sábado, 24 de abril de 2021

CAPONE DE LÁTEX




Me lanzo sobre la cama y mi novia me propone ver Capone, le digo que sí («la digo que sí», que mi novia es madrileña y estamos en Móstoles); he visto el cartel y me gusta ese actor; nos ponemos a ello.Entramos en Filmin, pero qué gran plataforma (nuestra escuela de cine, nada puede salir mal si tienes Filmin). Mi novia pone la peli y en mi cabeza -no sé por qué- pienso que Capone es una serie, que vamos a ver una serie de -no sé cuantos capítulos- y me parece bien, me gustan las series. Entro en la propuesta completamente virgen, es lo bueno de no haber estado metido los últimos días en las publicaciones sobre cine. En mi movida mental yo me dispongo a comenzar la serie de Capone. ¿Será la nueva Breaking Bad?
Primeros minutos de Capone: buena imagen, la era digital que imita al cine, todo muy iluminado (no fotografiado); Tom Hardy bien caracterizado, no podía ser de otra manera. Ese actor es guapo, ese actor es Mad Max, que hermosos labios tiene Hardy, le comería la boca, yo sería su novio y dejaría a mi novia de Móstoles…Hardy, debajo de toda esa capa de maquillaje, con esa calva, esas cicatrices -vale, bien, lo compro-. Hardy está imponente bajo la piel del monstruo; la ropa, los puros, el pelo. Me puedo imaginar a Hardy ensayando en su piso durante meses, delante del espejo de su baño mientras se repite una y otra vez: «se van a cagar cuando me vean entrar en el set caracterizado de Capone».

Van pasando los minutos y tengo la sensación de que estoy viendo una peli de esas que se hacían hace 20 años; una propuesta de «Gran película de época», con un histórico icono como Capone, al que todo actor le molaría interpretar. -¿Cómo no vas a querer hacer de Capone?, menudo reto ponerse en la piel de semejante bicho…ya digo, peli de las que se hacían hace 20 años: -quiero el Oscar, huele a Oscar; seguro que entro en las quinielas-.
La película sigue avanzando y todo es muy bonito: la casa, los coches, el jardín, la casa, el interior de la casa y sus habitaciones… «¿Y si al final no estoy viendo una serie?» He visto otros pilotos igual de largos, podré aguantarlo, no pasa nada, soy fuerte, tengo paciencia…Luego mi novia me dice: «sí quieres vemos un poco más y la terminamos mañana». Entonces sí, descubro que es una sola película y que yo soy tonto.
Por la película aparecen Kyle MacLachlan; de repente rejuvenecido que parece que haya perdido unos 20 kilos desde su último Twin Peaks y su doble malvado. Y Matt Dillon, que nos devuelve a las nostalgia del cine ochentero; «pero qué guay es ver a esta gente activa y a tope»; Dillon, con su cara en su sitio (que se habrá hecho sus mil retoques, pero que está muy bien, con su pelo y su gran presencia)…pero tengo que hablar de la película, ¿no?… Sigo viendo Capone y Capone está en su casa, y a través de oníricos flashback, el film nos va mostrando escenas -que espectador tiene que entender que son importante y esenciales en la vida de Capone- pero parece que sean más una flipada del director (que también es guionista de la película); escenas de una vida que -yo como espectador- no sé de dónde vienen, estoy perdido, ¿qué me estás contando?; que sí, que todo es muy chulo y que tienes a Tom Hardy dándolo todo, porque desde esa de Spiderman que el actor parece que esté más perdido que una Kardashian en una librería de barrio.
 Capone camina por su mansión, Capone se caga encima, y Capone está muy bien según la iluminación de la escena. Pero no empatizo con Capone porque no sé quién coño es, y me importa una puta mierda su vida, pero porque no me la están contando, como espectador no estoy haciendo ningún viaje con el personaje; me da igual lo malvado que haya sido y que ahora esté en las últimas, me estoy aburriendo mucho con él, con todo, y cuando termine la peli me habré olvidado completamente de ella… Quizá la última escena, sí, la del teaser de promoción: con el cocodrilo, que es muy bonita y te recuerda a las pinturas del simbolismo[…].Capone es una propuesta que seguramente habría encajado bien en nuestros adorados videoclub en los años 80 o 90. «Un telefilm que parece más una promoción para vender una casa, que la Gran película que podría haber sido sobre el gangsters más famoso de todos los tiempos». Aburrido y ya totalmente rendido, esperando a que terminen la peli, no puedo parar de pensar en Robert De Niro y en Brian de Palma, y en lo genial que es Edward G. Robinson; y pienso en Brando en el Padrino, y en Pacino en `El precio del poder´…Y Tom Hardy lo ha dado todo, pero con eso no basta, una lastima. Podría haber funcionado mejor como una miniserie sin más pretensiones.

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