sábado, 15 de mayo de 2021

ERES VIEJO


VIEJO

Cada año que pasa estoy más cerca, cada día pienso en lo mismo, pienso en la muerte. Tengo 45 años y en nada seré viejo, más viejo de lo que ya soy. ¿En qué momento se irá todo a la puta mierda? ¿Cuando empezaré a cagarme encima?..Eso pasará, lo sé. A día de hoy -más o menos-, sigo teniendo el control de la cosas, pero sé que algún día perderé la memoria y acabaré desnudo y perdido en la noche en mitad de una carretera; estaré sucio y lleno de barro, tendré sangre por la cara de haber peleado con un perro y no sabré cómo habré llegado hasta ese lugar. Entonces, un desconocido con su coche,  a punto de atropellarme, me encontrará. Luego muy nervioso, el desconocido avisará a una ambulancia y vendrán a recogerme y me encerrarán en un extraño hospital. Me darán muchas pastillas y me quedaré tumbado atado boca arriba en una cama, mirando el techo, intentado quedarme dormido.
Joder, creo que queda claro lo que estoy diciendo:
«Te haces viejo y es todo es una puta mierda». No hay nada digno ni guay en hacerse viejo. Vivir mucho, vivir demasiado, hace que acumules experiencia, y «La experiencia» hace que te lo sepas todo, y eso te convierte en un puto amargado ; «esto ya me lo sé, esto ya le visto antes, esto ya lo he vivido mil veces». Nada me emociona, el rock a muerto y todo es una mierda. Todo lo que se hacía antes era mejor: el cine, la música, los libros, las chicas. No hay nada peor que quedarse atrapado en la nostalgia, porque no te deja pensar, la nostalgia no es productiva; La nostalgia te deja bloqueado.
Ahora te ríes porque tienes 20 o 30 años y te crees inmortal. Pero un día no te darás cuenta y te dirán que quieres vestir de joven, cuando has llevado la misma ropa toda tu vida. Cualquier ropa te quedará mal, pero porque ya no tendrás cuerpo, serás todo huesos o estarás gordo como una vaca. Un día alguien joven te llamará «SEÑOR», y ese será el principio de muchas cosas. Un día serás tú el mayor del lugar, el más viejo del bar. -Joder, ahora ya tengo la edad en la que mis padres ya eran mayores-.
Con 70 parecerás una señora embarazada con una enrome barriga y pasarás de todo; te quedarás todo el día dormido en el sofá llevando unos pantalones cortos y una veja camisa con cuatro botones. Las siestas serán infinitas y se juntarán con la hora de dormir. Te levantarás durante toda la noche para ir a mear o cagar. Te levantarás a las nueve de la mañana para seguir durmiendo durante todo el día en el sofá. Perderás el gusto por la cosas y también el criterio; ahora el cine del oeste te parecerá genial «pero qué buenas películas que echan en ese canal». Pero no verás ninguna entera porque siempre te quedarás dormido con ellas de fondo. Te harás viejo y dejarás de follar, de molar y de gustar. De tu polla ya no saldrá semen y el porno te dará igual. Ya no tendrás Tinder ni ninguna otra aplicación de citas. La ropa interior te quedará mal y grande; o la llevarás siempre sucia y rota por vieja. Dejarás de comprarte ropa interior y estarás solo. Tus amigos serán igual de viejos que tú, y no querrás quedar con ellos por esa misma razón -putos viejos de mierda- pensarás. Descuidarás el aseo personal, dejarás de ducharte -¿y para qué?- olerás mal, tu aliento olerá a vomito, no te lavarás tu boca podrida y se te caerán los cuatro dientes que te queden. La actualidad y lo que pase en el mundo te dará igual: el estreno de la última de Marvel, el último cotilleo de Twitter o la última movida política. Cuando abras la boca solo dirás gilipolleces que no le importarán a nadie. Puto viejo, calla la boca, lo que dices no tiene ningún sentido. Te hablarán mal, te faltarán el respeto y tu opinión ya no valdrá nada.
 Empezarás a apilar cosas inútiles que no sirven para nada: publicidad, revistas de coches o catálogos de Ikea. Tendrás muchas cosas dentro de los armarios y por los cajones: pilas (muchas pilas), palillos para los dientes, herramientas oxidadas, calendarios pasados, bolis gastados y mil cosas más totalmente innecesarias. En tu armario seguirás teniendo la ropa de tu antiguo trabajo y algunas corbatas que no te pusiste en tu vida…¿Y qué estoy intentando decir con todo esto?..Mierda, pues no lo tengo muy claro. No quiero hacerme viejo, en nada tendré 50 y dejaré de ver porno. Creo que la ropa ya me empieza a quedar mal. En nada me veré dentro de una de esas tiendas de ropa de viejo para comprarme ropa color marrón: pantalones grandes, una rebequita, una gorrita…no sé, putas cosas de viejo.
Disfruta de estos años en los que aún eres joven y las cosas siguen molando. Disfruta ahora de ser un imbécil, está bien, no pasa nada.

