miércoles, 14 de mayo de 2025

¿Qué cómo me siento?

 Pues siento que estoy agotado de la narrativa del fracaso, y de verdad que me gustaría que las cosas me fuesen un poco mejor. Tener algo de dinero en el banco, no deber nada a nadie, meter comida en la nevera, pagar mis facturas cada mes; incluso hasta molaría tener mi propio piso…, aquí soñando.
También estoy agotado de toda esa gente que viene a darme consejos en plan «yo de ti haría». Y, sobre todo, me cansa cuando esos consejos vienen de gente de la profesión que no para de hacer cosas: «¿Has pensado en rodar otra peli? ¿Has pensado en escribir un libro? ¿Y por qué no lo presentas a alguna plataforma?». Con los contactos que tú tienes. Pero, a ver, hijo de puta, calla la puta boca y cómprame algo.
 Cuando en las pasadas navidades iba al Eroski a comprar, un día apareció al lado de las cajas, un expositor giratorio con calcetines muy chulos, de esos de colores divertidos y dibujitos. Fue pasando el mes y la gente se fue llevando los calcetines más guays. Nunca llegué a comprar ninguno, pero porque me parecían muy caros. Cuatro euros por un par de calcetines, ¿estamos locos?. Una vez terminadas las fiestas, quitaron el expositor.
  En estos días, en mis últimas compras en el Eroski, cuando he ido a pasar por la caja, me he encontrado cuatro pares de calcetines “divertidos” de las pasadas navidades. Y estaban ahí, expuestos al lado de otras ofertas, como diciendo: «Alguien se los llevará». Esos cuatro pares de calcetines fueron los menos molones, los que nadie se quiso llevar…
Así que, si preguntas cómo me siento…

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