martes, 26 de enero de 2021

EN ESTOS DÍAS RAROS

 
Me pongo a escribir con la sensación de estar recibiendo demasiada información. Intento hacer un repaso de todos los acontecimientos: demasiadas sensaciones de golpe, demasiado de todo -como una hostia en toda la cara que nadie esperaba-. Noticias que se actualizan cada 5 minutos; las redes sociales más activas que nunca y un millón de mensajes, vídeos y memes que nos llegan por el móvil. Así es imposible desconectar y pensar en otra cosa.
Fue por enero, por navidades me ponía enfermo con una gripe de morir. Un sábado salí del curro del japo para ir a actuar; cogí frío -yo qué sé-. Volví al curro de cocina y en el turno de la noche estaba que me moría; el jefe me vio tan mal que me envió a mi puta casa y fui directamente a la cama. «Joder, soy un señor de 44 años, soy diabético, espero no vomitar porque ahí sí que me moriré». Pensaba mientras me tapaba con la manta.
 Creo que nunca había pasado una gripe tan mala, con la fiebre tan alta… Mi novia también había estado mal, nos lo pegamos. Días de cama y de no poder moverme -joder ,hostia- Recuerdo que me pasé toda una mañana boca arriba, no me podía ni levantar para ir al baño (al final fui, no me gusta hacerme pipí encima).
 La nochevieja la pasamos en la cama; vimos las campanadas en la tablet, con fiebre y hechos una puta mierda. Después de una gripe te quedas fatal: el cuerpo débil, tus músculos son caca; no tienes fuerzas para nada. intenté volver al trabajo (después de los días festivos), y me seguía encontrando muy débil.
Semanas más tarde me recuperé. A principios de enero mi contrato en el japo finalizaba y tenía que renovar o morir; me dejaron en la puta calle y volví a casa; a mi ansiedad, mi depresión, mi mal estar, «mi Lars Von Trier interior». De nuevo en mi vida de parado me largué unos días a la isla ,para ver a mi hija e intentar “arreglar el paro”; me ofrecían 200 euros de ayuda pero perdía el paro acumulado.
-Ahora entiendo porque la gente se queda en la calle -le dije a la mujer que me miró los papeles con sus ojos pegados a la pantalla del ordenador.
-Y yo -me contestó al otro lado de la mesa.
Salí de la oficina sin nada y sin futuro laboral. Me metí en el autobús hasta el aeropuerto y volví a Madrid. Me encerré en casa (esa cosa que hacemos los putos parados que no tienen nada).
 Fueron pasando las semanas y de nuevo a la rondita del «si me entero de algo te digo» y «seguro que esto es pasajero, una mala racha Toni».
 Volví a actuar todos los jueves en el bar; con eso podía hacer una compra: comer, poco más. Tengo el móvil cortado -ya te lo había dicho, ¿no?-. Fue por enero cuando empezamos a saber sobre el virus “coronavirus”, -joder, los putos chinos, qué locos que están-. Lo primero que vi sobre el tema fue un meme en Twitter con la casa Real. Luego vimos en las noticias que los chinos estaban construyendo -a toda hostia- un hospital gigante (eso lo habíamos visto en las pelis, ¿pero qué está pasando aquí?- bueno, no pasa nada, son chinos, está lejos-.
 En febrero se cancelaba el `Mobile world Congress´ y lo vimos con incredulidad «tiene que ser muy gordo para que se cancele un congreso que genera tanta riqueza».
 Pasaban los días; yo seguía en casa, encerrado, y los jueves seguía saliendo para ir a actuar. El último show fue el pasado jueves 5 de marzo. Ese día en el metro vi a dos personas con sus mascarillas: un señor (no sé de qué edad); luego vi a otro señor mayor que no sabía muy bien cómo llevar la mascarillas y se le empañaban las gafas y casi se cae por las escaleras mecánicas.
Al día siguiente era viernes 6 y celebramos el cumple de mi chica en el bar donde actúo; vinieron los amigos, bebimos hasta morir, salimos de fiesta, nos abrazamos, hicimos el idiota (lo normal de un cumpleaños con drogas).