miércoles, 5 de mayo de 2021

SE VIENEN COSITAS


leo por Twitter :«Qué manía con menospreciar al que vota distinto». Pero, ¿y si ese voto distinto va para esos partidos que no han parado de menospreciar a los ciudadanos con menos recursos, los trabajadores, las minorías, o  las clases sociales inferiores?..No sé, cada vez me siento más tonto y más confuso, pero porque no entiendo nada y porque cada vez más, está siendo muy complicado defender unas ideas de “izquierdas” (que alguien venga a explicarme que es eso, porque hace tiempo que me he perdido).
 Tengo 46 años y he sido hijo de trabajadores que han sudado sangre toda su vida, dejándose la piel trabajando en hoteles de Mallorca; padre camarero (toda su vida) y madre camarera de pisos. Retirada  antes de tiempo. Con 16 años -por mi mala cabeza- yo fui escupido directamente al interior de las cocinas de los hoteles, y me pasé 15 años metido en ellas; primero como friegaplatos, luego pinche, y más tarde como ayudante de cocina…En mi familia y en mi casa siempre se ha trabajado, es lo que hacíamos. Familia andaluza que dio el salto a la isla para buscarse la vida. 8 horas de jornada laboral (alguna más); muchas horas extras (muchas  no pagadas), dos días libres, vacaciones, pagas extra… trabajo fijo y los meses de paro (los fijo discontinuos). Y la vida era así si te lo currabas: trabajabas, ganabas tu sueldo, tenías tus cosas.
En mi casa nunca hubo libros, ni arte, ni cine de Fellini. Mis padres no se sentaban conmigo para hablarme de las putas maravillas de la obra de Mondrian, o de lo genial que es leer a Kafka. Mis padres se levantaban muy temprano y se pasaban todo el día encerrados en los hoteles. De niño me crié con una abuela analfabeta de Málaga, y tuve una infancia normal, feliz y corriente, viviendo en una barriada turística. El Arenal, lugar de borrachera y playa, pueblo de paso para echar la temporada y volver para casa. En los meses de invierno, uno de lo lugares más tristes del mundo. En verano, la misma tristeza pero con sol todo el día…
 En mi familia todos eran trabajadores currantes, humildes, honrados y sencillos (todas esas cosas que se decían antes). Y en mi casa siempre me repetían lo mismo: trabajar, no robar, no ser un vago, no jugar a las máquinas, portarse bien, no engañar, ser buena persona, no hacer el gilipollas, no coger nada de nadie. «¿qué tienes pensando hacer con tu futuro?». «Si te esfuerzas y trabajas duro ,tendrás tu casa y tu coche». Y eso es lo que hice durante muchos años; me levantaba, iba a trabajar, hacía mi jornada y volvía de noche a casa, y al día siguiente lo mismo, y así durante muchos años… Y luego me casé, me compré mi casa y mi coche, y luego fui padre. Luego me hipotequé y sufrí todas las crisis del mundo: 2008, el paro, la hipoteca (¿en qué cojones estábamos pensando?) Al final el banco se quedó con todo y yo me quedé sin nada.
 Así que desde la ruina te lo digo: «no sé que es eso de la izquierda». Mis padres votaron toda su vida al PSOE, currantes de izquierdas, de Felipe González y Alfonso Guerra; vivieron con Franco y no recordaban nada bueno de aquella época. ¿Se puede decir dictadura? Mi abuela siempre decía que cuando estalló la guerra, ella salió corriendo, así que siempre tengo la imagen de mi abuela corriendo, no sé hacia dónde, pero corriendo mucho, como Forrest Gump. Así que como mis padres, yo también fui votante de la izquierda (aquella izquierda), y he votado a Zapatero y a Podemos. Con Zapatero me beneficié del chequé bebé y dejamos de fumar en el interior de los bares, y  vi como las parejas homosexuales se podían casar.   
 Luego me sentí engañado con los «brotes verdes» y me sentí estafado cada vez más. Con Aznar yo era muy joven, pero recuerdo que nos metió en una extraña guerra -que se habían inventado-, el «No a la guerra», y toda España era una gran obra llena de grúas y nuevas rotondas; el boom de los pisos y la construcción. En solares en los que no había nada, de repente construían nuevas ciudades de la nada. «Hazte albañil o camarero», ahí estaba el dinero.
He ganado mi sueldo y he visto dinero de las propinas; he tenido mi coche, mi casa, he hecho mis viajes y me he pagado mi cena y mi cine. Y luego me he quedado sin nada.
