veías en el videoclub o en Televisión (…) He empezado hablando de Lynch porque creo que define al artista total: Director, autor, artista, escritor, pintor, músico, tío moderno adelantado a todo que bebe café. Otra frase que dice en la charla -si no tienes el final cut de tu película estarás perdido, pelea siempre para que tengas tú el control de tu película-. Más adelante hablaré del final cut “corte final”.  
 Ahora voy a hablar de mí. Tengo 44 años y nací en la España de finales de los 70. Nací en Palma de Mallorca y he pasado toda mi vida en esa isla que aparece en el mapa separada de España. El hombre del tiempo siempre nos ha dado la espalda. He vivido en esa pequeña islita hasta los 42 años, un divorcio y mil crisis motivaron la decisión de irme a vivir a Madrid. Lugar en el que estoy actualmente.
Siempre he tenido problemas que identidad, creo que causados por haber estado nadando en territorios que no se han llegado a definir bien; por un lado nazco en Palma, que es una ciudad. Después de nacer me llevan al Arenal, que no puedo decir es que es un pueblo porque es el municipio de un pueblo; así que paso toda la vida diciendo que es pueblo cuando en realidad es una puta barrida de mierda. El Arenal: mi “pueblo” barriada turística a la que cada verano acuden todos los alemanes borrachos y gilipollas; turismo basura de borrachera y playa. Por cierto, los alemanes no se ponen morenos, pasa lo mismo con los ingleses. Ellos lo intentan, pero se queman; los verás siempre color rojo lipotimia, pero nunca morenos bronceados. No sé por qué esa manía de querer ponerse morenos en las playas cuando saben que no pueden - En fin, quería dejar éste dato por aquí-.
Fui un niño de los 80 con un hermano 5 años mayor. Mis padres trabajaban en los hoteles: mi padre fue camarero toda su vida, desde que dejó su pueblo de Jaén para vivir en la isla y empezar a trabajar en los hoteles. Siempre recordaré a mi padre entrado por la puerta con una camisa blanca y un pantalón negro. Salía tan cansando del hotel que pasaba de cambiarse,sabiendo que dos horas más tarde tendría que volver al turno de la noche. Mi madre también fue camarera de comedor y más tarde gobernanta “jefa de las camareras de pisos”. Mis padres se conocieron dentro de un hotel, se enamoraron (o algo así), luego se casaron; mi padre se fue un par de años para hacer el servicio militar; luego volvió, tuvieron dos hijos, se compraron una casa, una tele y un coche; y siguieron con sus vidas dentro de los hoteles con un par de días libres a la semana. Hablo de todo esto para dibujar y definir el lugar, el momento, el contexto. Niño gordito de los 80 con padres ausentes que trabajan todo el día en los hoteles. Me crié con mis primos y mi abuela: una mujer malagueña que no sabía leer ni escribir. Mi abuela era poco cariñosa, algo que siempre me ha dicho mi madre : «tu abuela no ha querido a nadie en su vida» - Y joder, es verdad, no recuerdo oír un “te quiero” saliendo de mi abuela-. Otro recuerdo que tengo de ella es que siempre contaba la misma anécdota de cuando estalló la guerra: «cuando estalló la guerra todos salimos corriendo».
Y luego estaba mi abuelo: un señor malagueño alcohólico que no paraba de fumar y que se dejó morir clavado a una mesa camilla mirando una vieja tele en blanco y negro (le flipaban los Pica piedra). Mi madre siempre decía que el abuelo de joven, cuando bebía, «le daban unos “prontos” muy malos y se volvía loco y nos quería matar a todos, y teníamos que salir corriendo». -así que de nuevo tengo que imaginarme a mi abuela corriendo como Forrest Gump, para escapar de aquella guerra o de ser asesinada por mi abuelo borracho-.  
 En mi casa no habían libros. Mis padres apenas fueron a la escuela. Luego por su cuenta ellos estudiaron un poco; matemáticas y escribir un poco mejor; para estar más preparados en sus trabajos. Pero poco más, no recuerdo conversaciones profundas con ellos sobre arte, cultura, cine o música. Han sido mis padres y no quiero juzgarlos: se levantaban temprano, iban al hotel, se pasaban todo el día en los hoteles para hacer 8 horas (el maldito turno partido).Mi padre volvía a casa sobre las 11 de la noche y se metía en la cama.Mi madre llegaba a casa sobre las cuatro y media de la tarde y se metía en la cama para echar una siesta porque llegaba destrozada. Soy un hijo del turismo, de las circunstancias de la zona.