 Recuerdo también que un mes antes de eso, en twitter apareció un vídeo del cirujano Pedro Cavadas hablando del virus en plan “no nos están contado la verdad”, bueno, el típico vídeo viral. Seguimos con nuestras vidas.
   Luego murió el doctor que trató de alertar sobre el brote -madre mía, qué película va a salir de todo esto -pensamos los que somos frikis de la ciencia ficción y el terror-. Contagio de Steven Soderbergh (peli que volví a ver estos días). Todo el genero zombie, Walking Dead, La Carretera, Guerra Mundial.- Bueno, esto ya estaba en la ciencia ficción-. Luego el virus dio el salto a Europa y ahí la cosa cambió. Italia y luego nuestro país; primeros casos de personas infectadas por el virus.
  Voy a intentar tirar de memoria mal: los alemanes confinados en un hotel en Tenerife. Valencia, luego Mallorca. «bueno, están en las islas». Luego empezamos a ver por la tele al médico Fernando Simón (tipo de aspecto curioso con la voz rota y un montón de pelo blanco en plan científico) nos iba informando de lo que estaba pasando en plan :« por ahora no hay que tener miedo, estamos bien, estamos investigando los casos, que no cunda el pánico». Y pasaban los días y habían más ruedas de prensa: «son casos aislados, podemos seguir haciendo vida normal, la gripe común mata a más gente, fumar es malo, la música tecno te lleva directamente al infierno, todo va guay, en serio».
El pasado domingo 8 era el día de la mujer y había marchas en toda España con millones de personas en las calles. «Si mi hijo me pregunta si puede ir a la manifestación del 8-M le diré que haga lo que quiera»
El lunes 9 por la tarde iba a hacer una compra normal: cuatro cosas para comer -me pareció raro ver a tanta gente llenando sus carros, ¿un lunes a esta hora?-. Volví a casa con mi compra, encendí la tele y la comunidad de Madrid decretaba el cierre de colegios y universidades en toda la comunidad. Entendí que aquello era inédito, raro, aquí van a pasar cosas. Ahí me puse en plan “señora mayor” y hablé con mi ex-mujer, también soy padre y quería saber qué iba a pasar en Mallorca. -Pues aquí por el momento no se sabe nada.
El martes 10 Ortega Smith daba positivo en coronavirus y aparecían las imágenes de él moqueando con su pañuelo en el maravilloso congreso de VOX. Luego salió Santiago Abascal en un vídeo echándole la culpa al gobierno -joder, pero qué putas risas ¿no? Días más tarde, otro vídeo de Ortega Smith, esta vez desde su casa haciendo ejercicio, cocinado, en su escritorio como “trabajando” (VOX, cuantos virales no está dando).
   La tarde del martes salí al mercadona para hacer una compra normal, lo de siempre: una bolsa con cuatro cosas para comer dos personas. Esta vez era el fin del mundo y yo era Matt Damon en aquella película; la gente corriendo por los pasillos con los carros; no pude comprar leche ni carne, la gente había arrasado con todo menos con unas salchichas con quesito dentro. Al final compré un par de bolsas de patatas fritas y un refresco, esas eran mis previsiones para el fin del mundo.
En las horas siguientes en las aplicaciones de trabajo todo eran anuncios de gente que se ofrecía para trabajar como cuidadores de niños (de repente todo un país lleno de maestros titulados para cuidar nenes), ¿Qué estaba pasando aquí? Por la noche la jefa del bar me envió un mensaje :
-¿mañana actúas?
-Pues claro.
-Te lo digo porque me están cancelando todos los shous y no sé qué voy a hacer, llevo todo el día sin clientes.
El jueves se declaró oficialmente la pandemia y tuvimos que cancelar el show. Durante el día fuimos cayendo todos: espectáculos cancelados, cierre de salas. Cancelado, cancelado. Si no tenía algo que cancelar no eras nadie.