Con la aparición del 15-M yo también salí a la calle, me llamó la atención aquel movimiento, algo estaba pasando en la calle y quería verlo. El movimiento del 15-M en la Puerta del Sol. La aparición de personas inteligentes (de apariencia normal) que transmitían un mensaje claro y potente; hablaban de las diferencias entre clases, la casta, los ricos, el paro, las desigualdades sociales, los derechos, los salarios justos, la explotación laboral, la vivienda digna, la hipoteca, los desahucios… Los indignados del 15-M «toma la calle». Lo reconozco, me emocioné en más de una ocasión escuchando a Pablo Iglesias, pensé que todo aquello traería algo bueno: un cambio, una nueva izquierda, un país más listo y moderno (yo qué sé, pero qué tonto soy).
 Luego llegó Mariano Rajoy, y sigo en estado de shock, sigo sin entender nada, -bueno, ni él se entendía a sí mismo-. Fueron los años de intentar entender al líder menos carismático que ha dado la política. Los años de Esperanza Aguirre, Fátima Báñez, la chulería de Sáenz de Santamaría (mete aquí su baile en el Hormiguero); Dolores de Cospedal y la aparición de ese personaje de `Mortadelo y Filemón´ llamado el Señor Bárcenas.
En esos días la Sexta se puso a tope y Al Rojo vivo, fabricaron el modelo del «tertuliano televisivo», y los platós se llenaron de los dueños de los periódicos, de analistas de todo tipo que podían analizar cualquier cosa. De los debates de Tele5 sobre Gran Hermano o Operación triunfo, pasamos a ser espectadores de los debates de política de la Sexta los sábados por la noche.  
 Los tiempos de Inda, Marhuenda, Iglesias, Errejón, Tania Sánchez, Bescansa, Monedero… El circo de la crisis televisado las 24 horas del día.
El juicio a Bárcenas y la «Caja B» del partido, la sede y la corrupción. Horas y horas de programación para exprimir la «LA CRISIS», porque era lo que vendía: los dramas, el paro, los desahucios, la gente en la calle y la indignación.
  Los tertulianos de la crisis haciendo caja con cada intervención en el programa de turno…Lo confieso, yo voté a Zapatero, a Podemos y a Pedro Sánchez. Desde el 2008 hasta el 2015 nos metieron bien la CRISIS hasta el fondo. La crisis era la excusa para todo: «es que ahora la cosa está muy mal», «es que con la crisis estoy obligado a explotarte el doble, es así, lo tomas o lo dejas, ahí está puerta si quieres».
Y si tienes un problema, que sepas que tienes un sindicato que siempre luchará por tus derechos laborales.
He tenido buenos trabajos y he ganado dinero, y también he tenido trabajos de mierda, y me han tratado fatal; y me han engañado, y he ganado muy poco dinero, y he regalado mi tiempo y mi puta alma, y me he sentido frustrado, impotente y deprimido; con ganas de llorar y de tirar la toalla, y de mandarlo todo a tomar por culo. Me han exprimido, explotado y se han aprovechado de mí hasta los putos límites, y me he sentido un completo gilipollas… Todo por una miseria de sueldo mientras el empresario, al finalizar la jornada ,contaba sus billetes delante de mí cara…  
 También he sido autónomo y, sin ninguna duda, como trabajador han sido los años en los que me he sentido más indefenso y maltratado «¿pero qué cojones estoy haciendo con mi vida?, todo este sufrimiento no sirve para nada».
En mi vida he oido hablar miles de veces sobre la lucha obrera, el pueblo, los sindicatos, los trabajares, LOS DERECHOS, de que la unión hace la fuerza, de que «juntos» podemos cambiar las cosas. He aprendido y he visto como la empresa siempre le arranca la cabeza al pequeño, al que no tiene nada y está desesperado. «Yo te estoy regalando un puesto de trabajo y tú me tienes que obedecer».
 He visto como siempre se ha premiado al empresario de turno, al dueño de los supermercados o al multimillonario del textil. La fiesta de los señores ricos vips, con su cena en homenaje al hombre del año, al misántropo del siglo, al hombre que se hizo a sí mismo y construyó su imperio desde la nada.  
Me he ido haciendo cada vez más viejo, más pobre, más amargado y más arruinado… He pasado por un divorcio, he cambiado de ciudad y he trabajado en mil sitios. He tenido perros y gatos, he leído algún libro y he visto un millón de películas. De trabajar de autónomo durante unos años en el mundo audiovisual, he tenido que volver a la primera casilla de juego para volver a fregar platos.
Luego no sé que pasó que nos arrasó una Pandemia mundial (pero parece que ya nos hemos olvidado de eso). Aplauso a la 8 en el balcón. En los meses del confinamiento tiré de ayudas sociales y me dieron cajas con comida, y luego solicité -espera que me entra la risa- la ayuda del «ingreso mínimo vital» y me lo denegaron…


