Recientemente una de las autoras de Friends dijo que haría las cosas de otra manera si tuviera que volver a crear la serie, demasiados personajes blancos- ¿de qué cojones estamos hablando?-. Al igual que retiraron de no sé qué catalogo la película Lo que el Viento se llevó por ser racista. Hollywood es racista, siempre lo ha sido, el cine lo es, la industria, las producciones. Los vampiros son blancos, 007, Superman y Batman. Los protagonistas son blancos, son heteros, y si tienen hijos tienen dos: la parejita. Los personajes viven en casas grandes o en apartamentos con muebles chulos. Tienen trabajos en oficinas a las que van en autobús o en sus coches grandes. El protagonista puede ser mayor pero siempre tendrá una mujer joven (Mel Gibson o Tom Cruise en cualquiera de sus pelis ). Pueden tener la edad de ser abuelos pero harán papeles de hombres jóvenes. Las actrices después de los 40 lo tienen bien jodido, es así, ha sido así toda la vida. La mejor etapa en la vida de la mujer en la ficción será de los 20 hasta los treinta y algo; mujeres jóvenes que se van a comer el mundo, trabajadoras, amantes, chicas locas en despedidas de soltero, mujeres sexy folladoras, mujeres peligrosas, espías asesinas, mejores amigas, la mujer que se queda soltera pero acaba triunfando, mujeres que tienen problemas con la bebida y acaban en la cárcel pero salen más fuertes y escriben un libro, jefas de empresa, esposas, madres, super heroínas de Marvel que dan hostias, la chica fea pero que luego es guapa y la lía en la boda de su mejor amiga, ¿cuantas miles de películas hemos visto con estos personajes? Y después de los 40 papeles de madres o amargadas divorciadas. Cada vez me parece más ridículo ver a Tom Cruise besando a chicas de 20, así es el cine.
En el mundo de la publicidad también vemos los mismos tópicos: El que conduce el coche en los anuncios es el hombre blanco guapo con un buen traje. Quienes ponen la lavadora o están hasta el coño de la limpieza del hogar son mujeres de 25 hasta treinta y pocos. Las señoras mayores sufren las hemorroides y necesitan pegamento para la dentadura. El que necesita cambiar el seguro del coche es el marido que está un poco calvo y fofo. En los anuncios de aplicaciones de internet siempre vemos a mujeres jóvenes con vestidos amarillos que viven en habitaciones chulis con colores de puesta de sol de Instagram y necesitan vender cosas. Llevan sombreros y gafas de sol y escriben en portátiles dentro de cafeterías en las que sirven capuchino macchiato (que no sé qué es). No hay esa persona negra o de raza gitana conduciendo ese maravilloso coche caro.
El mundo de la publicidad es racista al igual que el mundo del cine. En un grupo de protagonistas blancos meterán una nota de color metiendo a un personaje negro, o chino (Los Goonies, Stranger Things, It). -Lo siento, tenemos que rechazar tu proyecto de serie porque no retrata a todos los colectivos y a todas las minorías, y no es fiel con el mundo en el que vivimos de multiculturalidad y diversidad sexual). Para ser fiel y respetuoso con el mundo actual tu guion tendrá que tener al menos 4 personajes negros femeninos, un chino catalán, una adolescente parapléjica con síndrome de down, una mujer fea con epilepsia, 3 mujeres ancianas, un señor andaluz de poca estatura y 2 transexuales iraníes feministas que fumen. Si lo que quieres hacer es cine español sólo tendrás que meter a Leo Harlem, y si hay movidas raciales mete una trama con japoneses o con familiares vascos o andaluces. ¿Pero qué me estás diciendo? el mundo no es así. Lo sé, lo siento. El presiente de los Estados unidos es un nazi, en España siguen adorando a Franco. En otros países matan a mujeres por pensar, por querer conducir, por salir solas a la calle. Pero es mejor ver la peli de Marvel del momento y seguir con nuestras vidas, no pasa nada. Tengo la sensación de que siempre que voy a abrir twitter me voy a encontrar con un enlace que me lleve a un articulo sobre los limites del humor, el cómico de turno imputado o cualquier otra cosa que hable sobre lo que debe ser lo correcto dentro de la ficción, el arte y la comedia. Se nos está olvidado cual es el propósito de la ficción, el arte y la comedia. Queremos tener todas las plataformas de series y películas del mundo, pero no nos gusta la gente que trabaja en ellas, -hay que meterlos a todos en la cárcel-.