El viernes 13 a las 15:30 horas el presidente declaró el estado de alarma - Joder, ahora sí, esto no lo había vivido nunca-. Bajamos a hacer otra compra al mercadona, otra vez el papel higiénico había volado (nunca habíamos tenido el culito tan limpio).
 En esos días también murió Max Von Sydow (pero de anciano y no fue noticia). También leímos que Tom Hanks y su esposa se habían contagiado con el virus. Fue una semana rara y en las noticias hablaban del fútbol -¿qué iba a pasar con la liga?- un estadio cerrado y sus seguidores muy enfadados gritando en la puerta -NO NOS PUEDEN DEJAR SIN NUESTRO FÚTBOL-. Las noticias más importantes sobre la nueva crisis era saber si íbamos a seguir teniendo Fútbol, Semana Santa o las fallas de Valencia (no entendía nada).
 El sábado 14 el país se ponía en cuarentena con todas las medidas del estado de alarma. Yo también fui a la wikipedia. Ahora el tono era otro; nos enviamos mensajes -¿cómo lo ves? qué raro todo, ¿no? ¿estáis bien por ahí? Dicen que lo van a cerrar todo. Tiendas, bares, nos vamos al quiebro-. No se va a cerrar Madrid (otra de las frases que escuchaba en las noticias) Luego el teletrabajo. El Gobierno animaba a tele-trabajar ¿qué cojones es eso? Pero si yo estaba en la mierda sin trabajo ¿teletrabajo?
 Así que la gente se puso a trabajar desde casa (todo el país desde su Mac, con su tacita de café y su bufanda en plan autores escribiendo la nueva Novela americana). El móvil ahora era una ametralladora, en la vida me habían llegado tantos vídeos de la comunidad gitana a mis grupos de whatsapp. Con la cuarentena obligada de repente todo un país se veía encerrando en casa. En las horas siguientes apareció el hashtag #QuedateEnCasa y famosos y millonarios desde sus mansiones nos animaban a quedarnos en casa (la vida es mejor cuando tienes una piscina interior y un salón más grande que una pista de tenis). Nosotros llevamos ya 12 días metidos en casa, yo desde enero, sin trabajo, sin ingresos. Mi novia tenía que empezar a trabajar el pasado lunes (no fue posible), todos lo que estábamos mal tendremos que ir improvisando. Los que vivimos al día.
Estos días he vuelto a salir para hacer la compra “mis crónicas del mercadona”. Creo que nunca había comprando tan bien; todo el mundo en silencio, todo el mundo con sus mascarillas (yo no tengo, me he tenido que tapar con un pañuelo negro y parecía que iba a atracar a la cajera). Otra vez el tema de papel higiénico (no había).
El pasado martes otra rueda de prensa con el ministro del interior. A las 15:37 Pedro Sánchez de nuevo se dirige al país. Hoy miércoles 18 directo desde el Congreso. Tengo la sensación de que nunca nos habíamos comunicado tanto; haciendo directos, videollamadas, mensajes cada día. Todo esto es pasajero «me siento tan 2008 todo el tiempo». El tema del alquiler ¿el mes que viene qué?, nadie da respuesta a esto. En estos días doy mucho el coñazo en redes, ya estaba en ellas; con mis vídeos, mis dibujos y mis mierdas.
 En estos días también pido ayuda (para hacer la compra) y me siento raro. -Joder Toni, yo pensaba que vivías de aire-. Pues no. -Pues con todos los seguidores que tienes seguro que ahora te echan una mano-. Espera que me eche unas risas. El mes que viene ya veremos. Ahora son las 17:45 de un miércoles 18 de marzo y en el futuro hablaremos de este año raro. También nos preguntamos qué va a salir de todo esto ¿reajuste social y político? ha sido un castigo del medio ambiente ¿han sido los rusos? ¿el hombre llegó realmente a la luna? ¿podremos hablar de otra puta cosa en el futuro? Yo tenía pendiente volver a la isla para trabajar la temporada de verano ,¿y ahora qué? somos un país que vivimos del turismo. No sé, creo que todos nos hacemos las mismas preguntas. Los ricos saldrán de esta, a ver qué cojones hacemos los demás.

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