Espera, ¿de qué iba todo esto que estoy escribiendo?, joder, que me he perdido… vale, sí, de la izquierda y todo eso…A día de hoy no tengo muy claro que es la izquierda(las ideas de izquierdas), ya lo he dicho antes, estoy confundido, échame una mano… Desde hace tiempo (intento) estar desconectado de los debates televisivos. Intento no entrar en discusiones ni polémicas sobre nada. Intento vivir una vida relajada y pobre «vaya lujo ser pobre». No soy de los que defienden la idea que los lideres de izquierdas tienen que vivir en la nada, semidesnudos en los bosques mientras luchan por las causas justas. Soy un desencantado, un desilusionado. Sé que vivo en un sistema cada vez más competitivo y capitalista, y que la única ideología que existe es la del dinero, que nos gobierna «La empresa», el banco, los billetes, el negocio. Pero esto ya lo sabíamos, el cine de los 80 no ha parado de repetírnoslo una y otra vez. 


¿Y la Derecha qué es?.. El Partido Popular (el de Fraga), el de Alianza Popular de toda la vida -esos son los fachas, ¿no?..Llevo toda mi vida oyendo hablar de la Derecha y la Izquierda. Los ricos y los pobres, los rojos y los fachas. «Y lo bien que se vivía con Franco».
«Antes, te venía un guardia civil y te daba cuatro hostias, y tú te callabas la boca, porque podían hacerlo» […] Llevo años oyendo hablar sobre las cunetas y la memoria histórica, La República (de Star Wars), el bando bueno y el bando malo. Los grises y los azules, los verdes y los amarillos -yo qué sé-. No me seas facha. Antes era eso, o rojillo o fachilla. Luego llegaron los social- comunistas- bolivarianos. La Ley de memoria histórica y El valle de los Caídos. -¿Pero van a condenar el franquismo?-. ¿Cómo cojones quiere que lo condenemos si el franquismo es el ADN de nuestro partido?..Hostia puta, seamos sensatos y coherentes.
He visto la salida de Rajoy y todo el circo de la cárcel por televisión; Soto Del Real y los papeles con el rotulador amarillo. Ana Mato y coches que aparecían misteriosamente en su garaje.
He visto como ministros como Montoro y otros señores del Gobierno se reían de nuestra cultura y de nuestros actores, llamándoles «titiriteros  y sinvergüenzas de la subvención» y otras descalificaciones. Bardem sin ir más lejos, actor ganador de un Oscar (ojo con esto). 


En abril del 2019, VOX, el partido ultraderechista entra en el congreso con 24 diputados. A partir de ese momento ,Santiago Abascal, Ortega Smith y Rocío Monasterio pasan a ser nombres cotidianos en nuestros día a día. Al principio con cachondeo, con escepticismo, luego con incertidumbre e inquietud, ahora con miedo, con mucho miedo. VOX se hizo fuerte con el discurso de «La derechita cobarde», con la intención de atraer la derecha más chunga y más extrema hacia ellos. VOX nos ha dado una hostia y nos ha pasado por encima sin darnos cuenta. El mensaje de odio más rancio y más peligroso se han hecho fuerte, sin complejos. Aquí ya nadie oculta nada ni se guardan las formas, aquí ya todo vale. Un mensaje de odio que parecía caduco, de repente se volvía más actual que nunca y a pie de calle. Los medios de comunicación le daban la bienvenida a la ultraderecha, abriéndoles las puertas y dándoles voz (altavoz), al odio, con un mensaje contundente dirigido a las cabezas más desorientadas y menos amuebladas.