Empecé a rodar mis cosas en el 2002, mis cortometrajes, mis historias. Con ayuda de amigos colaboradores, a cambio de nada, por el placer de juntarnos y hacer cosas. Aquellos primeros cortometrajes (que si los veo ahora me arranco los ojos), hechos con demasiado amor y poco talento. Trabajaba en cocinas de hoteles y en los meses de paro me estaba el dinero en mis películas. Al igual que con la pintura: un gasto de dinero contante que me llevó a la ruina absoluta, al punto en que me encuentro ahora mismo. Luego apareció internet y Youtube y pensé que sería una buena oportunidad para que vieran mis cosas. Todos estos años, desde el 2006 hasta aquí produciendo y regalando sin parar, ¿para qué?, es algo que me pregunto cada día, joder, vale. Todo a cambio de nada. Luego por insistir y ser un pesado acabé trabajando en productoras, dejé las cocinas y fui editor y realizador en televisión. Luego me llamaron para colaborar en radio y me convertí en cómico durante unos años (hasta me pagaban y todo y podía hacer la compra). En estos años pasados he intentado vender cosas; mis proyectos (meter risa aquí de fondo). Vendí alguna serie por mi cuenta para plataformas (si me lo das gratis mejor) y en el 2017 con ayuda de una productora rodamos un piloto de comedia.
Me vine tan arriba que incluso llegué a meterme en “despachos importantes” para enseñar el proyecto. Recuerdo un mail de una tele que me dijo -la verdad, me reído con muchas partes de tu piloto pero ya tenemos ideas similares en otras series, lo que necesitamos son voces femeninas, tira por ahí-. Vale, yo no entendí nada. Después de ese último intento de hacer las cosas bien acabé fregando platos en un restaurante, y en otro, y en otro hotel, y luego al paro. (Tira por ahí), hazte si quieres la misma serie pero con voces femeninas, grábalo mañana en una tarde si no tienes nada mejor que hacer. Lo políticamente correcto, lo blanco y lo familiar. Estoy tan agotado de todo que me bajaría ahora mismo al bar, hace demasiado calor.
Así que lo tenemos bien jodido a partir de ahora a la hora de crear. No ofender a nadie, no hablar de nada. Escribe de lo que quieras en tu texto de comedia pero no hables de : minorías, feminismo, racismo, crisis, enfermedades, parapléjicos, enanos, solteras, divorciadas, sexo, gays, familias desestructuradas, divorcio, grupos de ayuda, depresión, empresas y marcas, suicidio, andaluces, catalanes, política, 11 S, gitanos, gordos, bajos, feos, famosos, futbolistas, Tinder, Franco, periodismo, la casa Real, fachas, pijos, Pandemia, virus, cáncer, sida, estafar, robar, engañar, papel de váter, pasar la ITV, adolescentes preñadas, pedofilia, satanismo, religión, el papa, Burgos, twitter, gente con caries, analfabetos, pateras, alta cocina, coches de lujo, pisos del alquiler, la crisis, los bancos, las hipotecas, la explotación laboral, los publicistas, las presentadoras de la tele, esa famosa de los pechos operados, el actor de turno o el dueño de ese equipo de fútbol.
domingo, 26 de julio de 2020
OTROS FRACASOS
17 DE ENERO 2020
Tendría que estar trabajando: los viernes hacía la compra en el mercadona y compraba leche de soja sin azúcar, gambas congeladas, cosas para fregar y otras cosas. Hoy me he levantando a las 15:00, la puta depresión y los fracasos es lo que tiene: dormir mal por la noche, dormir mal durante el día, volver al desorden y los extraños horarios. He recogido la casa, limpiado la cocina y ordenado toda la ropa del mundo que había en el salón. Le he dado de comer o cenar a la coneja y ahora escribo. El jueves pasado fue un puta mierda, otro final inesperado. Los trabajos son como las relaciones sentimentales; crees que estás bien, que todo va bien, hasta que llega tu jefa y de dice que te vayas a tomar por culo a la puta calle. Se me ha vuelto a poner cara de vagabundo.
