DIARIO DESORDENADO

 

21 DE NOVIEMBRE

diario desordenado

13:34. Me he levantado tarde, no había mucho que hacer. Doy vueltas por mi puta cabeza, de nuevo delante del ordenador -¿y ahora qué hago?- dos café, un buen desayuno. Hoy va a ser otro de esos sábados -¿es sábado?- Podría ser cualquier otro día. Escribo, bebo café, no soy un autor. Va a ser otro de esos días -¿no te parece?-. Pongo las noticias: dicen que en enero empezará la vacunación en nuestro país. En mayo estamos todos de nuevo en la playa. ¿Hemos empezado la desescalada? ¿Hemos dado por finalizada la segunda ola? Así arranca el telediario de Antena 3, todo muy motivador y esperanzador “me follan la puta cabeza con tanta contradicción”.

15:00H y en un rato comeré, luego otro café, luego volveré a mirar por la ventana, luego haré caca y pensaré en ti […] Hace un rato bajé a por el pan y a por “cuatro cosas”, me hago mayor. Las terrazas llenas de gente, fumando y bebiendo “el viejo mundo”. Me he metido en el chino para comprar un pila (un mandao); el dueño del chino (palillo en la boca) ha estado varios minutos buscando la pila en una caja de plástico. Después de eso he vuelto a subir a casa, al entrar por el portal, una persona esperando el ascensor, ya no te metes con ningún vecino en el ascensor (Atracción fatal). 15:39 y voy a mirar mi bandeja de spam, siempre me encuentro con un mail “importante que te cagas” que me dice que soy rico y que me tengo que poner en contacto con alguien que está en una oficina en Canada, no sé, estoy por llamar […] 18:02 de la tarde y me estoy tomando un infusión; creo que es un té rojo, una cosa de esas que deberían ayudarme a relajarme (como los libros de motivación de los aeropuertos), a mí me dan ganas de matar, no sé, pero bien. Nota: no mezclar nunca cocaína y té rojo para dormir, no ayuda. 18:06 y queda mucho sábado por delante, aún pueden pasar un montón de cosas, acontecimientos guapos que te cagas. Giros impredecibles que cambiaron el rumbo de la historia “no sé de qué cojones estoy hablando”. 20:52H voy a cenar algo. Luego veré cuatro horas de series, lloraré un rato y me quedaré dormido.