Los señores de VOX son Señores de dinero, señoritos de buenos barrios, señores y señoras que no han trabajado en sus vidas. VOX es un partido político que se ha apropiado de la imagen del Ejercito y de la guardia Civil: todo verde, todo muy patriótico, todo amarillo y rojo bandera. Con un líder que no ha estado en el ejercito (dato que todos sabemos). La imagen de su líder es dura, fuerte, siempre serio, a cara de perro y desafiante. Un líder peligroso que se machaca en su gimnasio privado para dar esa imagen de -estar preparado para la guerra en todo momento-. Desde el año pasado y hasta la fecha, VOX se ha ido haciendo cada vez más grande, más fuerte, con su ideología retorcida y peligrosa.
 Cuantas veces nos han machacado la cabeza con esos términos confusos como los de la «Marca España», la España se rompe, la Unión de España. Abascal y los suyos también se apropiaron de estos mensajes -que no tienen ningún sentido- para meter miedo a los tontos repitiendo una y otra vez que el enemigo de España eran «los comunistas separatistas».
 La derecha Popular, viendo como se quedaba atrás con su viejo discurso de la derecha carca, endureció su mensaje para competir con el mensaje duro de la ultraderecha. «Comunismo o libertad» -Madre mía, estábamos en campaña-. VOX ponía propaganda electoral en los metros con datos inventados sobre las abuelas y los MENAS (Menores Extranjeros No Acompañados. «Vota seguro» o, «con VOX, los españoles no volverán a ser los últimos».   
 Ayuso montó un hospital a toda castaña, le dio pizza a los niños, empezó a meter mierda contra el Gobierno central y se centró en hablar mal de Sánchez, luego vio que Iglesias podía ser un problema y fue contra los “comunistas” «libertad o comunismo». Y estaba claro que aquí «libertad» quería decir poner cañas y pinchos de tortilla…
 Mis ojos lo vieron (¿o lo he soñado?), la señora Ayuso dijo en Tele5 que si la llamaban fascista es que lo estaba haciendo bien. «El fascismos, el lado buena de la historia». La democracia que se va por el váter.
Ayer tarde ganaba Ayuso, y ahora sus prioridades son pactar con VOX para gobernar en la Comunidad de Madrid. La campaña del PSOE ha sido la más débil y aburrida de su historia, sacaron del baúl a Ángel Gabilondo, un político que duerme hasta las plantas. Ayer noche, Pablo Iglesias dejaba todos sus cargos políticos y las redes sociales eran una trituradora de carne donde se seguía desprestigiando su persona, su nombre y su imagen: «coleta, chepas, rata. Mereces la muerte tú y toda tu familia…» Siento que este país está bien jodido y está programado para la autodestrucción. Hace medio año, en el metro, escuché a un señor mayor que le decía a otro hombre más joven: «en cuanto entremos los de VOX, vamos a pegar un golpe de estado y le vamos a pegar cuatro tiros en la cabeza el Sánchez, menudo hijo de puta». 