Tendría que estar trabajando: los viernes hacía la compra en el mercadona y compraba leche de soja sin azúcar, gambas congeladas, cosas para fregar y otras cosas. Hoy me he levantando a las 15:00, la puta depresión y los fracasos es lo que tiene: dormir mal por la noche, dormir mal durante el día, volver al desorden y los extraños horarios. He recogido la casa, limpiado la cocina y ordenado toda la ropa del mundo que había en el salón. Le he dado de comer o cenar a la coneja y ahora escribo. El jueves pasado fue un puta mierda, otro final inesperado. Los trabajos son como las relaciones sentimentales; crees que estás bien, que todo va bien, hasta que llega tu jefa y de dice que te vayas a tomar por culo a la puta calle. Se me ha vuelto a poner cara de vagabundo.
miércoles, 22 de julio de 2020
DIARIO DEL FIN DEL MUNDO
¿El mundo siempre ha sido tan puto loco o soy yo que me estoy haciendo mayor?
Pienso en estos meses de noticias “al cual más loca” que aparecen cada día cuando enciendo la tele o me meto en cualquier red social. Estos meses de Donal Trump diciendo o haciendo cualquier cosa que haga en su vida, me parece fascinante lo estados unidos. Pienso en mi hija de 12 años y estoy por decirle que no tenga jamás hijos «el futuro que vas a ver va a ser una puta mierda y será peor para tus hijos, me da igual no ser abuelo». No pasa nada, yo ya dejo un par de vídeos, una peli, unos cuantos dibujos, he escrito un montón de mierda con faltas de ortografías y he plantando un árbol.
Luego pienso en los señores de VOX y en las mascarillas verdes con la banderita de España. Pienso en este verano y en “que no pare la fiesta que aquí no ha pasado nada”. Pienso en todas las contradicciones que nos venden todo el tiempo: por una lado el “sé responsable joder” y por otro lado todo el giro de la publicidad en plan “volvemos a vivir, volvemos a salir, sal ahora mismo y compra cosas”. También pienso en esa publicidad de la Sexta que nos anima a vivir un verano a tope, pero luego en todos sus informativos nos recuerdan que cada día hay nuevos casos de infectados. La pandemia sigue vendiendo y sigue molando (todo esto me recuerda a la crisis del 2008), ¿cuanto tertulianos salieron de ese negocio? Pienso en todos estos meses de mierda que hemos vivido: he visto a mis vecinos haciendo el gilipollas en el balcón “aplaudiendo por no sé qué, ahora no me acuerdo”. He visto gente arrasar con todo el el Mercadona menos por las hamburguesas veganas. He visto a famosos “de repente me hago el solidario tengo que hacer mil directos al día para hacer caja con esto o exploto”. He visto cientos de programas de la tele con el mismo formato de videollamada “joder qué puto coñazo, ya basta ¿no?”. -¿Y cómo lo lleváis, qué tal todo?, es todo tan raro, ¿no?-. He visto a gente volverse loca con el ejercicio con hacer repostería. Luego cuando la cosa se estaba agotando decidieron que había que salir. -Aquí no ha pasado nada, corramos rápido que viene el verano-. No sé de un piloto en Baleares para ver qué pasaba con el turismo, ¿estamos locos o qué pasa? ¿el turismo de baleares? ¿Magaluf y El Arenal? Vamos a aplaudir a los turistas en la entrada del hotel que esto va a molar. -Es que se han vuelto locos y están desnudos y borrachos encima de los coches gritando de coca hasta la cejas- ¿Y qué cojones esperabas? Es nuestro turismo de mierda.
He visto a perros agotados que no habían salido tantas veces a la calle en su puta vida. He visto a músicos de mierda “desaparecidos” que volvieron a salir de su escondite para reinventarse con los directos de Instagram y de nuevo hacer caja con los derechos de autor. Hay que abrir de nuevo la noche, la fiesta tiene que volver, ¿y los muertos, y el funeral de estado?, todo eso me toca los huevos. He visto a un tipo sin mascarilla en un tren de la Renfe y he discutido con él sobre que todo esto ha sido una gran mentira, una estafa del 5G,las grandes farmacéuticas, los medios de comunicación y que todo ha sido un “Show de Truman” y que la gente lo ha hecho todo aposta para robarle el alma y no sé qué de Miguel Bosé y el otro multimillonario.
