jueves, 28 de enero de 2021

EN LA BUSQUEDA DE LA FELICIDAD


26 de enero y he decidido que a partir de hoy voy a intentar auto-analizarme para averiguar «¿qué diablos me pasa y descubrir quién cojones soy?» Con esta premisa pienso que sería un inicio muy interesante para empezar algo. Desde hace unos meses me ronda por la cabeza la idea de un formato de alguien en la búsqueda de la felicidad, así de sencillo […] 14:08 y vuelvo de la calle, acabo de poner la compra en su sitio y me he lavado y frotado las manos. He bajado hace un rato para comprar cuatro cosas. Primero he hecho cola en el interior de una nube de humo en la puerta del estanco que hay debajo de casa, detrás de mí, (también haciendo cola) esperaba el señor más podrido del barrio. Dentro del estanco una madre y su hija -que parecía un clon de la madre: mismo tipito, misma caderas, mismo futuro por delante-. Mientras ellas salían, caminaba hacía mí otra señora muy destruida y deprimente, llevaba un bastón y no paraba de fumar. Mientras la miraba pensaba: «joder, demasiado realismo sucio en este lugar, aquí no hay nadie sano». 

Luego me he puesto a pensar que tengo la -no sé si suerte- de no ser un fumador como toda gente que me rodeaba. Al entrar en el estanco me he plantado delante de la ventanilla, y antes de la chica me atendiera, a mi izquierda, al fondo del estanco, una chica me ha preguntado si yo fumaba; le he dicho que no. La chica estaba haciendo un promo de vapeadores (o algo así creo que era). He comprado un paquete de tabaco y otro de liar; el tabaco era para mi novia y su madre.
 Después de pagar, he seguido con mi camino en la búsqueda de la felicidad -tenía que ir hasta el supermercado-. He cruzado un semáforo y en la acera de enfrente, he visto a unos hombres metidos en una obra en la fachada de un edificio (una obra de las de toda la vida); mientras miraba la escena, con un señor mayor debajo que también miraba lo mismo, he pensando :las obras vuelven,  entonces puede que no esté todo perdido. No es que haya sentido felicidad al ver la obra, pero me ha recordado a tiempos pasados, a otras cosas. -No sé, puede que lleve demasiado tiempo confinado. Después de hacer la compra he vuelto a casa, mientras subía en el ascensor me he puesto a pensar si realmente iba a funcionar esto de «la búsqueda de la felicidad». 


14:36 y pienso sobre un comentario que alguien me dejó ayer en mi blog después publicar un entrada de este “diario raro”. El comentario decía: «lamentable». Vale, estoy de acuerdo; desde hace tiempo que todo esto se ha vuelto lamentable; luego pienso que creo que siempre lo ha sido. Siempre me he ido hacia los pensamientos oscuros y tristes.
27 de enero. 13:32 y el día empieza con una ducha y un afeitado. Comeré y luego saldré por la puerta para caminar una hora. La tele apagada y creo que está mejor así. «El mundo se fue a la mierda hace ya bastante tiempo».
17:55 y de nuevo he vuelto a salir a recorrer las calles con mi paseo de “diabético señor mayor”. Cada vez paso más rato en esas caminatas mientras escucho música y pienso en mis cosas: en mi objetivo de buscar la felicidad. De nuevo lo ha encontrado, y eso que he caminado hasta el viejo Móstoles.
17:58 y en algún momento debería tener alguna noticia sobre esa próxima reunión -¿de trabajo?- Esto va a estar bien, tengo que ponerme en forma. «Pensamientos, ideas, ¿qué viene ahora?».
Siempre que entro en cualquier red social, veo que cada vez más, los nuevos influencers tienen más presencia :esos treintañeros con barba que se hacen millonarios delante de sus pantallas haciendo directos de videojuegos encerrados en sus habitaciones con decoración de adolescente.
¿Está todo perdido? No estoy entendiendo nada. Desde hace años que son los nuevos modelos -a seguir- por millones de chavales que piensan que el futuro es eso. Vale, es mi discurso de señor mayor, no sé.
28 de enero. «Creo que no es un buen momento para nada ahora mismo».
12:48 y segundo café de la mañana. No me he duchado y por el momento no he bajado a comprar nada al Mercadona -pero qué vida más emocionante-.  Cielo gris, puede que llueva, no lo sé. En estos días raros… y en otro orden de cosas…12:56 y la tele apagada. debería ponerme a hacer cosas, ¿pero qué cosas? De nuevo me costó dormirme por la noche. Vimos una película, `La conversación´, y nos gustó mucho. Gene Hackman (actualmente retirado y desaparecido) nunca fue joven. 13:52 y las noticias de fondo; vuelven a hablar de todos esos corruptos que se han saltado la espera y ya se ha vacunado.
 18:07 y después de mi hora de caminata me he dado una ducha -lo sé, todo esto no te interesa una puta mierda, también puedes dejar de leer-. Después de comer chino (que habíamos pedido) y del que me he pasado comiendo de más, me he puesto la chaqueta, he cogido mi mp3 y he salido por la puerta. Si el “volumen” de mi azúcar se pone a mil, mi cabeza se convierte en carne picada podrida pasada por una trituradora; entonces, un millón de nubes grises tapan cualquier pequeño hueco por el que se pueda colar un poco de luz. Cuando he empezado mi paseo, los únicos pensamientos que pasaban por mi cabeza eran tristes y destructivos en plan: accidentes de trafico con señoras aplastadas en los semáforos con bolsas de la compra esparcidas por la carretera, países bombardeados mientras miles de niños con la cara sucia corrían para huir de los tanques, fabricas cerradas con sus trabajadores obligados a ir al paro y pasar sus días metidos en los bares jugando a las máquinas…(más otros pensamientos igual de oscuros). A los 40 minutos de estar caminando sin parar, todos estos pensamientos se han diluido y me he empezado a encontrar un poco mejor, al menos más aliviado.
 18:31 una manzana y té con leche para merendar. Creo que voy a bajar a comprar cuatro cosa. Mi medico me ha llamado para preguntarme cómo lo llevo; le he dicho que bien; le he dicho cómo tengo los niveles y lo de mis caminantes diarias después de comer. Le ha parecido todo correcto y me ha dicho que me llamaría en tres semanas.  Siempre me digo lo mismo: que me gustaría poder contar más cosas y tener novedades laborales, pero por el momento eso parece que no es posible (lamentable). A ver qué tal mañana. 18:35 y sí, voy a bajar hasta el supermercado.