Y que sí, que todos somos muy modernos y que hay que respetar las ideas políticas de los demás, pero si esas ideas van de ensalzar el fascismo, adorar a Hitler, Franco, negar el holocausto, ser negacionista de la pandemia y pensar que la tierra es plana, en nada veremos torres de libros ardiendo en las plazas y gente colgada del cuello por sus ideales (¿o eso ya está pasando?) No contéis conmigo para esta mierda.

UNA BUENA PELI PARA GUSTAR




Mads Mikkelsen puede ser un futuro genero, ojo con esto, con permiso de Nicolas Cage. El genero Mikkelsen; cualquier cosa que haga, el genero que toque, nos dará lo mismo siempre que disfrutemos de su adictiva presencia: duro, tierno, carismático, enigmático, guapo, bello y hermoso, de rostro seco, rudo y triste; puede estar sucio, con barba, puede oler mal, y luego puede ser el hombre más sexy del mundo vistiendo los mejores trajes a medida; -pero qué señor más elegante-. Y todo ese pelo, quiero tener su pelo. Y este señor tiene 55 años…
Mikkelsen se ha convertido en ese tipo de «súper actor» que lo mismo te puede encarnar a un agradable padre cariñoso en un Star Wars, que ser un maldito asesino caníbal, o un carismático villano de Marvel. Mikkelsen juega en esa liga de los «super-grandes», su presencia se impone por encima de todo lo pase. Así, que si cuentas con la presencia de este señor en tu película, sabes que ya tienes mucho ganado…
«Una buena película para gustar»
Imagino que es lo que tenía en mente su director y guionista cuando abrió su nuevo documento en blanco para ponerse manos a la obra. «Ya he causado mucho dolor y sufrimiento con mis anteriores films, ahora me apetece gustar y complacer». Y ojo, que el film de Thomas Vinterberg me ha gustado y lo he disfrutado, sobre todo en esos mágicos minutos finales en los que el cine hace que -la puta vida- tenga sentido y vemos todo el film resumido en ese «frame» ;ese instante congelado en el tiempo que es la imagen del cartel.
`Otra ronda´ abría sido un magnifica sorpresa descubrirla en su estreno, sin saber nada de ella, sin ninguna información y sin tanta promoción de «bombo y platillo». Encontrarte con ella completamente virgen y «a ver qué pasa». Supongo que es la putada del cine en estos tiempos de sequía; La urgente necesidad de encontrar nuevos títulos con la intención de querer convertirlos en -títulos de culto- instantáneos, algo imposible en estos tiempos de “consumo rápido” de usar y tirar.
 El problema (mi problema) con el film de Thomas Vinterberg es llegar a él con demasiadas expectativas, sabiendo que me va a gustar sin esperar ninguna sorpresa. -Me tendré que emocionar porque es lo que me ha dicho el trailer, y tendré que hablar bien de ella porque es lo que he leído en Twitter y demás redes sociales». Pero lo que me cuenta el film ya me lo sé, ya lo he visto antes, con otra forma, con otros personajes, pero -esto ya me lo sé-. Pero qué puta mierda ver películas así, ¿no?, soy un señor amargado. Es culpa mía, lo sé.
Últimamente, en todas las conversaciones que tengo con un buen amigo cinéfilo, siempre me repite la misma frase: «el cine ya está hecho», y ya está, todo lo que vayamos a ver nuevo será una repetición de todo lo ya visto…De verdad, vaya dos amargados.
He seguido a Thomas Vinterberg Desde `Celebración´ con el nacimiento del Dogma, el colega guapo de Lars von Trier (ese otro genio con depresión).He tenido siempre a estos dos directores «marcados a fuego»; autores a los que hay seguir la pista siempre, da igual lo que hagan, son historia de nuestro cine reciente, lo futuros nuevos clásicos (cómo suena de mal esto). De Vinterberg no lo he visto todo, pero creo que he visto lo gordo, lo que había que ver: `Querida Wendy´ (2005) fue una sorpresa, un film de pistoleros con guion de Lars von Trier. `Submarino´ (2010) recuerdo que la vi solo y me dejó completamente hundido, de esas pocas veces que una película te puede joder vivo. Algo similar me pasó `La caza´; otro film incómodo y difícil…
`Otra ronda´ es la peli que descubrirá a su director a mucha gente. La peli del 2021 que ganó el Oscar a la mejor película extranjera. `Otra ronda´ no existiría sin su presencia, es su película y Mikkelsen está por encima de lo que cuenta, «da igual lo que haga este señor, que va a estar siempre maravilloso». Leo por internet que Di caprio ha comprado los derechos del film y que quiere hacer su versión americana, otra innecesaria versión americana. 