He visto en las noticias a gente millonaria muy indignada saltándose el confinamiento para protestar en la calle porque no podían salir de compras y vivir sus putas vidas de lujo en sus barcos. He visto a famosos perder la cabeza en twitter, he visto a Kanye West muy loco con un chaleco antibalas diciendo gilipolleces sin sentido. -joder, estoy tan agotado 2020-. He visto a famosos que no tienen nada que ver con el mundo del cine, diciéndonos en televisión que tenemos que volver a las salas “de nuevo haciendo caja y metiendo más billetes en sus carteras”. Qué gran negocio la pandemia: mascarillas, papel de váter, la carne, la harina. Hemos pasado de los geles de placer a los putos geles hidroalcoholicos. He aprendido nuevos conceptos que jamás lograré entender: “la nueva normalidad” ¿de qué cojones me estás hablando? El teletrabajo - vale, guay, pero qué bien que están quedando las empresas con todo esto-. He visto formularios de ayudas imposibles de solicitar “renta básica, ayudas a los alquileres”. He visto gente que ha seguido trabajando (todo esto me recuerda a algo que dijimos en aquella peli que rodé en el 2013) «Yo no me he enterado de nada, nunca en mi vida había trabajado tanto». -De esta crisis saldremos mejor, más fuertes, más solidarios-. Sí, me voy a cagar en tu puta madre también.
martes, 21 de julio de 2020
UN DIARIO
19:54 y siguen los contagios en Barcelona. El mundo se la va a la mierda pero que siga la fiesta, hasta que se hunda el barco.
domingo, 19 de julio de 2020
DIARIO
21:21 y siguen las noticias sobre el virus; la pandemia, los contagiados, infectados, los muertos, la vacuna, los test y el turismo, los corrillos, las fiestas y la noche. Vamos a llegar a fin de año agotados, sin ganas de vivir. Hace un mes desde el levantamiento del estado de alarma, ¿pero qué esperabas? el rebrote. La nueva normalidad (sigo sin entender de qué cojones estamos hablando).
sábado, 18 de julio de 2020
HOTEL
LOS VIEJOS
Mallorca en invierno está llena de viejos. El turismo de jubilados. Piensas que vienen todos a morir pero eso no pasa, porque cada año vuelven, cada año hay nuevos viejos, salen de la fabrica de viejos y los meten en la isla, en el Arenal. El imserso. Esos jubilados hijos de puta son los peores clientes. Comen como bestias, comen como si no lo hubieran hecho nunca. Vienen al hotel para desayunar, comer, cenar, cagar y dormir. Vienen en pareja y se visten igual, para no perderse. Los ves caminando por la playa, los ves tomando el sol, (puede que sean los últimos rayos de sol que tomen en sus vidas). Cuerpos gastados y encogidos, mujeres calvas con ropas fluorescentes, dentaduras postizas, demencia, diabetes, babas, andadores, sillas de ruedas. El hotel en invierno es un geriátrico. Cada año muere más de uno, en medio del comedor, mientras duermen, un paro cardiaco mientras caminan por el paseo de la playa. Los viejos son feos, no molan, la vejez da asco, y más asco da verlos comer. Una vez una señora muy mayor se paró delante de la plancha y me preguntó si el pescado era fresco, me podía haber reído durante horas, pero no lo hice. le contesté que sí, que era fresquisimo. Luego empecé a imaginar una historia en la que el jefe de cocina se levantaba cada día a las 4 de la mañana para ir a pescar a aguas del cantábrico, que iba con los negros de la máquina, que pescaban muchos peces y que volvían al hotel sobre las 9 de la mañana y se ponían a preparar el pescado. Mucha risa, ¿no?
LAS CUCARACHAS
Tenemos que hablar de ellas: En los hoteles hay cucarachas -vale, ya lo he dicho- Es así, es una verdad, una realidad,- Espera, puedo empeorarlo más-. Los hoteles está plagados de miles de cucarachas. Muchos hoteles se han construido en viejos solares al lado de bosques. El arenal está lleno de bosques, viejas canteras abandonadas. Los hoteles se construyeron en los años 60 y llevan toda la vida ahí plantados. Casi cada año, los hoteles cierran unos meses y hacen una pequeña reforma: pintar la fachada, las habitaciones, cambiar algún mueble del comedor. Lo intentan poner más bonito pero las cucarachas siguen viviendo en su interior. Se pasean por los sótanos, las tuberías, los muebles del comedor, de la cocina. Están por todo el maldito hotel y se van a quedar ahí para siempre. Sí, en un improbable Apocalipsis (ya sea zombi o nuclear), las cucarachas seguirían vivas para seguir dando por culo.
Hace muchos años, en otro hotel; El jefe de cocina se acercó a mí y me dijo :« baja al economato y barre las cucarachas, que han venido a fumigar por la tarde» . Fue mi primer contacto con ellas dentro un hotel. Abrí la puerta del economato de la cocina y aquello era un cementerio de cucarachas; barrí cucarachas casi una hora.
