Diario desordenado
12:31 de la mañana. Siempre que pongo un nuevo café sobre la mesa pienso : «me van a pasar un montón de cosas emocionantes, soy un autor de puta puta madre». Luego enciendo el ordenador, abro el diario y siento que todo sigue en el mismo punto en el que lo dejé ayer. 12:33 y todo esto es un miércoles (y no sé por qué motivo pensaba que era viernes, así tengo la cabeza). 12:42 miro mis redes sociales: todo es una puta mierda; entro en mi mail, lo mismo. Ningún mensaje privado que lo cambie todo, ninguna oferta laboral para entrar en un proyecto maravilloso (con lo gracioso que yo soy).Tengo que preparar el show del sábado. Bajaré a por pan, luego seguiré por aquí. “Diario desordenado”, veo publicado todo esto en…no sé ¿un blog? Lo bueno de tener activo un blog “es que no lo lee ni su puta madre”; me da una pequeña sensación de intimidad y libertad; aquí nadie deja un comentario, esto no molesta a nadie, nadie se pasa por aquí (que yo sepa), no hay fans, nadie me envía mensajes privados de odio en plan : tío, deja de hacer toda esta mierda. Así que por ese lado guay, seguiré escribiendo todo esto, pero por hacer algo. Creo que llevo escribiendo mis “mierdas” desde los orígenes de las redes sociales. Cuando entraba en los foros para dar el coñazo con mis enlaces a mis cosas, mis cortos, todos mis vídeos d Youtube. Hace unos años, una amiga estudiante de sicología me dijo: está bien que escribas un diario; mientras lo hagas no matarás a nadie ni pensarás en meterte una pistola en la boca (vale, no lo dijo con estas palabras, pero me quiso decir algo parecido) -tú escribe, está bien- […] 13:58 y ya he bajado a por el pan. Antes de salir por la puerta me he cortado algunos pelos de la barba y me he puesto perfume, no sé, pienso que hay que estar bien para bajar a por el pan, nadie sabe lo que puede pasar. 14:00 y `Al rojo vivo´ de fondo (a lo loco). Al bajar a la calle “el mundo exterior”, me he encontrado a un señor muy destruido sentado en un parque, con la mascarilla bajada; bebía su cerveza, su piti y tosía. Luego he cruzado el paso de peatones para llegar hasta el chino, me he cruzado con otro tipo , éste directamente sin la mascarilla. Es raro ver estas cosas, nos indignamos y nos pone de mala hostia. Hace unos meses, cuando nos volvieron a dejar salir, mi novia y yo nos metimos en un tren de la Renfe y nos encontramos a un señor sentado a nuestro lado con las mascarilla bajada. Empezamos a mirarle con cara de “puto asco y desaprobación”; recuerdo que le dije algo a mi novia, no sé qué dijimos pero el tipo nos escuchó -no hace falta que bajéis la voz, sé que estáis hablando de mí. Todo esto es una mentira y nos están engañando, llevar la mascarilla no sirve para nada-. El tipo se puso como una fiera y nos soltó un montón de gilipolleces que seguramente había sacado en internet (corta y pega) : todo esto es parte de un plan secreto de los Gobiernos para dominar el mundo -maldito hijo de puta, por respeto todos llevamos las mascarilla puesta, haz lo mismo, joder-. Después de ese calentón decidí no volver a indignarme nunca más con estos seres extraños, los negacionistas.
Hace unas semanas entré en la pagina web para ver cómo estaba mi solicitud del “ingreso mínimo vital”. Estado de Solicitud: Denegada por Inadmisión al cruzar con datos de Hacienda. Había pedido la ayuda en verano y en estos meses atrás, había estado pendiente de todo el proceso; no sé ,pensando que me la aprobarían. Llevo desde enero sin trabajo y sin ingresos y a día de hoy no tengo nada. Pero bueno, han decidido que estoy lo suficientemente bien como para no concedérmela. 18:46 y de fondo la película `Seven´. Leo en las redes que ha muerto Maradona, día que pasará a la historia. Maradona me lleva a mi niñez, cuando estábamos pegados al fútbol en los años 80. Veía todo eso porque lo hacía todo el mundo, mi familia, mis primos. Luego me hice mayor y el fútbol dejó de interesarme (realmente nunca me interesó), he visto algunos mundiales y poca cosa más. 18:12 y un té con leche, de esos que llevan canela, me siento tan moderno ahora mismo. Cuando llegué a Móstoles, una de mis preocupaciones era no encontrar una cafetería en la que poder estar a gusto; con su wifi y su prensa, sus buenas sillas viejas de revista de decoración y unas ventanas grandes para ver la ciudad. Me di una vuelta y todo eran bares de señores mayores, de gente del barrio, de la zona, gente trabajadora (no como yo). Esa cafetería guay y sexy no existe por esta zona. Sigo Siendo ese gilipollas gafapasta […] Ayer volví a escribir unos apuntes para esa “posible serie” que tenía pensando hacer, o rodar, grabar, lo que sea. Hace unos meses estaba muy fuerte con todo eso; pensé que sería un buen cartucho con el que poder volver “a hacer cosas”. Por el momento esa puerta sigue cerrada. Escribo, pienso, a la espera, sigo. Todo esto sigue siendo un miércoles y ya es de noche.
LO DEL MENDIGAR: PAYPAL. elnieblas@gmail.com
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