martes, 26 de enero de 2021

EN ESTOS DÍAS RAROS

 
Me pongo a escribir con la sensación de estar recibiendo demasiada información. Intento hacer un repaso de todos los acontecimientos: demasiadas sensaciones de golpe, demasiado de todo -como una hostia en toda la cara que nadie esperaba-. Noticias que se actualizan cada 5 minutos; las redes sociales más activas que nunca y un millón de mensajes, vídeos y memes que nos llegan por el móvil. Así es imposible desconectar y pensar en otra cosa.
Fue por enero, por navidades me ponía enfermo con una gripe de morir. Un sábado salí del curro del japo para ir a actuar; cogí frío -yo qué sé-. Volví al curro de cocina y en el turno de la noche estaba que me moría; el jefe me vio tan mal que me envió a mi puta casa y fui directamente a la cama. «Joder, soy un señor de 44 años, soy diabético, espero no vomitar porque ahí sí que me moriré». Pensaba mientras me tapaba con la manta.
 Creo que nunca había pasado una gripe tan mala, con la fiebre tan alta… Mi novia también había estado mal, nos lo pegamos. Días de cama y de no poder moverme -joder ,hostia- Recuerdo que me pasé toda una mañana boca arriba, no me podía ni levantar para ir al baño (al final fui, no me gusta hacerme pipí encima).
 La nochevieja la pasamos en la cama; vimos las campanadas en la tablet, con fiebre y hechos una puta mierda. Después de una gripe te quedas fatal: el cuerpo débil, tus músculos son caca; no tienes fuerzas para nada. intenté volver al trabajo (después de los días festivos), y me seguía encontrando muy débil.
Semanas más tarde me recuperé. A principios de enero mi contrato en el japo finalizaba y tenía que renovar o morir; me dejaron en la puta calle y volví a casa; a mi ansiedad, mi depresión, mi mal estar, «mi Lars Von Trier interior». De nuevo en mi vida de parado me largué unos días a la isla ,para ver a mi hija e intentar “arreglar el paro”; me ofrecían 200 euros de ayuda pero perdía el paro acumulado.
-Ahora entiendo porque la gente se queda en la calle -le dije a la mujer que me miró los papeles con sus ojos pegados a la pantalla del ordenador.
-Y yo -me contestó al otro lado de la mesa.
Salí de la oficina sin nada y sin futuro laboral. Me metí en el autobús hasta el aeropuerto y volví a Madrid. Me encerré en casa (esa cosa que hacemos los putos parados que no tienen nada).
 Fueron pasando las semanas y de nuevo a la rondita del «si me entero de algo te digo» y «seguro que esto es pasajero, una mala racha Toni».
 Volví a actuar todos los jueves en el bar; con eso podía hacer una compra: comer, poco más. Tengo el móvil cortado -ya te lo había dicho, ¿no?-. Fue por enero cuando empezamos a saber sobre el virus “coronavirus”, -joder, los putos chinos, qué locos que están-. Lo primero que vi sobre el tema fue un meme en Twitter con la casa Real. Luego vimos en las noticias que los chinos estaban construyendo -a toda hostia- un hospital gigante (eso lo habíamos visto en las pelis, ¿pero qué está pasando aquí?- bueno, no pasa nada, son chinos, está lejos-.
 En febrero se cancelaba el `Mobile world Congress´ y lo vimos con incredulidad «tiene que ser muy gordo para que se cancele un congreso que genera tanta riqueza».
 Pasaban los días; yo seguía en casa, encerrado, y los jueves seguía saliendo para ir a actuar. El último show fue el pasado jueves 5 de marzo. Ese día en el metro vi a dos personas con sus mascarillas: un señor (no sé de qué edad); luego vi a otro señor mayor que no sabía muy bien cómo llevar la mascarillas y se le empañaban las gafas y casi se cae por las escaleras mecánicas.
Al día siguiente era viernes 6 y celebramos el cumple de mi chica en el bar donde actúo; vinieron los amigos, bebimos hasta morir, salimos de fiesta, nos abrazamos, hicimos el idiota (lo normal de un cumpleaños con drogas).
 Recuerdo también que un mes antes de eso, en twitter apareció un vídeo del cirujano Pedro Cavadas hablando del virus en plan “no nos están contado la verdad”, bueno, el típico vídeo viral. Seguimos con nuestras vidas.
 Luego murió el doctor que trató de alertar sobre el brote -madre mía, qué película va a salir de todo esto -pensamos los que somos frikis de la ciencia ficción y el terror-. Contagio de Steven Soderbergh (peli que volví a ver estos días). Todo el genero zombie, Walking Dead, La Carretera, Guerra Mundial.- Bueno, esto ya estaba en la ciencia ficción-. Luego el virus dio el salto a Europa y ahí la cosa cambió. Italia y luego nuestro país; primeros casos de personas infectadas por el virus.
Voy a intentar tirar de memoria mal: los alemanes confinados en un hotel en Tenerife. Valencia, luego Mallorca. «bueno, están en las islas». Luego empezamos a ver por la tele al médico Fernando Simón (tipo de aspecto curioso con la voz rota y un montón de pelo blanco en plan científico) nos iba informando de lo que estaba pasando en plan :« por ahora no hay que tener miedo, estamos bien, estamos investigando los casos, que no cunda el pánico». Y pasaban los días y habían más ruedas de prensa: «son casos aislados, podemos seguir haciendo vida normal, la gripe común mata a más gente, fumar es malo, la música tecno te lleva directamente al infierno, todo va guay, en serio».
El pasado domingo 8 era el día de la mujer y había marchas en toda España con millones de personas en las calles. «Si mi hijo me pregunta si puede ir a la manifestación del 8-M le diré que haga lo que quiera»
El lunes 9 por la tarde iba a hacer una compra normal: cuatro cosas para comer -me pareció raro ver a tanta gente llenando sus carros, ¿un lunes a esta hora?-. Volví a casa con mi compra, encendí la tele y la comunidad de Madrid decretaba el cierre de colegios y universidades en toda la comunidad. Entendí que aquello era inédito, raro, aquí van a pasar cosas. Ahí me puse en plan “señora mayor” y hablé con mi ex-mujer, también soy padre y quería saber qué iba a pasar en Mallorca. -Pues aquí por el momento no se sabe nada.
El martes 10 Ortega Smith daba positivo en coronavirus y aparecían las imágenes de él moqueando con su pañuelo en el maravilloso congreso de VOX. Luego salió Santiago Abascal en un vídeo echándole la culpa al gobierno -joder, pero qué putas risas ¿no? Días más tarde, otro vídeo de Ortega Smith, esta vez desde su casa haciendo ejercicio, cocinado, en su escritorio como “trabajando” (VOX, cuantos virales no está dando).
 La tarde del martes salí al mercadona para hacer una compra normal, lo de siempre: una bolsa con cuatro cosas para comer dos personas. Esta vez era el fin del mundo y yo era Matt Damon en aquella película; la gente corriendo por los pasillos con los carros; no pude comprar leche ni carne, la gente había arrasado con todo menos con unas salchichas con quesito dentro. Al final compré un par de bolsas de patatas fritas y un refresco, esas eran mis previsiones para el fin del mundo.
En las horas siguientes en las aplicaciones de trabajo todo eran anuncios de gente que se ofrecía para trabajar como cuidadores de niños (de repente todo un país lleno de maestros titulados para cuidar nenes), ¿Qué estaba pasando aquí? Por la noche la jefa del bar me envió un mensaje :
-¿mañana actúas?
-Pues claro.
-Te lo digo porque me están cancelando todos los shous y no sé qué voy a hacer, llevo todo el día sin clientes.
El jueves se declaró oficialmente la pandemia y tuvimos que cancelar el show. Durante el día fuimos cayendo todos: espectáculos cancelados, cierre de salas. Cancelado, cancelado. Si no tenía algo que cancelar no eras nadie.
El viernes 13 a las 15:30 horas el presidente declaró el estado de alarma - Joder, ahora sí, esto no lo había vivido nunca-. Bajamos a hacer otra compra al mercadona, otra vez el papel higiénico había volado (nunca habíamos tenido el culito tan limpio).
 En esos días también murió Max Von Sydow (pero de anciano y no fue noticia). También leímos que Tom Hanks y su esposa se habían contagiado con el virus. Fue una semana rara y en las noticias hablaban del fútbol -¿qué iba a pasar con la liga?- un estadio cerrado y sus seguidores muy enfadados gritando en la puerta -NO NOS PUEDEN DEJAR SIN NUESTRO FÚTBOL-. Las noticias más importantes sobre la nueva crisis era saber si íbamos a seguir teniendo Fútbol, Semana Santa o las fallas de Valencia (no entendía nada).
 El sábado 14 el país se ponía en cuarentena con todas las medidas del estado de alarma. Yo también fui a la wikipedia. Ahora el tono era otro; nos enviamos mensajes -¿cómo lo ves? qué raro todo, ¿no? ¿estáis bien por ahí? Dicen que lo van a cerrar todo. Tiendas, bares, nos vamos al quiebro-. No se va a cerrar Madrid (otra de las frases que escuchaba en las noticias) Luego el teletrabajo. El Gobierno animaba a tele-trabajar ¿qué cojones es eso? Pero si yo estaba en la mierda sin trabajo ¿teletrabajo?
 Así que la gente se puso a trabajar desde casa (todo el país desde su Mac, con su tacita de café y su bufanda en plan autores escribiendo la nueva Novela americana). El móvil ahora era una ametralladora, en la vida me habían llegado tantos vídeos de la comunidad gitana a mis grupos de whatsapp. Con la cuarentena obligada de repente todo un país se veía encerrando en casa. En las horas siguientes apareció el hashtag #QuedateEnCasa y famosos y millonarios desde sus mansiones nos animaban a quedarnos en casa (la vida es mejor cuando tienes una piscina interior y un salón más grande que una pista de tenis). Nosotros llevamos ya 12 días metidos en casa, yo desde enero, sin trabajo, sin ingresos. Mi novia tenía que empezar a trabajar el pasado lunes (no fue posible), todos lo que estábamos mal tendremos que ir improvisando. Los que vivimos al día.
Estos días he vuelto a salir para hacer la compra “mis crónicas del mercadona”. Creo que nunca había comprando tan bien; todo el mundo en silencio, todo el mundo con sus mascarillas (yo no tengo, me he tenido que tapar con un pañuelo negro y parecía que iba a atracar a la cajera). Otra vez el tema de papel higiénico (no había).
El pasado martes otra rueda de prensa con el ministro del interior. A las 15:37 Pedro Sánchez de nuevo se dirige al país. Hoy miércoles 18 directo desde el Congreso. Tengo la sensación de que nunca nos habíamos comunicado tanto; haciendo directos, videollamadas, mensajes cada día. Todo esto es pasajero «me siento tan 2008 todo el tiempo». El tema del alquiler ¿el mes que viene qué?, nadie da respuesta a esto. En estos días doy mucho el coñazo en redes, ya estaba en ellas; con mis vídeos, mis dibujos y mis mierdas.
 En estos días también pido ayuda (para hacer la compra) y me siento raro. -Joder Toni, yo pensaba que vivías de aire-. Pues no. -Pues con todos los seguidores que tienes seguro que ahora te echan una mano-. Espera que me eche unas risas. El mes que viene ya veremos. Ahora son las 17:45 de un miércoles 18 de marzo y en el futuro hablaremos de este año raro. También nos preguntamos qué va a salir de todo esto ¿reajuste social y político? ha sido un castigo del medio ambiente ¿han sido los rusos? ¿el hombre llegó realmente a la luna? ¿podremos hablar de otra puta cosa en el futuro? Yo tenía pendiente volver a la isla para trabajar la temporada de verano ,¿y ahora qué? somos un país que vivimos del turismo. No sé, creo que todos nos hacemos las mismas preguntas. Los ricos saldrán de esta, a ver qué cojones hacemos los demás.

lunes, 25 de enero de 2021

DÍAS DE RAMEN



Fue hace unos años; estaba en el baño delante del espejo a punto de cortarme una oreja cuando me llamó un amigo para decirme que estaban buscando a un ayudante de cocina en su trabajo: un restaurante japonés. 

-Bueno, suena bien, me gusta el cine japonés; he visto Totoro y la de Ponyo, me apetece-.
-Sí, el curro es sencillo, tú te ocuparías de hacer el ramen; freír cuatro cosas, ir a hacer la compra. Ellos son muy tranquilos y el ambiente es muy relajado-.  -¿Ramen? vale, no sé qué es, voy al  youtube que está todo, tutoriales: sopa con fideos y muchas cosas. 

El ramen está de moda entre los gilipollas de La Latina; toda esa gente del cine, guionistas aspirantes a vender un guion de serie para Netflix, colaboradores de algún programa de la tele para viejas ,pintores fracasados cocainómanos, señoras divorciadas amargadas que publican, un actor que hizo una vez una peli en los 90 pero que ahora no lo reconoce nadie y va a comer ramen por si alguien se acuerda de él y le pide una foto, gente de instagram que no hace nada pero tiene seguidores. El ramen, joder con el ramen. Pues me parece guay. Mi amigo me da el contacto del segundo jefe, le envío un mensaje -hola, quiero hacer ramen-. -¿Cuando puedes venir para hacer una entrevista?-. -Mañana me va bien-.
Al día siguiente cojo un autobús plagado de viejos franquistas que me quieren quitar el asiento; hay wifi y en la calle hace frío. Es invierno; estoy bastante triste pero sé que las cosas van a ir a mejor porque tengo otra entrevista de trabajo y presiento que está vez va a ser la buena (el trabajo definitivo en el que estaré a gusto, valorado y realizado).
 Llego hasta la puerta y aparece el segundo jefe : «¿quieres tomar café?» (otra entrevista de nivel, hay café, espero que me invite porque no tengo un duro).
cruzamos la calle y nos metemos en una cafetería de esas de modernos en la que puedes elegir el tipo de leche que quieres para tu café. Me siento con el jefe en una mesa :-bueno, háblame un poco de ti-.
-Pues ahora llevo unos años por Madrid,; he pasado toda mi vida en Mallorca, trabajando en hoteles, luego en productoras haciendo cosas del audiovisual. He estado fuera de las hotelería más de 12 años; ahora estoy pasando por una mala racha de mierda, pero sé que es pasajero, “actitud positiva a tope”, es lo que me dice la gente: Que deje de pensar en la muerte, que las energías positivas atraen cosas buenas, incluso he pensando en hacer yoga. 

También he sido autónomo, editor, realizador, lavaplatos, cómico, y salí un par de veces en un programa de éxito. Soy padre, arrastro un divorcio y una depresión de caballo, tengo instagram y más de mil vídeos en youtube, no sé qué más contar, puedo seguir…mi color preferido es el azul turquesa, he visto Robocop más de 100 veces…
-¿Pero te interesa el trabajo de cocina?
-Me interesa tener un trabajo. Si estoy a gusto y hay buen ambiente me quedo.
-¿Y te gustaría aprender cocina japonesa?
-Pues claro. Me gusta aprender cosas nuevas. Me considero una persona inquieta, un investigador, un poeta de los nuevos tiempos; cada mañana cuando me levanto, pinto un autorretrato desnudo mientras lloro pensando en la muerte de mis padres.
-¿Qué cojones dices Toni Nievas?
No lo sé, ¿cuando empiezo?  
-Pues ahora hablaré con el primer jefe de cocina (también dueño del local) y te envío un mensaje en un rato para decirte la hora.
 Después de la entrevista volví a casa volando, podía notar algo especial; en el aire, en las cosas, la gente por la calle de repente me parecía guapa, incluso la gente del metro. sentía que las cosas iban a volver a molar.
 Al día siguiente un nuevo amanecer, un nuevo proyecto, una nueva entrada en mi diario privado. A media mañana entraba en mi nuevo trabajo: Una pequeña cocina en la que apenas cabían dos personas; un jefe, mi amigo el camarero (que estaría pocos días a la semana) ,Pocos elementos; Un par de neveras, una pequeña freidora, un pequeño lavaplatos para “cuatro cacharros”. Los congelados, los fideos para el ramen, un delantal, pañuelo “samurái” en la cabeza, abrimos la puerta, entran los clientes. El primer jefe se encargaba del sushi “el sushiman”, yo no tocaría el sushi, ni de coña. -«Son muy celosos con el sushi, no quieren que lo toque nadie, para ellos es algo sagrado y ceremonial, tú harás el ramen y poca cosa más»-. -vale, ¿y lo de aprender cocina japo?-
-Bueno, no sé, habla tú con ellos. Otra cosa; habrá días en los que también tendrás que hacer de camarero, no sé si te lo habían dicho-.

