lunes, 22 de febrero de 2021

DIARIO DESORDENADO Y OTRAS COSAS



«Debería salirnos algo bien en algún momento». Nos repetimos cada día. Lunes 22 y son las 14:12, tiene pinta de ser otro puto lunes de esos: te levantas, miras tus mensajes, ves que no tienes nada, te das una ducha, te tomas un café, entras en las redes sociales para ver que el mundo sigue girando, pero sin ti. -de verdad, joder, podrías escribir algo positivo en algún puto momento de tu vida-. 14:24. Me han pasado cosas en estos últimos días, pero por el momento me callo. Todo podría haber salido mejor, o algo, o yo qué sé. Sigo escribiendo todo este diario raro y desordenado.
14:31 y en estos días los contenedores arden; hay protestas en las calles (aquí creo que se están mezclando demasiadas cosas). Siempre que pongo un telediario tengo la sensación de que no me están informando de nada. De repente la pandemia parece que ha pasado a otro nivel -ahora no toca-. La libertad de expresión, el Rey y el rapero, la sede, Pablo Iglesias, los rebeldes y los escaparates rotos. La incidencia acumulada y las medidas que se suavizan -todo de cara al salvar la próxima temporada turística-. Ya digo, ahora toca hablar de malas noticias. 14:35 y creo que me voy a meter en la cama un par de horas, pero para llorar. Demasiado lunes en toda la cara, demasiado todo mal todo el tiempo y estoy bastante agotado. «Ya toca que nos pase algo bueno».
16:33 y he intentado dormir pero ha sido imposible. Gremlins asesinos han tocado los cables de mi cabeza. Los expertos también dicen que si quieres dormir, es mejor que no mires el móvil todo el puto tiempo. Al levantarme de la cama he vuelto a recopilar todas las frases de mierda que me han estado diciendo durante todo este tiempo «No intentes hacer nada, ya lo hacen ellos». «Es muy difícil mover una serie si una productora potente». «Hazte famoso primero, luego vende tus ideas». «Es que la cosa ahora está muy mal». «No es país para ideas». 

16:36 café con leche sobre mi mesa mientras escribo todo esto, siguen siendo lunes y tengo la sensación de que se me ha quedado un extraño currículum. Ayer me decía un amigo: piensa que nosotros ya estamos fuera del mercado laboral. -y joder, tampoco es que me anime mucho que me digan esas cosas-. ¿Qué cómo estoy de la cabeza? , pues ya ves.
Vale, y ahora las cosas importantes: en algún momento de la tarde tendré que bajar para ir a hacer una compra al mercadona. También debería llamar a mi padre para preguntarle por el estado de las cosas en la isla; la situación y todo eso. Mi carrera artística en Madrid sigue en ese punto negro muerto sin fondo color gris en que llevo desde hace unos años.
Después de tirarme 10 meses trabajando en un nuevo proyecto audiovisual, veo que todos mis esfuerzo han vuelto a acabar tirados por el váter. Mi salud es una puta mierda; tengo 45 años, soy super diabético y no sé si me veo metido en una cocina (otra vez) fregando suelos y perolas. Ese curro de editor de vídeo o guionista sabes que no existe, existió hace mil años, pero eso no ha vuelto pasar. Tampoco me veo de repartidor en moto ni de camarera de pisos. LAs bajadas de azúcar son una mierda y me recuerdan a los cables que se enchufan en Matrix.
De Daft Punk, me quedo sobre todo de su primera etapa al acrílico y de los últimos mp3 del torrent. Siempre he sido muy fan. 16:48 y estoy por volver a la cama, mañana será otro día, de mierda también. Cierro por aquí.

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