domingo, 2 de mayo de 2021

EL PROTAGONISTA ES MALA GENTE

 



No quería hablar sobre esta peli, de verdad, al final me he rendido después de tenerla en la cabeza durante semanas.
¿Para qué sirve el cine? Vaya pregunta de mierda, lo sé… El cine sirve para contar historias; a través de imágenes y sonidos nos cuentan historias del mundo y de las personas. Casi siempre, como espectadores, tenemos que conectar -y empatizar- con el protagonista o los personajes representados… El protagonista al que le pasan muchas cosas y al final consigue todo lo que desea, todo termina bien y salimos felices de la oscura sala de cine (cuando antes íbamos al cine). «No lo quiero pasar mal, no me cuentes dramas que ya tengo yo con mi vida cómo para pasarlo mal viendo la vida de otro». Quiero sentirme a gusto en la comodidad de mi sofá, y cuando terminen las dos horas de película, me olvidaré de todo y pasaré a otra cosa; me levantaré del sofá para ir hasta la cocina y sacaré una pizza congelada y la meteré en horno, y mañana será lunes… Pero, ¿ y si el film que acabamos de ver nos ha removido tanto que ahora es imposible sacárnoslo de la cabeza y durante un largo tiempo nos va a estar acompañando? Puede que para siempre, como suele ser con las pelis que nos remueven, que nos descolocan y se meten en nuestras cabezas para trastear con los cables de nuestra mente. Películas que nos provocan algo, que hacen que uno sienta cosas; y lo difícil que es eso. Reaccionar ante una película, ¿en estos tiempos? -Pero qué locura-.
 `El monstruo de St. Pauli’ es la película que jamás recomendaría en un corrillo de colegas alrededor de un café, no sería tan mala persona como para decirte que la tienes que ver, con tu pareja, o en familia, todos alrededor del fuego en el calor de tu hogar. ¿Pero por qué estoy escribiendo sobre una película que me ha dejado tan mal cuerpo y que, además, la vi ya hace un mes?
`El monstruo de St. Pauli’ con todos sus spoilers. Oye, pero no me la cuentes…¿Qué no te cuente el qué? Supongo que ya habrás visto otras películas de «asesinos en serie». Está claro que has visto  un millón de thrillers oscuros con detectives en la mierda, que llevaban gabardinas y durante la peli no paraba de llover, y todo era inquietante  y la música era de puta madre, y los detectives  siempre iban un paso por detrás del asesino… 