 -¿cómo, camarero y cocinero?-. Pues eso.
Los clientes entran, se sientan, arranca el turno del medio día. El jefe me enseña a hacer el ramen “que no es fácil”. Agua hirviendo a tope, menos de 3 minutos para cocer los fideos “no te pases con la cocción”, para el primer jefe son dos minutos, para el segundo jefe son 3 minutos. luego el caldo, las setas, cebolleta, rabanito, la espinaca, las salsas, el pimentón.- Más caldo, menos caldo, tienes que fijarte bien en cómo lo estoy haciendo-. Vale, saco el móvil (soy una persona muy visual y siempre me ayuda hacer fotos), le hago fotos a todos los platos, a los ingredientes. También apunto todo en una pequeña libreta, son días de estudiar cocina japonesa. Luego los congelados, “karaage” que es puto pollo frito de toda la vida. okonomiyaki, takoyaki, la sopa miso, el udon “la otra sopa con fideos más gordos”- madre mía, un no parar de nombres raros-. Edamame, “vainas de soja”, las gambas fritas y más cosas ricas que no probé.
Dos semanas más tarde ya podía ir solo pero el jefe no me dejaba; lo tenía todo el tiempo en mi espalda, en mi nunca, podía sentir su aliento, no se fiaba de mí. -Son raros los japos-.
-Sí, son raros pero son buena gente: son muy educados, nunca te hablarán mal y el ambiente es muy tranquilo y relajado.
-Vale, eso ya lo estoy viendo, pero es que el jefe no habla conmigo, de nada.
Sí, pero es muy buen tipo, de verdad.
Pasaban las semanas pero no sentía que estaba dentro. Me levantaba, me duchaba, ponía una lavadora, luego salía por la puerta y me metía en el autobús -con mis ancianos de Madrid- (esos que se pasean todo el día en el bus y a las 9 de la noche los devuelven a sus casas para cenar y dormir). 

Hacía mi ramen y mis congelados, pero seguía teniendo al jefe observándome, a mi espalda, desde su barra fuera de la cocina “donde preparaba su sushi”. -es verdad, no se fía de ti, le he pillado mirándote varías veces-.
-¿Entonces por qué me tiene en la cocina?, debería estar él solo haciéndolo todo, ¿no?
-Cuando el vea que lo haces todo bien a su manera entonces te dejará solo.
Pero eso nunca pasó. La primera semana pensé qué sería buena idea probar la comida que estaba haciendo, no sé, locuras mías. Me preparé un ramen y el jefe me pilló comiendo (muy surrealista todo esto, lo sé). -Toni, tengo que hablar contigo; sobre el tema de la comida; he tenido problemas antes con otros cocineros y es mejor que no comas. -¿Qué no coma? ¿le estás diciendo a tu cocinero que no coma, HOLA?-. Esa fue la primera puntita del puñal que me iría metiendo durante mis días en su cocina. Pasaban los meses, era todo raro: el ambiente, un jefe que no me daba ni los buenos días cuando entraba por la puerta; no hablábamos de nada, ni de mi vida ni de la suya, ni de tele 5, ni de música, cine, algo, “yo qué sé”, follar, el fin del mundo, los hijos. En nada llegaría navidad y claramente iba a ser otro año sin cena de empresa; imagina esa cena de empresa con mi ex jefe, los dos vestidos de samuráis. 

El jefe no me miraba a los ojos, otra cosa que aprendí de ellos. -Pero lo hacen todos, (me comentaba mi compañero), es algo cultural, no miran a los ojos, pero ni a ti ni a nadie, si te miran a los ojos creo que se vuelven locos, o que se les borra el alma.
-Ya, pero joder, es raro estar trabajando todo el día con alguien que no te mira cuando te habla “las pocas veces que lo hace”. No me mira a los ojos y paso hambre “porque tampoco puedo comer”. Si me buscas los errores los encontrarás. Seguía trabajando y con el tiempo el jefe empezó a dejarme solo en la cocina (eso pasó muy pocas veces, porque no le quedaba más remedio). Muchas veces también salía al comedor porque había mucho trabajo, o porque directamente no había camarero “ajustes de la empresa”. Así que tenía que servir las mesas, coger la comanda, servir las bebidas y luego volver a la cocina para seguir haciendo de cocinero, (todo a gran velocidad y corriendo).
 Un día, después de haber tenido el restaurante a reventar de clientes -putos hipsters de la Latina-, de ir de culo pero sacando el trabajo con la lengua fuera, después de haber ganado miles de euros (el jefe, yo no); después de hacer mil ramenes, poner los lavavajillas, servir las mesas, preparar caldo, cortar cebollas, llenar las cámaras y limpiar todo el comedor después del servicio, en el último lavavajillas rompí una copa -NOOOO, TONI, NOOOO, en serio, no puedes romper las copas, de verdad (antes ya había roto alguna copa, lo normal cuando trabajas en hostelería, mientras lees esto se están rompiendo copas en el bar que hay debajo de tu casa),  el jefe me decía todo esto sin mirarme a los ojos -debe de tener toc-, ya me lo ha repetido varías veces. Cuando pensaba que ya había parado volvió a sacar el tema : «de verdad, en serio, no puedes romper copas, tienes que tener cuidado». - Sí, si lo sé, pero como tengo puesto el chip de ir corriendo, pues a veces se rompen cosas, suele pasar en la hostelería, en los hoteles me enseñaron a trabajar corriendo-.  
Y luego llegaron más regalos: el papel de cocina, el de toda la vida, el rollo de papel que se utiliza para secar cosas, para trabajar, para todo. -Toni, no utilices el papel de cocina, sí es para secar una sartén, vale, pero prefiero que no lo utilices-. OK, estamos locos, no entiendo nada. Cada noche, después de cerrar la cocina, mientras limpiaba el suelo del comedor y el baño, el jefe contaba sus billetes delante de la caja, el mejor momento del día (su momento), yo volvía a casa siendo pobre. Sus dedos largos contando sus preciosos billetes.
 La gente comete errores, a diario, en la vida, en el trabajo, pasa continuamente: te equivocas con algo, rectificas y aprendes. -Al jefe no le gusta que cometas errores, no lo soporta, para eso si que es muy japonés-. -Para eso y para todo, joder, que no soy un robot, soy humano, cometo errores.
-Toni, anoche te dejaste un par de cosas dentro del lava, eso no tiene que pasar más; cuando cerramos todo tiene que estar limpio y en su sitio-. Y yo no me quejaba de nada ni abría la boca;- puedo hacer el horario que quieras, los días que quieras, no te diré nunca que NO. Días festivos, hacer más horas extras (que las pagas como una mierda). No como, no hablo, no rompo nada, no gasto el papel, no te miro a los ojos, intento no cometer errores. Entro por la puerta: me cambio de zapatos, delantal, trabajar, salir, de vuelva a casa, dormir y de vuelta al trabajo.
 Un día empezó alguien nuevo en la cocina (esto ya me había pasado antes), para aprender, no pregunté nada. Casi cuatro meses más tarde tenía que renovar el contrato o irme a tomar por culo. Un martes, después del turno de la comida el jefe me dijo :« antes de irte espérate que tiene que venir el segundo jefe para hablar contigo». -Vale, aquello no sonó bien, además el jefe había estado “extrañamente agradadle conmigo los días antes”-. 

Me cambié de zapatos, cogí mi bolsa y esperé a que llegara el segundo jefe. Presentía que algo malo iba a pasar, ahora que las cosas me empezaban a ir “bien mal”, no estaba a gusto pero tenía un trabajo, un pequeño sueldo, casi ya podía hacer pagar el alquiler y hacer la compra yo solo (ni de coña). Apareció el jefe, nos volvimos a sentar (esta vez no había café ni háblame de ti, tú molas un montón). -Como ya sabes terminabas el contrato este mes (arranca mal la cosa), y hemos decidido no renovarte el contrato. Tú me caes muy bien pero has visto que es muy difícil trabajar con el jefe (entonces no es por mí, es por ti).  

-El jefe tolera mal los errores, no le gusta que la gente cometa fallos.
- Sí, si lo sé, pero es que no soy un robot, pero creo que he trabajado bien, he ido sacando el trabajo. No sabía nada de ramen y ahora soy un experto.
-Sí, si yo no tengo ningún problema contigo, es el jefe que tiene sicología cero con la gente, además no quiere trabajar más con españoles. Vamos a probar con otro tipo de perfiles. (Mientras me iba diciendo todo esto en mi cabeza empecé a imaginar un coro de personas bailando, danzas africanas, bombas nucleares, tiros en la cabeza, el fin del mundo, pobreza, destrucción, yo matando a niños con katanas japonesas), no estaba entendiendo nada de la conversación, pero también he aprendido con los años a no debatir con putos gilipollas explotadores de mierda que no merecen tener negocios que les vaya bien. Así que no dije nada, firmé un montón de papeles que decían que volvía a estar en la mierda. Después de eso cogí mis cosas y salí por la puerta. No llovía, pero casi. Meses más tarde me encontré con el ex compañero camarero y me dijo que el jefe había contratado a 4 filipinos. Maldito ramen.

