lunes, 29 de marzo de 2021

LA NUEVA VIOLENCIA




En estos días pasados he vuelto a ver la maravillosa `Algo Salvaje´ (Jonathan Demme, 1986). Peli que por alguna razón la tenía olvidada en alguna carpeta de mi memoria. Llevaba tiempo viéndola en Filmin, guardándola con la intención de volver a ella, en esa constante necesidad del “revisitar”, volver al pasado; «tiempos pasados fueron mejores, todo lo que se hace ahora es una puta mierda», y más frases de corta y pega que no paramos de repetirnos una y otra vez los que ya tenemos una edad. Lo que mi memoria retenía de la cinta es que era una comedia de los 80, con una extraña pareja muy loca que se metía en líos; con alguna escena sexy, con muchas risas y, la presencia -siempre amenazante- de  Ray Liotta en el mejor momento de su carrera. Con cada actor de éxito tengo siempre la mima sensación: todos tengan sus buenos diez años de carrera en la que parece que lo hagan todo; salen en todas las mejores películas del año (ya sea como protagonista o haciendo un super secundario importante); no paran de trabajar y los ves siempre en todos los premios, en las revistas de cine y en la tele; son noticia todo el día porque están de moda y el público los adora. Todo actor y actriz tiene sus diez años en los que son jóvenes, guapos y parece que vayan a ser eternos; ya sea Bruce Willis, Julia Roberts, Kevin Costner o Meg Ryan. Luego se mantienen, se adaptan, o desaparecen. Volviendo a `Algo salvaje´, me sorprendió el cambio de registro que se produce en el film: el primer conflicto realmente importante de la historia no aparece hasta los 50 minutos, con la aparición del ex-novio de Melanie Griffith en la fiesta de reunión de viejos alumnos. A partir de ahí, el relato se convierte en algo más oscuro y violento, dejando atrás “cualquier rastro de comedia fácil y comercial”. Una película que ha día de hoy sería clasificada de violencia pura, haciendo hincapié en el relato que se hace sobre el maltrato y la violencia de genero. Algo similar me pasa cuando vuelvo a ver `Atracción fatal´ (Adrian Lyne, 1987), `Mujer blanca soltera busca´ (Barbet Schroeder, 1992) ,`De repente un extraño´ (Daniel Pyne, 1990), `Durmiendo con su enemigo´ (Joseph Ruben, 1990), `La mano que mece la cuna´ (Curtis Hanson, 1990), `Las Amistades peligrosas´ (Stephen Frears, 1988) `Vidas cruzadas´ (Robert Altman, 1993), o `Happiness´ (Todd Solondz, 1988).
Películas que mostraban otras formas de violencia (que parecía que no habíamos visto antes en las películas de las estanterías de nuestros adorados y desaparecidos videoclubs).  
la violencia en el ámbito domestico, violencia entre mujeres, violencia de genero , violencia sexual y verbal , violencia en el entorno laboral, violencia psicológica (y otros tipos de acoso…)
Son films donde la violencia es el principal reclamo, siendo los pilares esenciales de la trama. Cine sin ningún pudor, sin medias tintas ,y que representó la violencia como es: «Uso de la fuerza para conseguir un fin, especialmente para dominar a alguien o imponer algo» (Google).
 En los films mencionados, la violencia era representada como algo incontrolable e irracional, que desataba lo peor del ser humano. En sus historias, la violencia ya no es algo divertido, como la violencia que se nos había representado en el cine de acción y entretenimiento de los 80. La “nueva violencia” dejaba secuelas, y los personajes cambiaban al final de la película, porque habían experimentado algo muy jodido y traumático.  
A día de hoy la mayoría de los films mencionados serían imposibles de realizar y se quedarían guardados en los cajones de los despachos. Directamente a ningún guionista (que quiera trabajar) se le pasaría por la cabeza escribir ahora este tipo de historias. En estos días se ha estrenado en filmin la película `The Assistant´; la vi hace una semanas y tengo la sensación de que he visto la peli que no es. No paro de encontrarme  con reseñas sobre el film, sobre su valentía: «cine de verdad que denuncia, por fin una voz que grita la verdad, necesaria y reivindicativa, cine que no se esconde, una liberación, un relato único, una patada en los huevos de Harvey Weinstein» […] La verdad, no sé que película ha visto la gente. Me pareció un relato a medio gas, que no llega a arrancar en ningún momento «quiero contar y denunciar algo, pero, o no sé cómo hacerlo, o no me atrevo»; secuencias descafeinadas, diálogos que no llegan a explotar. Una película de denuncia pero sin denuncia. No sé,  puede que el problema sea yo y no haya sabido ver la película que realemente es.

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