No sé cada cuanto tiempo pasan los fumigadores por los hoteles, pero yo nunca los he visto. Me los imagino recorriendo los pasillos de los sótanos: vestidos con sus uniformes de caza fantasmas, con sus pistolas láser buscando a esos pequeños aliens. En ese mismo hotel, estando en el comedor; una clienta se me acercó con un plato con un trozo de tortilla de patatas y me lo dio. Dentro la tortilla había una cucaracha que sobresalía de ella, con sus patitas, toda muerta. Me quedé cortado y no supe que decirle, cogí el plato y volví a entrar en la cocina.
En el caso de que aparezca una cucaracha en el comedor, ¿quién tiene la obligación de matarla? Las camareras por lo general salen corriendo. El dueño del hotel está en su piscina con unas prostitutas rusas. Los de la recepción no van a entrar en el comedor para acabar con la vida de la cucaracha.
Hace unas semanas; en el turno de tarde, estaba con un compañero de la cocina, estamos en medio del comedor, al lado del bufete, una cucaracha apareció corriendo en medio de los clientes y una clienta nos miró y señaló a la cucaracha.
-Toni, ve a matarla-.
-¿yo?, ni de coña, no es mía. Ve tú.
-Yo no voy a ir-.
-Yo si que no voy a ir. Que la maten los camareros.
Al final la cucaracha se metió por debajo de una mesa y le perdimos la pista. Nadie fue a matarla.
MIS COMPAÑEROS DE COCINA
El primer día que entré a trabajar pensé que estaba en un país extranjero, luego me di cuenta de que todos mis compañeros eran andaluces; de Jaén, o de Granada, o he Huelva. Yo me sentía como en la Guerra de las Galaxias, intentando hacerme entender entre aquellos gilipollas.
Normalmente la gente tiene una imagen distorsionada de las cocinas y de los cocineros. Todo por culpa de las películas y programas de televisión que han vendido una idea romántica y maravillosa de cocinar: Ratatui, el chef ese de la tele, Master Chef, los cocineros con tatuajes y pelo guay que cocinan mierdas con espuma en sus restaurantes laboratorio (todo eso no es real).
Las cocinas de verdad son un puto infierno: son grandes, feas, sucias, todo arde, todo da asco, el suelo, las paredes, las planchas, los fogones, los extractores. Non son lugares para querer estar. Luego hay algo extrañamente adictivo, a estar mal, a estar en la mierda. Cuando pasas demasiados años metido en ellas corres el riesgo de pasar a ser mobiliario más.
Primer día en las taquillas.
-Soy Toni, empiezo a trabajar hoy.
-Yo me llamo Sergio.
Sergio tiene cara de joven desgastado; por las fiestas, demasiadas drogas, demasiadas putas y paquete de tabaco.
Saco de una bolsa de plástico toda la ropa nueva que me han dado, ahora parece nueva, limpia, sienta bien estrenar ropa nueva. Después de 8 horas de cocina la ropa ya estará sucia, sudada y asquerosa.
Mallorca en invierno está llena de viejos. El turismo de jubilados. Piensas que vienen todos a morir pero eso no pasa, porque cada año vuelven, cada año hay nuevos viejos, salen de la fabrica de viejos y los meten en la isla, en el Arenal. El imserso. Esos jubilados hijos de puta son los peores clientes. Comen como bestias, comen como si no lo hubieran hecho nunca. Vienen al hotel para desayunar, comer, cenar, cagar y dormir. Vienen en pareja y se visten igual, para no perderse. Los ves caminando por la playa, los ves tomando el sol, (puede que sean los últimos rayos de sol que tomen en sus vidas). Cuerpos gastados y encogidos, mujeres calvas con ropas fluorescentes, dentaduras postizas, demencia, diabetes, babas, andadores, sillas de ruedas. El hotel en invierno es un geriátrico. Cada año muere más de uno, en medio del comedor, mientras duermen, un paro cardiaco mientras caminan por el paseo de la playa. Los viejos son feos, no molan, la vejez da asco, y más asco da verlos comer. Una vez una señora muy mayor se paró delante de la plancha y me preguntó si el pescado era fresco, me podía haber reído durante horas, pero no lo hice. le contesté que sí, que era fresquisimo. Luego empecé a imaginar una historia en la que el jefe de cocina se levantaba cada día a las 4 de la mañana para ir a pescar a aguas del cantábrico, que iba con los negros de la máquina, que pescaban muchos peces y que volvían al hotel sobre las 9 de la mañana y se ponían a preparar el pescado. Mucha risa, ¿no?