LAS APLICACIONES LABORALES



En el móvil tengo todas las aplicaciones que existen para encontrar trabajo; hay más aplicaciones que trabajo, todas son una puta mierda. Te tienes que apuntar a todas, al final te enganchas, más redes sociales para fracasar. Infojobs: inscribirme a esta oferta; rellenar el formulario ¿incluir carta de presentación?, ni de coña, no tengo, no sé qué es eso.
-Háblame de ti
-Pues tengo 44 años y cada mañana cuando me levanto lo primero que pienso es en la muerte, en lo fugaz que es la vida. También pienso que Jungla de Cristal 2 es muy buena peli. Me encanta dormir y ver porno, mucho porno. Odio a los viejos, me caen mal los perros y la gente falsa de instagram. Sueño con otra guerra mundial y que se mueran todos esos niños de Operación triunfo.
-¿Por qué deberíamos contratarte a ti y no a otros candidatos?
-Pues porque soy un ser especial y me sigue mucha gente en Twitter.
-¿Qué experiencia tienes?
-Pues Mucha, un flipe. Llevo toda mi vida trabajando en un montón de mierdas. La experiencia es un asco.
-¿Por qué quieres trabajar con nosotros?
Pues no sé, ¿por el sueldo?, para hacer comprar en el mercadona y eso, pagar el alquiler, vivir, vete tú a saber.
-¿Por qué dejaste tu empleo anterior?
-Me echaron ellos, eran una panda de hijos de puta explotadores.
-¿Cuál es tu mayor defecto?
-Haber nacido.
-¿Por qué duraste poco en tu anterior empleo?
-Pues no sé, habla con mi ex jefe, te paso su teléfono.
-¿Cuáles son tus pretensiones salariales?
-Pues hacer poco y ganar poco dinero; lo justo para pasar el mes mal, que la empresa pueda ganar mucho dinero gracias a mí. El dinero es lo de menos.
-Háblame de algún momento en tu vida laboral en la que hayas cometido un error, ¿cómo lo solucionaste?
-Maté a personas, escondí los cuerpos.  
Enviar formulario y a esperar.

BACH Y CIELO GRIS (DIARIO DESORDENADO)

 


 22  de enero.
«Pero vaya año de mierda llevamos». 13:39 y me pongo a Gil Evans en Spotify; al rato me salta una publi de “reggaeton suave” (…) He salido de la cama -más o menos a una hora decente -(algo que me digo siempre que salgo de la cama antes de las 12): Me he duchado; he desayunado; he pensando en cosas. Será otro de esos días de muchas ideas que de nuevo -no servirán para nada-. «Pues un poco negativo si que parece que esté hoy». Apuntes, ideas, tostadas y café. Todo esto es un viernes y la tormenta de la pasada noche se ha llevado toda la nieve que quedaba en las calles. -Y lo que me ha gustado a mí la nieve- (Esto se puede interpretar de muchas maneras, ya lo sé). 

13:44 y por el momento la tele apagada, sé que si la enciendo, me van a saltar un millón de malas noticias. ¿Hemos dado ya el año por perdido? Porque esto no creo que vaya a mejorar en breve. Pienso en el próximo verano, en la temporada hotelera y lo veo todo bastante mal-fatal-negro-oscuro.-De verdad, lo sé, si estabas buscando algo de optimismo y energía positiva, éste no es el espacio-. «Tiene sus ideas muy bien puestas». No sé a cuento de qué me ha venido esta frase cuando estaba metido la ducha. 13:49 y por el momento de ansiedad bien, de lo otro fatala tía. Comeremos, luego una siesta, luego pensaré en todas las cosas me gustaría hacer; luego me sentaré en el sofá y habrá sido otro de esos días. ¿Cuanto tiempo llevo sin trabajar? Pero qué puta mierda. Escribir para intentar dejar algo, escribir para intentar llegar a algo: a alguna buena conclusión de todo este desastre. Parece que va a volver a llover. «Tiempos pasados también fueron una  mierda». «Es que ahora la cosa está muy mal» (da igual cuando leas esto). 14:03 Salvemos la navidad.
23 de enero.
Y no son buenas noticias. A partir del lunes nuevas restricciones. «Los datos no son nada buenos». No paran de repetir en las noticias.
«Da igual cuando leas esto»
Da igual cuando leas esto.
Ya hay más vacunas que Mcdonalds.
Planes para la semana que viene.
-Ponerme en forma y apuntarme a una competición online.
-Ser muso de David Hockney.
-Presentarme por sorpresa en casas acompañado de Julio Medem y quedarnos a comer y dormir.
-Hacerme pasar por un experto en artes marciales.
-Colarme en una premiere de una película documental sobre nazis y hacerme pasar por el director.
-Recorrer miles de kilómetros montando en una bicicleta marcha atrás.
-Terminar de leer toda la obra de Raymond Carver y decir en las redes sociales que me ha parecido una mierda y que está sobrevalorado.
-Escribir un guion mano a mano con Jordan Peele sobre un extraño titiritero cojo que termina siendo productor de televisión. Fernando Tejero haría de todos los personajes (incluyendo los muñecos).
-Crear una aplicación de güija online y venderla a Google y hacerme rico.
-Hacerme pasar por un cocinero famoso en Instagram y enviar por privado a desconocidos fotos de mis platos (con muy mal aspecto).
24 de enero.
«No entiendo nada». Todo esto es un domingo. 13:50H y café con leche y tostadas. Tiene pinta de que va a ser otro de esos domingos.

25 De enero. Lunes y todas esas cosas. Cero ofertas de trabajo, sin dinero en mi cuenta del banco y hace un día de mierda maravilloso. 21:54 y da igual cuando leas esto «todo es una puta mierda». Es que tu diario ese raro me pone muy triste. -Ya lo sé, joder, necesito que me pasen cosas nuevas para poder escribir otras cosas, novedades; por el momento todo sigue igual-. 

 17:49 En Tele5 siguen con el circo de la Pantoja y su hijo, mientras que en el mundo real, todo se ha ido a la puta mierda [...]

 He comido arroz con un huevo frito, y antes de que me estallara la cabeza, he salido a caminar (mi paseo de señor mayor). En ese paseo he pasado por el centro medico porque necesitaba “tiras para la máquina del azúcar” (son una tiras que se introducen en la máquina después de echar una gota de sangre en un lateral de la tira). Una chica muy agradable me ha atendido en la puerta. Eran casi las 15 de la tarde y no he tenido que hacer cola. «La próxima vez, antes de que se te gasten llama antes para venir a recogerlas y así las tendremos preparadas» -Me decía la chica amable mientras me metía los botes de tiras en el bolsillo-.
 Después de eso he vuelto a salir por la puerta y he caminado hacia el Mercadona, pero esta vez no tenía que hacer ninguna compra; he cogido una calle que me llevaba de nuevo hasta la calle donde vivo; he vuelto a cruzar por la puerta de casa y he seguido caminando (pues vaya tontería de vuelta que he dado). Luego he cruzado el semáforo y he vuelto a pensar en la pasada nevada: en la acera de enfrente he visto unos cuantos kilos de restos de nieve -ahora hielo- apelotonada y sucia, mezclada con un montón de basura. Me ha dado bastante asquito y he pensando en la sensación de tocar “todo ese montón de mierda”. 

Luego he vuelto a pensar en gente resbalando por las calles y en todos aquellos coches atrapados en la nieve, fueron unos días muy mágicos. Durante mi caminata lo que he escuchando hoy ha sido música clásica: Bach (que es la banda sonora de mi divorcio), Mozart (que siempre mola porque sólo tiene hits), Mendelssohn (que suena a nombre de grupo indie), Brahms, Satie, Shostakovich (entro otros…). Toda esa belleza musical sobre mi cabeza y -en mi orejas- mientras me dirigía hacia el parque con sus puertas cerradas (lleva así desde la nevada).

 La música de estos autores siempre me llevan al cine y a pensar que estoy en el interior de una película que me gustaría rodar algún día: imagino una secuencia en la que camino solo, con la iluminación de un día de mierda lluvioso, con un viento que no para de recordarme lo bien que estaba en casa metido en la cama. Si escucho a Beethoven pienso en tormentas y en que todo es un puto drama sin solución «Demasiado intenso, demasiado oscuro». No es lo mismo que un Divertimento in D, K.136 de Mozart, que me puede llevar a algo más ligero, incluso cómico, y tendría que cambiar la luz de todo. Luego también pienso en cómo toda esta música ha influido en la obra de Lars von Trier. Autor que seguramente escuche clásica mientras escribe sus guiones. Así tiene ese muchacho su depresión (…) 

Mientras caminaba de vuelta a casa (meter aquí a Bach de fondo) un señor gordo con una enorme barriga caminaba hacia mí; iba muy lento y muy torpe. Antes de cruzarse conmigo se ha parado para sentarse en un banco porque ya no podía más con su vida. Cuando lo he visto sentarse he pensando en que yo no estaba tan mal (de momento). «Tengo que ponerme en forma o terminaré así». Antes de volver a cruzar el semáforo me he metido en el chino para comprar un par de barras de pan. Luego me he metido el ascensor con las barras debajo del brazo mientras pensaba en un café y en que tenía que llamar a mi hija.
Al volver a casa me he vuelto a mirar “el volumen” de mi azúcar en sangre; el paseo me lo había regulado (como suele ser). Lo otro de la cabeza ya tal. Luego me he sentado delante de mi portátil y he vuelto a pensar en la depresión -¿sufro depresión ahora mismo?-. Luego me he metido en Google para leer sobre los síntomas para averiguar si los tengo.Los síntomas de depresión pueden ser entre leves y graves, e incluir:
1 Sentirse triste o vacío. Aquí tengo que decir que nunca he sido una persona muy alegre, ya lo sabes (con todos los años que he dedicado a hacer reír a los demás). ¿Y si me siento vacío? Nunca he entendido muy bien qué quiere decir eso. Sentirse vacío suena a concepto, a frase de película.
2 Perder el interés en las actividades favoritas. 

 Si a los intereses se refiere a cosas que no estén relacionadas con el trabajo, tengo que decir que no he perdido el interés por las cosas que me dan placer: ver cine, escuchar música, masturbarme con porno suave de los 70, escribir a diario. Sí que es verdad que he perdido el interés por grabar mis vídeos, algo que hacía a diario y que fue mi trabajo durante unos años. Pero es comprensible que no me apetezca seguir produciendo (después de tantos años) a cambio de nada.
3 Comer demasiado o no querer comer para nada. Joder, me encanta comer y no puedo dejar de comer.  Te lo dice un ex-gordo ahora diabético por la mala alimentación.
4 No poder dormir o dormir demasiado. Aquí tengo que decir que duermo mucho, pero porque también me acuesto tarde.

