20 DE NOVIEMBRE
Siempre me digo lo mismo: «aquí sigo, a la espera de todo». Que nunca he sabido muy bien qué quiere decir “A la espera de todo”. Luego nunca llega nada. Los días pasados no sé si fueron mejores (frases de gente mayor). Es viernes ¿no? Bueno, da lo mismo, cada día hago las mismas cosas: me levanto, desayuno, me ducho, tomo café, un segundo café, miro mi mail (nunca hay nada). Miro mi spam (me dicen que he ganado millones en algún país que no conozco). Tengo un vida sencilla; antes vivía de mis creaciones, ahora no creo nada. Son las 19:16 y me he echado una siesta que podría haber durado hasta el 2027 -joder, ¿y si me llama alguien durante mi siesta y no me entero? He tenido el móvil a mi lado todo el tiempo. Cuando me he despertado tenía un mensaje :«Toni, tu puta vida sigue siendo una mierda». (Black mirror total). Luego me he hecho otro café, me he vuelto a sentar delante del ordenador y casi siento que seguía siendo alguien creativo “que hace cosas” […] Un poco de Facebook, algo de Twitter, sus buenas horas en Instagram, pero de trabajo de verdad nada. Y en nada navidad; dan ganas de meter la cabeza en el horno; lo he visto en las pelis, pero nunca le he encontrado sentido a eso, no sé, metes la cabeza en el horno y luego ¿qué? tendrás que encenderlo primero ¿no? Y yo qué sé. Siempre nos quedará la Pantoja; horas que pases delante de Tele5, son horas que no te quemas pensando en la puta pandemia. Cómo me gusta a mí Paz Padilla, qué bien presenta todo esa muchacha, gran cómica y gran actriz. Cómo me gusta a mí ese otro actor que hace un montón de películas que nadie ha visto, pero que está muy bueno. 19:26 de la tarde y siento que el día ya está hecho, ya no creo que pase nada. No me he sentado en todo el día. ¿A ti dónde te pilló el confinamiento? No sé, en casa, ya estaba en casa, cuando tenía casa. #quedateencasa pero qué puta risa aquello ¿no? Ahora que no hay puta manera de tener un trabajo y largarse de alquiler. Yo veía el fin del mundo de otra manera, no sé, he visto demasiadas pelis; me imaginaba recorriendo el centro de Madrid, llevando una ropa de mierda muy gastada, acompañado de un perro muy sucio, pero también muy leal; y entraríamos en lugares abandonados en busca de latas y gasolina (no tengo coche). Las latas son importantes porque nunca caducan, todo experto en pelis zombis lo sabe: hazte con putas latas (y un abridor). En las pelis casi siempre suelen ser latas de “putos pepinillos”. 19:29 y sigo con Tele5 de fondo; me quiero enterar de todo lo que está pasando con Kiko Rivera, de verdad, me parece un gran artista, a la altura de un Picasso o un Matisse […] Esta mañana me he puesto el gran anuncio de la nueva PS5 y, joder, no sé… me han “venido” como un millón de pensamientos extraños: por un lado el mundo se ha ido a la mierda, posiblemente muchos terminemos en la calle, caléntandonos en cubos metálicos llevando unos guantes con los dedos cortados. El turismo -aquel tan maravilloso en el que nos explotaban- parece que se ha ido a la mierda. Todo drama, pena, todo muy mal. La temporada que viene seguro que será peor. Enciendo cualquier telediario y me echo a llorar; me gusta ver todos los telediarios “a cual peor y nocivo para todos los sentidos”. Por alguna razón que desconozco, parece que en las noticias de Antena 3 tienen un pacto (llámame loco, no sé) para suavizar la pandemia en Madrid: es el puto fin del mundo, pero oye, que en Madrid empezamos a estar un poco mejor; en alguno barrios, ayer Usera, “tócate los huevos”. ¿De qué cojones estaba hablando? 19:54 y aún queda día. Lo de la PS5, pues sí que se han gastado todo lo que no está escrito en ese anuncio. Luego pienso en que conozco a tanta gente millonaria y yo tengo que pedir prestado para coger el autobús. Ahora vivo en Móstoles, mi vida es otra: estoy por aquí, por el barrio, me gusta. Toda esta zona me recuerda a la ciudad que sale en `Dredd´, con todos esos edificios que parecen que han caído del cielo, en forma de cubos y todo pasa dentro de esos cubos. Siempre que salgo a la calle acabo en un chino, ya me conocen; chinos y estancos, chinos que son supermercados. Ya bajo hasta en pijama y me siento como en Blade Runner (cómo me gusta esa puta pelicula). «La vida está muy mal» están diciendo ahora mismo por la tele, pero toda la gente que sale en ese anuncio es millonaria. Yo creo que el futuro está en internet -si te pagan, claro-. Estoy por decirle a mi hija de deje los estudios, que no vale la pena. Aquí lo que importa es tener números en la redes sociales -¿para qué cojones quieres estudiar?- Hazte influencer, ten muchos seguidores “de doce años” y serás rico y te meterán en un super anuncio de la PS5. Recuerdo que cuando era niño les dije a mis padres que quería ser pintor, como Picasso, un artista de verdad. Ellos me dijeron que lo que iba a ser era un puto subnormal de mierda y que acabaría siendo lavaplatos, como mi abuelo, y joder, tenían razón. 20:13 y el día va llegando a su fin. Nunca saldré en un anuncio de la PS5, ni la 6. Nunca saldré en un anuncio pagado de gente feliz en Instagram. Siento que estoy muy mayor, es mala época para la comedia, para cualquier cosa menos para ser influencer. ¿Qué estarán haciendo ahora todos mis ex jefes que me engañaron en aquellos trabajos de mierda? «Tú quédate aquí con nosotros que vas a estar muy bien, somos una familia». Por cierto, tengo que volver a actuar.
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