Yo era un niño gordito acomplejado que vestía mal con aquellos chandals de la época. No gustaba a las chicas y mis amigos eran otros gilipollas como yo; niños que no despegaban la cara de los cómics de Marvel o DC. Mi hermano mayor también sufrió las peores modas de los 80: flipaba con Dire Straits, The Police, Pink Floyd, pero luego también te ponía un disco de Mecano o de Víctor Manuel - vamos, que cómo que no-. Nunca vino nadie a decirle que eso no se podía hacer.
Mi primer recuerdo en el cine fue viendo ET. Me llevaron mis padres y creo que nunca más volvimos a ir en familia al cine (no tengo más recuerdos). A mi padre no le gustan las películas, por lo que sea; no las termina, no tiene paciencia, no sabe para qué sirven. Siempre se pone películas del “oeste” y se queda dormido a los pocos minutos de empezar la peli -Esta si que es buena- suele decir, pero no ha visto ninguna entera. Tengo recuerdos de ver películas con mi madre, pero también un poco lo mismo: sin mucho interés; le gustaban mucho las de Richard Gere, Mel Gibson o Kevin Cosnert -«Que están muy buenos»- decía. Claramente mi padre camarero no podía competir con aquellos hombres tan guapos.

MUERE DURO

Voy a pegar un salto. Es el año 1988 y voy en autobús con mis primos. Hemos salido de la barriada del Arenal y nos dirigimos hasta Palma, que es la gran ciudad. Somos futuros adolescentes estúpidos que empiezan a hacer cosas solos por primera vez. La idea era subir hasta la ciudad para ver `Danko, Calor Rojo´. Aquella película de Schwarzenegger con John Belusi. A mitad de camino alguien dice que llegamos tarde al cine, o que ya la han quitado de la cartelera, (no recuerdo bien que pasó). Yo me pongo muy triste pero uno de mis primos dice que vamos a ver otra llamada “La Jungla de Cristal”. Un amigo del colegio le había dicho que era muy buena. Así que mis primos y yo nos metemos en el cine para ver una película llamada `Jungla de Cristal´, con el actor ese que hemos visto en comedias como `Cita a ciegas´ o la serie `Luz de Luna´. Empieza la película y no soy consciente del momento vital que voy a experimentar; mi primera experiencia total viendo una película “de mayores”, una película de acción, de adultos, de violencia. Una película que va a conectar de manera diferente con el espectador y que nos va a acompañar para siempre.
Empieza la peli con Bruce Willis dentro de un avión; se dirige al edifico Nakatomi para “no sé qué con su mujer”. Luego el edificio es tomado por unos terroristas y Willis descalzo, acaba con todos ellos (no se puede resumir más). Cuantas veces he vuelto a ese mismo edificio para volver a disfrutar de la misma aventura. La banda sonora con los sonidos de campanillas, el ambiente navideño, la camiseta interior de Willis, los cigarrillos, los momentos increíbles con las miradas de Alan Rickman. Si quiero un momento feliz meto una pizza en el horno y me pongo Jungla de Cristal. Cada aparición de cualquier personaje extra con un mínimo de frase, se convierte en algo increíble.
Como niño gordito de los 80 sufrí llevar aquellos chandals y fui un friki solitario acomplejado. Me encerré en mis cómics y en mi obsesión por ser dibujante; luego quise ser pintor después de descubrir un libro de Picasso que no sé cómo llegó hasta mi casa. Me obsesioné con aquel libro e intenté copiar algunos cuadros (meter risa de fondo aquí). Hice un curso de pintura en el colegio y luego cuando fui más mayor me apunté en una escuela privada de pintura y estuve un año y medio. Tengo buenos recuerdos de aquella época; la gente que estudia arte suele acabar bastante mal y casi nadie acaba dedicándose a ello. Luego con los años comprendí de que no era bueno pintando, hace falta tener mucho talento. Pintar ahora mismo no tiene mucho sentido a no ser que tengas algo nuevo que aportar y seas un puto genio. Intento desanimarte con estas palabras para que pierdas el tiempo con otras cosas, los genios ya se han dado. Después de Monet, Cézanne, Kandisky, Picasso, Matisse, Duchamp, el expresionismo americano ,Francis Bacon y Basquiat, ¿quién se quiere poner a pintar? No hay nada que hacer. Lo siento, ya lo he dicho, soy un maldito aguafiestas. A diferencia de la pintura creo que en el cine se pueden seguir haciendo cosas nuevas. -«No veo nada que se haya hecho después de los 70»-. Pues vete a la puta mierda. Me estás diciendo que te estás perdiendo a Tarantino, Paul Thomas Anderson, Wes Anderson, Jason Reitman,  Sofia Coppola, Yorgos Lanthimos ,Christopher Nolan, Tim Burton… (mete aquí más nombres de directores chachis)
 Después de ver E.T en el cine con mis padres, tengo otro recuerdo de ver una de Tiburón; en una sala de mi pueblo que luego se convirtió en una imprenta. No sé qué Tiburón era, no sé si era oficial o era una copia mala. De todas formas ,después del Tiburón de Spielberg todas fueron copias malas. Hace poco intenté ver una de Tiburón de hace mil años con Denis Quaid, y bueno, mal; un puto chiste malo sin sentido ni dirección. En mi pueblo habían un par de salas de cine pero lo que contaba antes: una se convirtió en una imprenta y la otra en un supermercado. El Arenal necesitaba supermercados, no salas de cine. A mediados de los 80 aparecieron los primeros videoclub en el barrio y nos volvimos locos. De los 80 siempre recordaré el nacimiento de los videoclub, Circulo de Lectores, los tupperware, los gimnasios y los testigos de Jehová tocando los cojones a la hora de la siesta -Hola, ¿están tus padres en casa?-.