 Después de mi paseo de hoy me he echado una buena siesta que te cagas. También duermo para no gastar tanto. Supongo que dormía mejor en otros momentos de mi vida. Estar en esta situación tampoco ayuda mucho.
5 Tener dificultad para concentrarse o para tomar decisiones. Esta parte suena a trampa, ¿qué quieren decir exactamente con lo de tomar decisiones?, ¿decisiones laborales?, ¿Decisiones si quiero darme una ducha o no? Tampoco puedo decidir muchas cosas en esta etapa de mi vida, no se me presentan opciones de nada; vivo en una continua rutina en la que todos mis día son iguales; sin ingresos, sin trabajo, sin poder moverme.
6 Sentirse muy cansando. -Sí y no- casi siempre diría, pero también es por la poca actividad que tengo. Estoy muy cansando en muchos aspecto, pero más en lo emocional, pero porque todo es una puta mierda. Estar sin objetivos es bastante agotador; cuando nadie te quiere para nada, cuando nadie cuenta contigo, es bastante duro. Tampoco ayuda sufrir diabetes (lo peor que he heredado de mi familia).  
7 Sentirse desesperanzado, irritable, ansioso o culpable. (Aquí volver a poner a Bach de fondo). En este apartado tendría que decir que estos síntomas son los pilares de la comedia. Pues claro que me siento desesperanzado, irritable y jodidamente puto ansioso. Pero no me siento culpable, ¿culpable de qué? No es culpa mía que el mundo se haya ido a la mierda, no es culpa mía que en Tele5 hablen todo el día de la Pantoja y del gañan de su hijo.
8 Tener dolores generales, dolores de cabeza, cólicos o problemas digestivos. Sobre todo me duele la mente y me duelen los años que llevo encima. Realmente no tengo dolores físicos. «Cuando tengo ansiedad si que es verdad que se me remueve una cosa en el estomago que me dan ganas de bombardear un país tercermundista».
9 Pensar en el suicidio o la muerte. Pienso en la muerte, diría que a diario, pero por eso también escribo comedia y este extraño diario. ¿Se me ha pasado alguna vez por la cabeza el suicidio? Sí y no, supongo que como todos. Ya es tarde para eso, prefiero seguir por aquí dando el coñazo con todo esto. Además, si me suicido no podré seguir viendo películas. Hay que seguir haciendo cosas.
Después de contestar a todas estas preguntas no sé si me quedo más tranquilo o más relajado. Son las 19:43 y el día ya está prácticamente hecho. En un rato cenaremos y mañana volverá a ser otro maravilloso día de mierda. También piensa que Carver murió con 50 años y dejó una obra impresionante (no sé muy bien qué quiero decir con todo eso)…cierro por aquí.

miércoles, 20 de enero de 2021

TODO MALA NOTICIAS (DIARIO DESORDENADO).

                                                        Foto de mi ex- habitación
 

18 DE ENERO
Y por el momento sigo sin trabajo (uno de verdad digo). Todo esto de ponerme delante del ordenador a escribir mierdas, idear planes imposibles, todo esto es una fantasía y al final se ha convertido también en una pesadilla.
16:48 y la calles siguen con bastante nieve (Diario de la nieve): Aquí te cuento el estado de toda la nieve que ha caído sobre Madrid: por el momento queda; pero ahora también luchamos contra hielo «Ahora mismo no eres nadie en esta ciudad sin no te has dado un buen hostiazo de camino al Mercadona».
16:50 y hemos comido fuera -iba a decir lo de que el día ya está prácticamente hecho-. Me voy a callar. 16:58 y a veces pienso que me gustaría ser Liam Neeson, no sé, sólo es un pensamiento. Liam Neeson para viajar en tren y meterme en movidas muy peligrosas y terminar liándome a hostias con un montón de gente y salvar al mundo. 

17:20 demasiado café por hoy. Ayer me enteré que hoy iba a ser el “día más triste del año”; daban la noticia (de relleno claramente) en el telediario. Hay hasta un estudio de todo esto (pagado por no sé quién). Me imagino a todos esos analistas haciendo cálculos -no sé cómo se mide algo así, me pierdo con todo esto-. En fin, es el día más triste del año, y además, cae en lunes. 17:23 y creo que casi lo mejor de todo este diario es ir poniendo todo el tiempo la hora que es -pues si que estaba jodido ese día a esa hora- (da igual cuando leas esto). «Quiero ser recordado por este tuit: adjfnkjdfhwf». […]
18:09 y en cualquier momento me levantaré para ir hasta la cocina para prepararme un té con leche. Voy a seguir con mi lista de deseos para el año que viene (porque éste ya lo voy dando por perdido).
-Ser líder de un secta vegetariana.
-Montar una pista de hielo en Móstoles (y prohibirle la entrada a los ricos).
-Hacer carreras ilegales de caballos y perros.
-Aprender a disparar y lanzar hachas a los arboles.
-Amaestrar un delfín y enseñarle a matar a gente bajita.
-Terminar de leer Lolita y reescribir un final alternativo con muchas partes musicales.
-Hacer un güija para ponerme en contacto con mi abuelo y terminar aquella discusión que tuvimos en el 85.
-Abrir un videoclub de cintas VHS.
-Aprender acrobacias del tipo: cruzar aros de fuego y meterme cosas por la boca.
-Darle una paliza a mis vecinos en plan “Un día de furia”.
-Rodar una versión de Transformes con todo el elenco de `La que se avecina´.
-Hacerme amigo de Isabel Coixet y quedar con ella para contarnos mierdas y llorar con música triste de fondo.
-Aprender coctelería alemana.
-Quemar todo mi fondo de armario.
-Enseñar albañilería con tutoriales a través de Twitch.
-Ser un icono de la moda.
-Ser profesor en una escuela de modales para adolescentes cocainómanos conflictivos.
-Ser lavaplatos en un hotel en la temporada de verano y hacerme amigo de una camarera de pisos coja con un parche en un ojo.
18:20 y creo que sí…es momento de merendar, quizá la mejor parte del día, después del desayuno, la comida y la cena. 


19 DE ENERO
20:43 Viendo el Pasapalabra (programa que suele estar de fondo a esta hora). Hay un momento en el que el presentador se pone a hacer una promoción de Infojobs en plan -este año seguro que Infojobs te va a traer grandes alegrías- ¿pero de qué cojones estamos hablando? ,¿Pero qué es toda esta puta mierda? El mundo se ha ido a la mierda y seguimos alargando el maldito puto chiste de mal gusto.
20:45 y mi novia tirada en el sofá busca una película en la tablet para ver dentro de un rato. Cada noche nos hacemos una sesión de cine y series. El pasado sábado terminamos la serie de Alex De la Iglesia (30 Monedas) y bueno…ni bien ni mal, no sé, joder -¿qué quieres qué te diga?- No quiero enemigos, quiero estar en paz, en plan tranqui. Tengo que reconocer que es la primera vez que me entretengo de principio a fin con algo del director. Me lo he pasado bien; aquí han pasado cosas y me ha tenido enganchado cada semana esperando el estreno del nuevo episodio. Muy sorpresa también Miguel Ángel Silvestre, que hace un trabajo enorme -quitándose todo ese guapo de encima- para construir a un tipo anodino de pueblo; un manipulable calzonazos alcalde de pueblo que vive la vida que su mujer ha construido para él. También es lo primero que veo de este actor (confesión máxima aquí). Me gusta lo que hace con la voz y me gusta como rebaja y se contiene. Tiene que ser difícil que te vean siempre como al tipo guapo. Y sigo haciendo apuntes sobre lo que me ha gustado:
Eduard Fernández como actor siempre está brillante. Pero esta vez se sale por el cambio físico que ha hecho para convertirse en ese bicho de brazos enormes; un cura malote que termina siendo un héroe de acción que no para de sangrar.  En mi desconexión de la ficción española, a Pepón Nieto lo tenía totalmente desaparecido y me ha parecido una “muy buena vuelta”; qué gran actor, cómo ha crecido con los años.
Y ahora lo que no me ha gustado: no soy muy fan de los finales del director «tengo la sensación de haber hecho un largo recorrido para terminar dándome una hostia sin recibir nada a cambio». Durante la serie, De la Iglesia levanta demasiadas cosas que siempre espero que exploten en algún momento, pero de nuevo, me he quedado sin ver esa traca final. También me sobra (muchísimo) ese monstruo final que parece sacado de Sharknado. Pero por lo demás todo guay, no quiero ser un  señor mayor coñazo amargado al que que le parece MAL todo.
20 DE ENERO
Hoy me van a pasar un montón de cosas guapas, espera…
13:56 y todo esto es un miércoles. Esta mañana no lo he hecho del todo mal: antes de las 12 salía de la cama para preparar el desayuno; luego he seguido viendo una peli que tenía a medias; luego he salido la cama y he mirado por la ventana: hacía un día maravilloso de mierda con lluvias. Pero me esperaba un diluvio, no sé, después de la pasada nevada histórica […]
 Y sigo pensando que no lo he hecho del todo mal; no he estado en la cama hasta las cinco de la tarde. Hoy puede ser un día maravillo de éxitos.
Esta noche (o ya por la mañana, no controlo el tiempo en mis sueños), he vuelto a soñar que entraba a trabajar en un hotel, pero en un hotel en el que ya había estado hace unos años, pero todo era diferente. No sé por qué razón entraba a las dos de la tarde y lo primero que hacía era coger un plato para comer con la gente de la cocina (gente que no conocía de nada). También he soñado con el sótano de ese hotel; esos sótanos gigantes que he recorrido miles de veces. También he soñado que quedaba con mi prima para tomar un café (todo esto en mi barrio de siempre), pero yo no tenía dinero para pagarme un café y pasaba por el bar de mi padre (bar que ya no tiene porque lleva años jubilados); le pedía prestado un euro a mi padre para tomar ese café. «Hasta en mi sueños soy más pobre que las putas ratas».
 14:22 y de fondo, en las noticias, los tertulianos millonarios siguen hablando de como arreglar el mundo (me da la risa y el vomito siempre que escucho a esa gente; gente que lo tiene todo). La curva, la tercera y la cuarta ola, los sanitarios, la vacunas, los protocolos, la inmunidad de rebaño, la incidencia acumulada. Seguimos a tope […]
17:00 y parece que no pueden haber buenas noticias: explosión en un edificio en el centro de Madrid.
He vuelto de dar mi paseo (para bajar el azúcar); durante mi vuelta he bajado hasta el parque y he caminado por calles mojadas y con restos de hielo. Me he encontrado con calles que -directamente no habían quitado nada de nieve y las he evitado para no matarme-.

 Durante mi caminata he escuchando una playlist: mi variadito para caminar por la crisis.  Mi banda sonora personal que hace que me sienta que estoy en un documental de Filmin en el que siempre está lloviendo.
En esa lista tengo `Tempest´ de Dylan.  En el álbum Dylan canta con voz de perro borracho y apaleado (y me encanta). Siempre que me pongo a Dylan pienso que no todo es una puta mierda y que aún hay cosas que pueden estar bien. También he escuchando algunos temas del `Dirty´ de Sonic Youth -ya lo sé, vaya cambio-. Ese disco siempre me lleva a sitios, al pasado, a otros momentos en los que mi vida era otra cosa.
Siempre que salgo a dar un paseo pienso que me irá bien para desconectar y no pensar en nada (como esa gente que sale a montar en bici). En mi caso mi mente no desconecta y me pongo a mil pensando en mil movidas -vale, tampoco ayuda mi situación, ya lo hemos hablando antes-. Al volver a casa ha empezado a llover y he vuelto a pensar que lo he hecho bien: «como controlando el tiempo para no mojarme y llegar justo a tiempo». 


Después del paseo me he vuelto a medir el azúcar y lo tenía por debajo de 100; después de eso me he metido en la ducha.
17:53 y Biden toma posesión como Presidente de los Estado Unidos (Tengo miedo de todo ahora mismo).   
«Esta sociedad se va a la mierda». Acaba de decir Jorge Javier en Tele5.
18:18 he merendado; le he enviado un par de mensajes a mi hija, me dice que está con los deberes. Cae la noche y siguen las malas noticias de fondo. Algo de ansiedad, mucha tristeza, desilusión (depresión colectiva) 2021 y damos ya el año por perdido. Me gustaría meterme por aquí y ponerme a escribir un montón de cosas buenas; sobre proyectos, buenas noticias, ideas, éxitos, trabajo; hablar de cambios, que todo va bien y que me siento a gusto conmigo mismo y con todo -¿te imaginas?-. 