LAS CUCARACHAS
Tenemos que hablar de ellas: En los hoteles hay cucarachas -vale, ya lo he dicho- Es así, es una verdad, una realidad,- Espera, puedo empeorarlo más-. Los hoteles está plagados de miles de cucarachas. Muchos hoteles se han construido en viejos solares al lado de bosques. El arenal está lleno de bosques, viejas canteras abandonadas. Los hoteles se construyeron en los años 60 y llevan toda la vida ahí plantados. Casi cada año, los hoteles cierran unos meses y hacen una pequeña reforma: pintar la fachada, las habitaciones, cambiar algún mueble del comedor. Lo intentan poner más bonito pero las cucarachas siguen viviendo en su interior. Se pasean por los sótanos, las tuberías, los muebles del comedor, de la cocina. Están por todo el maldito hotel y se van a quedar ahí para siempre. Sí, en un improbable Apocalipsis (ya sea zombi o nuclear), las cucarachas seguirían vivas para seguir dando por culo.
Hace muchos años, en otro hotel; El jefe de cocina se acercó a mí y me dijo :« baja al economato y barre las cucarachas, que han venido a fumigar por la tarde» . Fue mi primer contacto con ellas dentro un hotel. Abrí la puerta del economato de la cocina y aquello era un cementerio de cucarachas; barrí cucarachas casi una hora.
No sé cada cuanto tiempo pasan los fumigadores por los hoteles, pero yo nunca los he visto. Me los imagino recorriendo los pasillos de los sótanos: vestidos con sus uniformes de caza fantasmas, con sus pistolas láser buscando a esos pequeños aliens. En ese mismo hotel, estando en el comedor; una clienta se me acercó con un plato con un trozo de tortilla de patatas y me lo dio. Dentro la tortilla había una cucaracha que sobresalía de ella, con sus patitas, toda muerta. Me quedé cortado y no supe que decirle, cogí el plato y volví a entrar en la cocina.
En el caso de que aparezca una cucaracha en el comedor, ¿quién tiene la obligación de matarla? Las camareras por lo general salen corriendo. El dueño del hotel está en su piscina con unas prostitutas rusas. Los de la recepción no van a entrar en el comedor para acabar con la vida de la cucaracha.
Hace unas semanas; en el turno de tarde, estaba con un compañero de la cocina, estamos en medio del comedor, al lado del bufete, una cucaracha apareció corriendo en medio de los clientes y una clienta nos miró y señaló a la cucaracha.
-Toni, ve a matarla-.
-¿yo?, ni de coña, no es mía. Ve tú.
-Yo no voy a ir-.
-Yo si que no voy a ir. Que la maten los camareros.
Al final la cucaracha se metió por debajo de una mesa y le perdimos la pista. Nadie fue a matarla.
MIS COMPAÑEROS DE COCINA
El primer día que entré a trabajar pensé que estaba en un país extranjero, luego me di cuenta de que todos mis compañeros eran andaluces; de Jaén, o de Granada, o he Huelva. Yo me sentía como en la Guerra de las Galaxias, intentando hacerme entender entre aquellos gilipollas.
Normalmente la gente tiene una imagen distorsionada de las cocinas y de los cocineros. Todo por culpa de las películas y programas de televisión que han vendido una idea romántica y maravillosa de cocinar: Ratatui, el chef ese de la tele, Master Chef, los cocineros con tatuajes y pelo guay que cocinan mierdas con espuma en sus restaurantes laboratorio (todo eso no es real).
Las cocinas de verdad son un puto infierno: son grandes, feas, sucias, todo arde, todo da asco, el suelo, las paredes, las planchas, los fogones, los extractores. Non son lugares para querer estar. Luego hay algo extrañamente adictivo, a estar mal, a estar en la mierda. Cuando pasas demasiados años metido en ellas corres el riesgo de pasar a ser mobiliario más.
Primer día en las taquillas.
-Soy Toni, empiezo a trabajar hoy.
-Yo me llamo Sergio.
Sergio tiene cara de joven desgastado; por las fiestas, demasiadas drogas, demasiadas putas y paquete de tabaco.
Saco de una bolsa de plástico toda la ropa nueva que me han dado, ahora parece nueva, limpia, sienta bien estrenar ropa nueva. Después de 8 horas de cocina la ropa ya estará sucia, sudada y asquerosa.
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