Mi tío Toni fue el primero de la familia en tener un reproductor de vídeo: un Betamax. Además tenía una televisión con mando a distancia -¡¡¡EL FUTURO AMIGOS!!!-.  
Uno de mis primeros recuerdos de ver una película en vídeo fue en casa de mi tío viendo el principio de El retorno del Jedi. Con Luke Skywalker vestido de negro a punto de ser tirado al pozo de arena -¿Qué era aquello tan maravillo que veían mis ojos?- me quedé fascinado con esa secuencia y ése fue mi primer contacto con Star Wars. Más tarde me volvería majareta con el `Imperio contraataca´ que no paraba de alquilarla una semana tras otra.
Ahora con los videoclub esparcidos por todo el pueblo sentía que mi vida tenía sentido y que todo en la vida me saldría bien. Aquellos espacios se convertirían en mi primera casa.
 Mis padres encerrados en los hoteles, mis días en la escuela en los que no hacía nada, a parte de dibujar en mi mesa y pasar de todo (así me fue todo más tarde). Mi fantasía de ser dibujante y pintor, mis primos, mis abuelos. Es curioso que siempre que pienso en mi infancia pienso que es verano.
 No sé cuando llegó nuestro primer reproductor de vídeo a mi casa, ¿apareció de repente? era demasiado pequeño y no tengo ese recuerdo. Imagino que mis padres siguieron la moda y compraron uno. Mis abuelos seguían teniendo una tele en blanco y negro que luego cambiaron por una en color ( Así era la vida en los 80). Mis primeros recuerdos de cine en la tele fueron: una secuencia De `El hombre Menguante´  `The Incredible Shrinking Man ´ de Jack Arnold (1957). No sé en qué año la vi pero recuerdo que fue de noche. En tve1 o en la segunda cadena. Luego me quedé fascinando con un señor colgado de un reloj (Harold Lloyd), con sus gafas y su sombrero, me quedé pegado a la pantalla, me sigue pareciendo una imagen fascinante. Y luego `El hombre con rayos X en los ojos´ (1963) de Roger Corman. Esa película se te queda en la retina para siempre; ese final sacándose los ojos me sigue impresionando mucho.
Ahora mis rutinas eran: hacer mi recorrido por los quioscos para encontrar mis cómics y recorrer todos los videoclubs del pueblo. Si no recuerdo mal llegaron a haber más de 20, luego irían desapareciendo con el tiempo. Casas bajas que de repente se convertían en videoclubs. Gente que dejó sus trabajos en la hostería para convertirse en expertos en cine. Fueron negocios muy rentables durante unos años con una competencia salvaje entre ellos.
Otro de mis primeros recuerdos mirando películas fue ver la carátula de Conan con Schwarzenegger empuñando su espada con mirada hostil, el poder de una buena portada. Yo quería ver es película, no sé de que iba, no sé quién eran Conan pero sabía que me podía hacer muy feliz. No sé si llegamos a alquilarla, ese día fui con mi tío y con alguno de mis primos.
Estoy nadando en recuerdos y creo que me sitúo entre el 83 y el 85. Otro recuerdo es ir con mi hermano a otro videoclub en busca de `Regreso al Futuro´, la primera parte había salido y claramente teníamos que verla. La peli estaba alquilada y tuvimos que esperar no sé cuantos días. En aquellos días los videoclub tenían una copia de la peli, si les iba bien hasta pillaban otra copia; tenías que apuntarte en la cola de espera y hasta te llamaba por teléfono para ir a recogerla. Era todo muy loco.