18:29 «Creo que mis mejores años en el culturismo ya los he dado». «Creo que mis mejores años en el expresionismo abstracto ya los he dado». Echo de menos la comedia, grabar, quedar con otra gente para grabar cosas (creo que me repito todo el tiempo diciendo todas las cosas que echo de menos). -Pues sí que es raro todo este diario desordenado-.Cierro por aquí, no me apetece seguir escribiendo más cosas raras.

domingo, 17 de enero de 2021

LA MAYOR NEVADA DEL SIGLO (DIARIO DESORDENADO)

 17 DE ENERO 



En un encuentro con amigos (había sustancias de por medio en la mesa) volvimos hablar del pasado -¿fueron mejores los tiempos pasados?-. -Toda la música que se hace ahora es una mierda-.
Entonces salió el tema generacional: todo eso de la vida de nuestros padres, que todo lo de ahora está fatal, que si la crisis del 2008 -esta nueva que tenemos-, los alquileres, su puta madre, el dinero que teníamos en el banco, los trabajos fijos (…) Después de hablar sobre estas cosas, pude sentir un tono desilusión en el aire. «Nada volverá a ser igual, o volverá , pero será otra cosa». (No sé qué intento decir con todo esto, consecuencia también de mi resaca). Ahora tengo 45 años, y es verdad que si me pongo a pensar en hace “mil años”, entonces recuerdo mi -Ex-vida-  y claro, puedo recordar que estábamos mejor en mil aspectos. -Pero deja ya de llorar, joder-. Todo todo lo que viene a continuación va a ser muy divertido. 

Ya no creo que lo pete como modelo de Instagram. Ya no creo que triunfe haciendo gameplays con el videojuego de moda. Ya no creo que me haga millonario como el cómico de moda en la película (con los tópicos de siempre) del verano. 16:09 y me voy a saltar la parte de la siesta, demasiadas horas metido en la cama, el año pasado y lo que llevo del nuevo año.

 He decidido que a partir de ahora voy a dejar de escribir sobre dramas y mis mierdas personajes; voy a dejar de escribir sobre: la depresión, el divorcio, la pandemia, el dinero, cualquier crisis global, gente pobre en la mierda, gente que no tiene dinero, comer, dormir, pisos de alquiler, Tenet, Nolan, Twitter, hoteles cerrados, café frío en la cocina, chicas desnudas problemáticas, habitaciones de hotel con olor a abrillantador, pisos compartidos con habitaciones congeladas, amigos y ex-amigos, trabajos de mierda, paro, ayudas (no concedidas), el cine, mis mejores años, la juventud, mis padres, bares cerrados, calles sucias, mi antiguo barrio, viajes en avión, préstamo, criticas de cine, drogas y noches de chill, gente frustrada de instagram, aspirante a poetas de Facebook que en realidad no tienen nada, Tinder, lavadoras, piscinas de verano, paellas, libros que hay que leer, ex novias, recuerdos tristes, mensajes privados de gente rara, pantalones viejos, ropa de cocina, taquillas oxidadas, pilotos de series de comedia, guiones sin terminar, show en directo, los mecenas, las vacunas, el azúcar, Beck, escribir en el ordenador, dibujar gente triste apoyada en la barra de bares…

Estoy pensando en un millón de cosas más sobre lo que no debería escribir. Está claro que si me quito todos estos ingredientes me quedo sin nada […]
¿Pero qué horas es?, ¿y cómo diablos he llegado hasta aquí? 16:25. Se ha quedado una tarde muy guapa para estar de pie en la cocina mirando el microondas. «Demasiadas series que ver, así no nacen niños». El mundo se ha ido a la mierda y todo es una nueva serie que hay que ver o no eres nadie. Suegras que se quedan dormidas en el sofá con el mando de la tele en la mano con Noé (Aronofsky) de fondo. «No sé qué estoy haciendo con mi vida» (Algo que creo que me he dicho en todas las etapas de mi vida).
17:05 y las calles siguen con los restos de la nevada (ahora hielo). Ahora mismo no eres nadie si no te has dado una buena hostia caminando por la calle. 17:20 café con leche (segundo del día). Nada de ansiedad. Cero ofertas de trabajo (para hacer cualquier cosa), nada en mi bandeja de entrada. Ningún ingreso en mi PayPal -¿pero qué esperabas?-. Todo esto es un domingo. Hemos comido, ella se echa una siesta, no tenemos gato. Escribo, pero por hacer algo, ya sabes, ya lo he dicho otras veces. También pienso muchas veces en seguir escribiendo otras cosas de ficción (¿esto lo es?), bueno, ya sabes: abrir un nuevo documento y ponerme a escribir una historia, con personajes que no sean YO, (al final siempre lo son), escribir buenos diálogos, que pasen cosas. Y una vez terminado, dejarlo abandonado y escondido en una capeta de cosas que -nunca haré-. Esto suele ser siempre así.
«En diez minutos todos fans de los Beatles». Escribo esto en Twitter mientras leo la noticia sobre la muerte de Phil Spector (todo ese pelo). El señor Spector también será recordado (a parte  de ser un brillante productor musical), por pasar la última etapa de su vida entre rejas por haber asesinado a Lana Clarkson, actriz que nadie recuerda pero que salió en `Aquel excitante curso´.Película que sí recuerdo y vi recientemente en Filmin, pero no la recuerdo a ella en esa película. Así que ahora me siento fatal por todo esto.
17:39 y esta mañana, al abrir mi cuenta de dibujos de Instagram, me ha saltado un aviso de “las normas de seguridad” de la comunidad y de su puta madre; me habían eliminado una viñeta en la que hacía una crítica sobre el suicidio en el mundo del arte, (una sátira, humor negro de denuncia, una viñeta más de las mías…) ,pero no sé por qué razón, ha debido de herir la sensibilidad de algún espectador y la publicación ha sido denunciada. Así que por el momento no puedo utilizar mi cuenta de viñetas. Todo esto pasa cuando -de repente- te ven más de 20.000 personas en una cuenta, entonces molestas. Vuelvo a lo que decía hace unas cuantas lineas: llegará un momento en el que no hablaremos de nada (Fahrenheit 451). Nada de contenido, no pensar, no hacer pensar, no remover consciencias; que todo sea la misma puta mierda de siempre: el mismo programa de famosos haciendo subnormalidades, la misma película de acción que no cuente nada, el mismo humorista haciendo humor sobre la abuela en vacaciones y el cuñado sentado en la mesa en Nochebuena. La misma novela (sobre nada) de la famosa de turno que sale en la tele y que gana el premio Planeta, el influencer y mal ser humano (vacío e irresponsable) que da consejitos desde sus redes sociales -sobre la tendencia de moda y todas sus nuevas mierdas que le han regalado las marcas y que tiene que enseñar para darnos envidia al resto de los mortales-. Y la tierra seguirá girando, pero mal.

 17:54 y las campañas navideñas de perfumes ya no invaden nuestros hogares, ya vamos todos perfumados. Siento que me acabo de desatascar, todo bien, todo igual de mal, como siempre. 17:56 y la noche va cayendo sobre esta mesa. Tengo sed y algo de cansancio […]
Esta mañana, después del desayuno, me he quedado  en la cama y  he terminado de ver `The Big Heat´ (Los sobornados) de Fritz Lang . Y no puedo parar de pensar en -lo de puta madre, maravilloso y genial- que es todo el cine de este director. También pienso en Scorsese, absorbiendo y estudiando al director austríaco. En internet me encuentro con una lista de Scorsese con sus “39 películas que todo cineasta debería ver” y Metrópolis es la primera de la lista. `Deseos humanos´será la próxima que vea. Recuerdo que siendo más joven, en uno ciclo de cine de un centro cultural, pude ver en pantalla grande `La mujer en la luna´, tengo buenos recuerdos de ella. […]

«Voy a desayunar. Sigo confinado». Son las seis de la tarde y a esta hora pasan un montón de cosas interesante, voy a cargarlas.
«¿Os acordáis cuando las series nos importaban una puta mierda?».
19:33 y me he pinchando en el dedo. 163 de azúcar.  He merendado hace un rato. «20:15 y al final la nieve no era plástico, se ha convertido en hielo».  Voy a ver qué ceno, el día va terminando y de hoy ya no espero mucha cosa. No ha sido una mala semana -o sí, yo qué sé, pero qué mierda-. 20:20 y cierro por aquí. Me voy a lanzar al sofá para seguir viendo todas esas malas noticias de la tele. 


Sin ingresos, sin trabajo. 

Mecenas: Paypal. elnieblas@gmail.com

sábado, 16 de enero de 2021

DIARIO DESORDENADO (HIELO Y RISA)

 2 DE ENERO

Un radiante sol que flipas ahí afuera. El año nuevo está trayendo un montó de cosas buenas. 14:40 y presiento que hoy va a ser otro de esos días (tú ya sabes).Ya me he duchado, he desayunado (fuera de la ducha) y por el momento estoy odiando poco, pero porque el día casi acaba de empezar. 18:14 y estoy haciendo un montón de cosas en este nuevo 2021.
20:12 y este día será recordado en las redes sociales como el día de la “tía de las tetas”; por la mañana nos enterábamos del desalojo de una fiesta (rave) ilegal, con cientos de asistentes (putos gilipollas, a cada cual peor ser) que se había celebrado en un polígono en Barcelona, y en la que llevaban en marcha (y muy drogados) desde la pasada Noche vieja.
3 de enero y sigo a la espera de las mieles. 13:59 y había puesto el despertador para levantarme esta mañana a las 6; cuando ha sonado lo he parado y he vuelto a seguir durmiendo.
5 DE ENERO
14:32 y siguen las malas noticias de fondo. Algo de ansiedad, algo de depresión (lo normal), y mañana cumplo 45 años, pero qué fuerte ¿no te parece?
9 de ENERO
Tengo la sensación de que me he saltado como un montón de días de este diario. Tampoco es que haya pasado nada interesante: en crisis, en el sofá, en la manta y el café. Son las 13:20 y a la pandemia ahora también hay que añadirle una “nevada histórica", para mí lo es porque no había visto nevar en mi vida (mal apellido tengo). Mientras escribo todo este montón -de lo que sea- a mi lado, en la puerta que da a la terraza, la nieve casi llega a mis pies. Vacunas, asalto al capitolio y una nevada «empieza fuerte el año». Hoy sí que de verdad que no podré bajar al gym, pero porque seguramente esté cerrado, así que no voy a forzar nada.
11 de Enero.