Has visto cuerpos abiertos, destripados, cosidos, podridos, enterrados, cubiertos de mierda, de sangre y de vomito. Has visto todo tipo de cadáveres: en descomposición, en la morgue; saliendo de una nevera con una etiqueta atada en el dedo gordo del pie; cuerpos azules, labios lila, pelo fino, ojos sin vida, hojarasca pegada, magulladuras en las costillas, marcas de cuerdas y ataduras…en definitiva (cómo odio cerrar algo escribiendo «en definitiva»); el cine  de ficción nos ha mostrado y nos ha enseñado a asesinar; desde Hitchcock hasta Tobe Hooper; desde Brian de Palma hasta Tarantino. Los asesinos representados en el cine siempre son más interesantes. John Lithgow siempre será recordado por sus papeles de asesino, nadie te recordará que también fue el actor de aquella comedia simpática con un bigfoot. Y lo mismo pasa con Anthony Perkins. ¿Alguien se acuerda de Perkins haciendo otra cosa? En cuanto a lo que se refiere «al matar», el cine nos ha “educado” bastante bien.
 Seguro que estás esperando que te recomiende ver `El monstruo de St. Pauli’ -vale, de verdad, no lo pienso hacer-. No la veas, lo vas a pasar mal, te va joder vivo; acabará con tu paciencia, te quitará las ganas de comer, de vivir, te joderá tu fin de semana y empezarás la semana con mal cuerpo. 


 El cine (casi) siempre nos han enseñado a los asesinos en serie de forma sexy : (Zac Efron-Ted Bundy, Christian Bale-American Psycho, Sharon Stone-Instinto básico); dejándonos a los espectadores en una posición cómoda, sabiendo que nuestro actor preferido le estaba dando vida al peor ser humano posible, al monstruo. Al final siempre acaban atrapando al asesino; los polis dan con él, llegan hasta su casa y tiran la puerta abajo. Al final el malo siempre pierde; después de asesinar a mucha gente inocente le dan caza (todos podemos escribir nuestra propia peli).
No es común en el cine ver al «asesino en serie» en un entorno social “normal”, interactuando y llevando una aparente “vida normal”; vida familiar, trabajo, colegas del bar. `El monstruo de St. Pauli’ hace todas estas cosas; no se oculta, sale de casa, visita su bar de siempre, “se divierte” con otras personas, bebe, come, trabaja,folla. Hace todas estas cosas, pero no digo que las haga bien. 


 Como espectador, en el film no hay nada que me apetezca ver; no me gusta, siento asco, incomodidad, no me gusta nada de lo que está pasando; todo es crudo, sucio, desagradable y asqueroso. No puedo controlar nada de lo que estoy viendo y me siento superado. Pero también sé que eso es lo que propone el film, lo que muestra, lo que representa. Gracias al magistral maquillaje y al trabajo de su joven protagonista, junto con todo el reparto (increíble trabajo de casting), el film va creciendo cada vez más, provocando también una extraña fascinación. Como espectador, intento buscar refugio sabiendo que estoy delante de una película, que es ficción y que los actores los están dando -absolutamente todo-. El humor negro se cuela en algún momento, pero no como alivio, no para rebajar nada. ¿Es `El monstruo de St. Pauli’ el retrato más crudo y desagradable que haya visto  en una película? ¿Me estoy haciendo mayor y mi estomago ya no aguanta según que cosas? ¿O como espectador me he acomodado y lo único que quiero ver son cosas bonitas y fantasiosas? El monstruo es un film quizá demasiado realista, con la sensación de que estoy viendo una exposición de fotoperiodismo: todo el retrato que nos muestran sobre esa «gentuza de bar», esos parias abandonados; borrachos, perdedores y prostitutas. También podría ser una critica sobre un entorno social deprimido, Hamburgo en los 70…Después de todo lo que te he contado sobre el film, puede que te haya picado la curiosidad y ahora quieras verlo.
¿Es `El monstruo de St. Pauli´ una película necesaria? ¿Por qué hago esta pregunta? ¿Las películas de Star Wars son necesarias?… Yo qué sé. Y para acabar, cuando termines de ver la peli, ve a Google y escribe en el buscador el nombre de Jonas Dassler.