En estos días estoy leyendo la autobiografía de Woody Allen, me tiene enganchado. El libro te habla de otra época, otros tiempos en los que si tenías talento podías llegar a hacer cosas, trabajar. Eso ahora no pasa, o sí pasa es difícil, no te dejan entrar, esa puerta no se abre. En el libro también hay una frase que le dijo su representante: «Si el hombre les cae bien, ya está. En caso contrario, no triunfarás, ni con los mejores gags». Mi primer encuentro con Woody Allen fue con `Annie Hall´, vi aquella peli en el videoclub, no recuerdo si la alquilé yo o mi hermano -¿cuantas veces la habré visto?- Yo era un niño y no había ninguna razón para que yo conectase con aquella peli, pero lo hizo. Un señor flaco medio calvo, con gafas grandes, que hablaba todo el tiempo de cosas que yo no entendía. ¿Me sentía identificado con aquel extraño señor?
Más tarde vi `Hannah y sus hermanas´ y me hizo mucha gracia la secuencia que sale del medico y es feliz durante unos minutos porque sabe que no se va a morir, luego se da cuenta de la vida sigue siendo una mierda y se vuelve a deprimir. Recuerdo que era algo así, debería verla de nuevo. `Annie Hall´ sigue siendo maravillosa, la comedia romántica perfecta que se ha intentado imitar un millón de veces. El inicio de la nueva comedia moderna y cosmopolita.
 Cuando Allen se puso serio, empezaron a valorarlo como a un cineasta de verdad que podía hacer más cosas más allá de las primeras películas de sketches. La escena de la cola del cine, el intento de esnifar cocaína, la conversación en la habitación con un jovencísimo Christopher Walken, todas las conversaciones en la cama. (Frases una detrás de otra para el recuerdo). «No puedo salir después de un cómico, la sala se ha partido de risa con él» - «No puedo entrar al cine con la peli ya empezada»-. Woody Allen conduciendo, jugando a padel, La pistola de jabón, la teta gigante, la máquina de los orgasmos, la chica que describe el cuadro de Jackson Pollock, -¿Qué haces el sábado? -suicidarme-.  
(Annie Hall posiblemente sería mi película preferida)
Ayer volví a ver la película de las galletas de Woody Allen, `Granujas de medio pelo´ `Small Time Crooks´. La vi en el cine en su momento en el 2000  y recuerdo las risas en el cine. A mi novia Woody Allen no le gusta, no conecta, no entra. Yo me esfuerzo por meterla en su mundo. Volviendo a la peli: disfruté de nuevo con ella y con su idea inicial -¿Y el robo?- me preguntó mi novia.- El robo ya no importa- contesté, la peli no va de eso. Un ladrón chapucero quiere montar un negocio como falsa tapadera para hacer un agujero en el sótano del local para llegar hasta un banco y robar el dinero. El negocio tapadera (una tienda de galletas caseras) funciona tan bien que acaban triunfando y se convierten en una gran empresa multimillonaria. El ladrón y su mujer se hacen millonarios y ella quiere tener buen gusto: comprar arte, leer el diccionario y ser una persona exquisita y refinada. Él quiere seguir siendo la persona que era; con sus noches de póquer con los amigos, cenar pizza y ver una peli. Luego lo pierden todo y vuelven a ser felices- Me he saltado algunos puntos y giros pero al final viene a contar eso-. La película sigue siendo fresca, divertida, no se avergüenza de lo que es. Woody Allen haciendo comedia pura, con ritmo, con diálogos divertidos, a veces tontos. Un Woody Allen ya muy mayor, muy viejo, muy canijo, toda la ropa le sienta mal pero le da igual. Ahí está su grandeza, esto es lo que soy: un cómico idiota y canijo que sabe hacer reír. Disfruta de las muecas y la tontería cuando se escapa de la fiesta para subir por las escaleras de la casa y le interrumpen todo el tiempo. No necesita planos extras, ni recursos, ni medios ni contra planos - que es otra cosa que he aprendido de su cine y explica en su `A propósito de nada´-. «Si funciona en un plano largo pues ya está. Es comedia, y si se ensaya o se repite demasiado pierde la gracia». Creo que fue a partir de `Annie Hall cuando empezamos a ver ese tipo de dirección con esos planos en los que muchas veces el actor sale del cuadro, o sigue hablando en otra habitación; el actor puede estar de espalda, o mal colocado, o directamente desenfocado. Nada importa si la escena funciona.