 La gente recoge la nieve, cierran colegios, nos confinan en el barrio y es el fin del mundo. 17:03 y últimamente me está costando escribir, no sé, algo pasa ¿pagina en blanco? Todo mal. Cómo me gusta el maldito café; segundo del día y debería tomar sólo uno, no sé, por decirte algo. El puto café y Marvin Gaye de fondo. Pretty Woman otra vez de fondo en un canal «Son días así» ¿Cuantas veces habré escrito esto mismo? También tengo la sensación que no hay muchas otras mejores cosas que hacer que estar escribiendo. Me llegan mensajes al grupo, alguno contesto, a veces entro; ellos hablan de series y películas y echo de menos esos días de quedar con mi grupo de amigos, la isla, todo eso […]
El próximo miércoles por la mañana tenemos la reunión para hablar de la serie, a ver qué pasa con eso. Mi hija dice que eso lo tenemos vendido y que volveré a grabar y que las cosas volverán a molar […]
17:11 Y lo bien que he estado estos pasados días mirando por la ventana como un perrete mirando nevar.  
13 DE ENERO
¿Te dije que fue mi cumpleaños? Sigo teniendo 45 años. Cualquier movimiento que haga podrá ser considerado como síntoma de la crisis de los 45. Así que por precaución, voy a intentar hacer muy pocas cosas en los próximos meses, hasta que pase todo esto. 17:29 finalmente tengo la reunión mañana, sólo espero éxitos, que salga bien, que se ponga todo el marcha y volvamos a bailar -¿de qué cojones estás hablando? […]
Ayer noche, después de cenar, me invadió una sensación de mierda en forma de ansiedad. Abrí el cajón y saqué la cajita pequeña que me había recetado mi médico. -Si te notas que estás en la mierda máxima que te subes por las cortinas, te tomas una entera; si ves que mal, pero que más o menos te puedes controlar, pues te tomas media-. Yo estaba en lo segundo; me metí la media en la boca, un trago de agua y directo a la cama.

 Creo que la elección de la película tampoco ayudó micho porque nos pusimos un “drama máximo”: (Fragmentos de una mujer), sobre una pareja que pierde a su bebé y todo se va a la puta mierda. Con el efecto de la pastilla yo me quedé totalmente relajado, suave y dócil como un gatito pegado a un radiador. La pastilla me había llevado a otros lugares totalmente alejados de todas las mierdas y lo putos problemas del mundo. Claramente las drogas son un peligro, más si vienen en pequeñas cajitas recetadas por el médico. La droga que me metí no era de discoteca, no era para quemar tecno toda la noche. Después de terminar la película intenté ver entero un capítulo de Expediente X, pero a la media hora mi cabeza y mi cuerpo me estaban pidiendo sueño. Es raro, nunca antes había tirado de ese tipo de pastillas (tan peligrosas y adictivas); entiendo que haya gente tan majareta que ya no pueda pensar ni vivir sin estas drogas. Maldita ansiedad, maldita crisis y puta pobreza. […]


 17:41 y en cualquier momento me levantaré para ir hasta la cocina para prepararme una merienda: un café con leche con algo. Mientras, escribo, pienso en mis cosas y tengo mocos. Todo esto sigue siendo el diario desordenado.
14 de ENERO
Y las nieves siguen llenas de calles (o algo así). 15:15 y he bajado a por un pollo; mientras esperaba las patatas, una señora que también esperaba su pedido hablaba con el dependiente, ella arreglando el mundo en unos minutos: «pero qué panda de hijos de puta todos los políticos, verás cómo ningún político se muere por el virus; cómo ellos van en sus coches privados…».La verdad, yo me he acojonado un poco porque sólo quería llevarme un pollo con unas patatas.  
15:19 y entro en el Spoti para escuchar a Mercury Rev (pero porque me vienen muy bien para la depresión). Es abrir la aplicación y me salta una publicidad de -La mejor puta lista del universo para hacer ejercicio-, toda con su buena mierda de electro latino (imagino).
«Están privatizando mi depresión.
16 DE ENERO
Nombres de mis listas de Spotify:
Depresión.
Mercadona.
Divorcio.
Ex vida.
Paseo por el parque.
Guion de largo.
19:18 y hemos pasado unos días en una habitación en un hostal del centro. Hemos estado tan bien: con su cama grande, un cuarto de baño de esos de revista de decoración (con una ducha muy chula), calefacción, una ventana con vistas a la basura y a un montón de árboles caídos. Y lo más importante : ni un puto ruido de vecinos psicópatas hijos de puta. 19:25 y creo que se ha puesto una buena tarde para no hacer nada. Esta mañana he vuelto a hablar con mi padre; de nuevo hemos vuelto a hablar de lo mal que está todo. Esta vez no me ha preguntando en ningún momento «¿Tú qué tienes pensando hacer?». Ve que todo está tan mal que quizá le vea poco futuro a todo esto que viene.  

miércoles, 13 de enero de 2021

EL SHOW DEBE CONTINUAR, PERO GRATIS



«Las cosas guays están en Madrid». -Me decían todo el tiempo-. «No conozco a ningún cómico que viva fuera de Madrid». Me decía hace años un compañero de la comedia. -Joder, entonces tendré que ir a vivir a Madrid-. Supongo que llegué tarde y mal, o mal y ya está. Llegué con mi divorcio y arruinado, y con las energías por el suelo.
Había pasado toda mi vida en mi «burbuja isleña» y ahora estaba en una de las ciudades más grandes del mundo; demasiada gente buscando lo mismo: -el petarlo, triunfar, vivir de lo tuyo, tu creatividad, tú vales para hacer más cosas, eres muy gracioso, muy valido y muy limpio-.
 Ahora estaba en Madrid con 42 años y seguía manteniendo mi -pequeña colaboración- en el programa (con eso tenía un mini sueldo); pero tenía que encontrar más cosas sí de verdad quería sobrevivir en la ciudad. En la isla había estado trabajando en varías productoras: editor, operador de cámara y realizador. Luego la llamada para colaborar en el programa de radio (pero qué fuerte), y eso lo cambió todo.
-Tienes que subir al escenario y hacer monólogos —me decían todo el tiempo.
-Joder, pero qué pereza, no me atrevo.
-Pues tienes que hacerlo, el dinero está ahí.
(o estaba, yo no lo vi). Al final me subí al show, no sé si mal y tarde, pero subí. Primer show en directo en la sala Galileo, ahí con los grandes, quizá demasiado grande para empezar ¿no?
Invité a un amigo cómico y juntos preparamos un show de una hora y algo. Al final vinieron unas 100 personas (que creo que vinieron todos por mi colega).
Después de la actuación me pusieron dinero en la mano y pensé «hostia, pues sí que mola esto, a lo mejor hasta se puede vivir bien haciendo lo que me gusta». Aquello fue un subidón, y después de esa noche, al día siguiente tenía que coger un avión para volver a la isla. En cuanto entré por la puerta de casa me senté en mi mesa y me puse a cerrar nuevas fechas para volver actuar.
He actuado para 10 personas y he actuado para 800 personas en un teatro gigante en Barcelona (con otros cómicos). He actuado en fiestas de barrio: en un local asqueroso de noche con la gente pegada al suelo (por las copas rotas). He actuado en -a tomar por culo- en un bar en Zaragoza -que aquello parecía un “club de divorciados”. 


En Bilbao, en una sala muy grande y muy guay, con mi propio camerino que me sentía Prince. Tres noches seguidas en Valencia (que han sido hasta ahora, mis mejores noches haciendo shous en directo).
He estado en cientos de sitios, a veces triunfante, otras veces de vuelta a casa sin nada. Durante una buena época, pude actuar semanalmente en una sala de Palma (nostalgia, lloro). He pillado aviones para ir a Madrid para actuar para nadie, cancelar el show y volver a casa sin nada «es que tienes que programar tus shous con la agenda del fútbol en la mano (me dijo una vez Joaquín Reyes); Si hay fútbol o cualquier otro evento importante estás muerto».
He actuado para dos tíos raros con sudaderas (que iban fumados) en un club privado de cannabis. Luego aparecieron dos chicas (que creo que me conocían), y se sentaron en una mesa alta y se rieron un montón.
También he actuado en una sala “gestionada” por gente de Podemos, que aquello parecía una conferencia sobre el sida. En un local raro ( a medio hacer) al lado del Palma Arena; en una Galería de Arte (que moló mucho).
En estos dos último años he estado actuando semanalmente en un bar en Malasaña. Al principio le puse precio a la entrada : 10 euros -tío, ni de coña voy-. Luego a 5 euros: no aparecía nadie. Al final lo puse gratis y empezó a venir la gente.
-Lo que tienes que hacer son open mic y así te conoce la gente y haces contactos
-¿Open mic?
-Sí, así pruebas texto.
-Vale, ¿pero pruebo texto para qué?
-Pues para luego tu show.
-No entiendo nada.
Así que de repente todo es un open mic: vas, subes, haces unos minutos y te bajas ¿y para qué? -Pues no sé, así pruebas texto.
-Pero es que llevo siete años actuando, no sé si tengo algo que probar.
-Pues no sé, así te ven.
-¿Y hago contactos? -pues eso; Vas, subes, haces tus minutos, y al día siguiente lo mismo; hay otro open en no sé dónde, pero también es gratis.


«Joder, ¿y si lo dejo?». Me llevo repitiendo un millón de veces. «A tomar por culo, dejo esta mierda; mañana me voy a levantar y voy a dejar de pensar en chorradas; en hacer reír, los vídeos, los textos, las viñetas, lo likes, los shous para cuatro personas. Me voy a centrar de verdad en encontrar un buen trabajo en una empresa de esas que trabajan con ordenadores en la quinta planta; con máquinas de agua y de café, con compañeros amargados que me dirán de ir a jugar a los bolos los fines de semana; volveré a casa en el metro con toda esa gente con la piel blanca; me sentaré al lado de un repartidor de Globo con su bicicleta, tendré un día libre y mi jefe me odiará. No le diré a nadie nada de mi pasado oscuro hasta que una mañana, unos de mis compañeros me enseñará su móvil y me dirá -mira lo que me han pasado por un grupo, es un vídeo muy gracioso y sales tú».    
-Toni, ¿has probado en suicidarte?
-Sí, lo hice una vez y tampoco funcionó. 

¿Te gusta todo esto?

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sábado, 2 de enero de 2021

TENET: MÁS GRANDE, MÁS NOLAN, MÁS “NO ENTIENDO NADA”.

Ayer vi Tenet. Lo mejor de todo es que puedo hablar de ella sin contar nada de la trama, porque no la entendí. Supongo que la debe tener, porque hay un guion y la peli es larga que te cagas. Me estoy haciendo mayor y siento que empiezo a ser un  señor viejo al que hay que darle las cosas un poco hechas, algo más fáciles; me parece bien cualquier rareza, pero que se entienda. 


A Nolan siempre le han gustado las películas “complicadas”; hay que recordar que fue `Memento´ la primera película del director con la que flipamos, y tampoco era una película fácil, pero bueno, se podía seguir; te enganchaba lo que estaba contando y de alguna manera empatizabas con el personaje protagonista. A Nolan le gustan los viajes temporales, la ciencia ficción, los cómics, la física, el espacio, lo no lineal, el futuro y el pasado, los recuerdos y la mente, el paso del tiempo y la vejez, el amor y la familia, la ciencia, Michael Caine y los tíos elegantes con buenos trajes.

 Los personajes femeninos de Nolan siempre son el mismo: una tía guapa elegante y misteriosa con mucho dinero y poder. Tenet vuelve a ser otra película de Nolan de aspecto grande, ruidoso, con mucha pirotecnia y escenas con grandes camiones. Si pasas de todo el esfuerzo de entender lo que “pretende” contar, con Tenet puedes pasar un rato (largo) y entretenido, viendo una película de acción que puede recordar en muchos momentos a `Origen´(que se entendía mejor todo, ya digo, señor mayor).
Me gusta imagina ese momento en el que a John David Washington (protagonista de Tenet) le llega por primera vez el guion a sus manos. Nolan se lo ha enviado por hotmail y Washington se lo lee en un par de días (porque vaya tela, piensa él). 

Nolan no para de enviarle mensajes en plan : «Oye, léelo y me dices cosas, me tienes por aquí para cualquier duda». Y adjunta emoticonos y algún gif divertido, no sé, el del perro ese que baila o un gato haciendo algo gracioso. Finalmente Washington le envía un mensaje a Nolan diciéndole que ya lo ha leído y que le parece guay, pero que también hay algunas partes del guion que no ha entendido -Me paso por tu casa ahora y hablamos, y de camino pillo unas pizzas -le dice Nolan-. Washington en ese momento le dice a Nolan que tiene lío y que mejor quedan otro día. Todo esto porque Washington no ha entendido una puta mierda del guion; él sólo ha visto explosiones y movidas de tiros y no sé qué de una máquina de viajar en el tiempo.

 Pero claro, no se lo quiere decir a Nolan, porque es un fan de Batman, porque Batman es guay y la ha visto mil veces, pero la del Joker. Así que Washington le dice a Nolan de quedar la semana siguiente (todo esto por whatsapp), para entonces Washington se habrá leído el guion un par de veces más, a ver sí así pilla mejor toda la movida esa rara del guion.
Pero Washington también tiene un plan: llamar a su padre para pedirle el teléfono de Michael Caine, porque, joder, -si tu padre es Denzel Washington, claramente en su agenda de Google está todo el mundo importante de Hollywood-. Adjuntar contacto «Michael Caine», enviar. Una vez con el número en su manos, Washington “hijo” llama al señor Caine, porque sabe claramente que también estará en la nueva peli de Nolan.
-Hola, ¿qué tal? No me conoces de nada, soy el chaval de Denzel Washington, mi padre me ha pasado tu contacto
-Hombre, joder, qué bien que me cae tu padre. No sé si hemos coincidido alguna vez, no puedo recordar todas las pelis que he hecho en mi vida porque tengo como mil años. ¿Tú qué tal todo?
-Yo bien, aquí currando en nuevos proyectos… Te quería hacer una consulta: Nolan me ha pasado el guion de Tenet y he supuesto que tú también ibas a estar, pero joder, es que me he leído el guion una par de veces y no entiendo nada. ¿Tú sabes de qué va? Es que no quiero quedar mal con él, porque me flipa Batman.
-Vamos a ver chaval, es que Batman era otra cosa. Christopher me pasó el guion de Tenet, pero él sabe que yo nunca leo los guiones de las pelis que hago. Además, salgo en una pequeña escena en un restaurante; he leído mis diálogos y me parece guay. Será poca cosa y lo rodaremos en un par de horas. ¿Cual es el puto problema?  Tú dile a Christopher que sí a todo y pon cara de interesante, y que es el mejor proyecto de tu vida y ya está. También salí en Interestelar y me salí del cine a los 20 minutos de empezar la película.  Nolan es un coñazo, pero también es muy buena gente. Mañana tengo noche de pizzas con él y nos haremos una maratón de Batman, pero de las de Schumacher. 


Después de hablar con Caine, Washington junior se queda más tranquilo pensando que no el único imbécil que no entiende el cine de Nolan. Después de esa charla, llama a Nolan para decirle que está dentro, y que Tenet posiblemente es el guion más cojonudo que ha tenido en sus manos desde las Tortugas Ninja Mutantes 25. Una sonrisa gigante se dibuja en la cara de Nolan y sabe que tiene otro éxito en camino. El resto ya es historia de internet.

MECENAS:
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viernes, 1 de enero de 2021

NUEVA ENTRADA, NUEVO AÑO.



31 de diciembre
Diario desordenado.
«Con la de tuits buenos que tengo y nadie me ha querido editar una novela». 16:30 de la tarde y ya hemos desayunado, comido y casi cenado. Hay cosas en la nevera y el horno […]
Acabo de volver de la calle; salí a caminar durante una hora pensando que volvería más fuerte y renovado, estoy hecho polvo. Antes de salir me he preparado bien: me he abrigado bien; con mi gorro de la lana y mi chaqueta. Me he puesto mi gagas de sol (para aprovechar esos pocos minutos de sol, sigo siendo un moderno, mis wayfarer siempre). Luego me he colocado mi mascarilla negra hasta las cejas y he salido por la puerta. Al meterme en el ascensor me he mirado en el espejo y me he sentido Darkman, pero la primera. Al salir del ascensor me he sacado un kleenex (limpio) para abrir la puerta de la entrada (en este plan estamos).
 Una vez en la calle, me ha invadido una explosión de esperanza e ilusión, que me ha hecho pensar en que todos los problemas del mundo se iban a solucionar una vez pasado el día, recibiendo con los brazo abiertos un nuevo horizonte que iba a traer el año nuevo con un montón de alegrías con sabor a fresa y melocotón.

 Después he empezado con mi paseo y he seguido pensando que todo era una puta mierda. Cosas que me han venido a la mente mientras caminaba: los primeros discos de Beck (los que molaban), La depresión y el suicidio, gente coja, cortes de pelo fallidos, ropa barata de mercadillo, antiguos cargadores de batería de viejos móviles, mi viejo barrio, el primer blog que me abrí (del que no me acuerdo de la contraseña), bares que dicen que tienen wifi pero luego no hay, patinaje artístico y alcoholismo, el genocidio indio, aquella película de Edie Murphie que nadie vio, gente buscando el Google el nombre de Eddie Murphy para escribirlo correctamente, mi carrera fallida en la pintura al acrílico, famosos  que llevaban perilla en los 90. 

Seguí caminando y pensé que lo bueno de vivir en una ciudad grande es que puedes coger una calle, y caminar en línea recta hasta salirte del mapa, si quieres. Es lo que hice: caminé durante una hora sin parar y pude ver los cambios urbanísticos de la zona; de arrancar mi paseo desde la zona “más nueva”, de construcción más o menos reciente (esos pisos feos de ladrillo rojo construidos hace más de 30 años), hasta cruzar un parque gigante (no sé cuando se construyó), luego llegué hasta una rotonda y me encontré con un teatro y luego un centro cultural. 

 Seguí caminando y pude ver casas viejas: algunas derruidas y otras que parecían habitadas (imagino que por gente muy triste). Seguí mi camino y la estética cambió radicalmente hasta convertirse en lo que parecía “la zona mas antigua del lugar”: con sus viejas casas, una iglesias, más parques y calles que me dieron la sensación de estar en un pueblo que nada tenía que ver con el sitio del que  venía. Podía haber seguido caminando, porque quería saber más de la zona, pero también era mi último paseo del año y tampoco quería fliparme y volver a casa reventado. Así que me di media vuelva, el sol empezó a desaparecer y hacía más frío. Durante mi caminata me puse triste y pensé en mil cosas. Al llegar al portal de casa, empezó a llover justo antes de meter la llave en la puerta del portal; pensé en que lo había hecho bien […]


16:49 y «Nostradamus también predijo el divorcio de tus padres». Gente que no para de decir todo el tiempo lo malo que ha sido el 2020 -tú vida ya era una mierda antes-. En serio, parad ya. «Otra noche que volveré a cenar pizza congelada del Mercadona con mi padre mientras vemos Inland Empire intentando comprender todos sus mensajes ocultos». Tienes una vida muy interesante, por eso te pasas todo el día el puto día dando el coñazo en Twitter […] Yo creo que el día prácticamente ya está hecho.
17:43 Como me dijo una vez mi padre: «Mientras nadie se cague en tu boca, todo irá bien». Jamás me dijo algo así, pero hubiese molado mucho. -Tengo que hablar un momento contigo hijo- Y después de eso encerrarnos en mi habitación, él se sentaría en la cama conmigo y me miraría directamente a los ojos, todo esto mientras por la ventana el sol caería por el horizonte.
«17:45 y el wifi nunca antes había sido tan bueno».Me imagino en el futuro diciendo algo así, no sé. Sé que no tiene ningún puto sentido. Igual que las veces que escribo «puto sentido».
17:47 y cualquier momento de la tarde puede ser bueno para darme una ducha. Hoy voy a cerrar antes por aquí, no por nada, no tengo mejores cosas que hacer, lo haré por hacerme el interesante. Maldito diario de mierda, cómo te odio.
1 de enero del 2021 y la pandemia ya ha terminado , ¿te imaginas? Pero qué hijos de puta. -Hola, ¿cómo estás? Ayer no paraba de pensar en Wall Street (el film de Oliver Stone); la noche anterior la había visto en la cama y me volví a quedar fascinando por la presencia y todo el pelo que tiene Michael Douglas. Luego pensé en que me gustaría vivir en ese pelo, y luego, no sé por qué razón, empecé a pensar en mi padre y lo comparé con Michael Douglas en esa película, pero mi padre  es todo lo opuesto a ese personaje, ese gran villano de cine sin escrúpulos. Nunca harán una película sobre mi padre […]
 18:22 y siento que está siendo un buen año. Llevo casi todo el día durmiendo. Del 2020 sobre todo recordaré que fue un año que me pasé escribiendo  diario, no sé si con algún sentido, Es lo que hice. Otra cosa que molaría ahora es aprender a escribir correctamente. También echo de menos grabar cosas, pero eso parece que va a ser difícil de retomar. Algo que me dijo mi hija el año pasado: «Deja de hacer vídeos hablando en el sofá, estás ya muy visto con eso». Joder, y tenía razón. «Cuando nadie te compra es momento de dejarlo y hacer otra cosa, la putada es que ahora mismo no sé muy bien cual es la otra cosa» […]


 18:26 y todo esto sigue siendo un diario; es curioso porque empecé a escribir de forma diaria a finales del 2017, pero sería muy jodido compartir todo aquello; por el momento ahí se queda. Ahora todo esto tiene otra forma, es otra cosa, no sé si más divertido. Al menos espero que sea entretenido (para mí). Lo que más me gusta de este espacio es que es “invisible”; es un maldito blog en el que parece que no entra nadie, nadie deja comentarios, a nadie le importa toda esta mierda.Puedo compartir mis cosas a diario, esto no es Facebook ni cualquier otra red social de enseñar la polla. «Va a estar todo tan bien». Eres un maldito romántico de la mierda.