jueves, 10 de junio de 2021

UN MONTÓN DE MIERDA


Tengo facilidad para escribir un montón de cosas sobre “nada”. 19:15 y mi cabeza ahora mismo es un puto trapo viejo, una lavadora rota cayendo por un vertedero. Ahora mismo soy el divorcio de tus padres, tu puta muela picada, tu última pandemia. Todo esto es un jueves y sigo sin noticias de esa oferta guapa de trabajo; no sé, ese último girito que lo iba a cambiar todo en mi vida. Cuatro años por Madrid y finalmente no he conseguido ese trabajo de guionista en el programa de moda. Al final nunca me llamaron para colaborar como ex-cómico fracasado en ese reality con perros cocinando. Nunca me compraron ese formato de serie con enanos gitanos que se casan, o famosos en la cárcel, o el otro formato que tenía en el que personas ciegas aprendían a tatuar. Pues eso, que Madrid se queda sin mis brillantes ideas. Hay gente que me sigue preguntando qué pasó con el último piloto (aquello raro que hicimos). Tengo la sensación de que siempre hay un último piloto fracasado del que hay que dar explicaciones. -Pero si quedó muy guay, yo lo vería-. -A mí me tienes ahí si sale, yo quiero ir de invitada-. -Hostia, oye, pero me flipa lo que haces, ¿pero por qué lo haces? -Bueno, tengo que decir que lo intenté vender, lo enseñamos y eso, ¿vale? Y luego no pasó nada, y luego pasaron cosas muy feas. ¿Y qué he aprendido de intentar hacer las cosas bien?.. joder, ahora mismo te diría que nada. Lo que tengo claro es que todo esto es de ellos, mejor no hagas nada, ya lo hacen ellos. 


 19:26 y reconozco que estoy muy en la derrota, muy en la mierda ahora mismo -¿persona o personaje? -No tenía que haber puesto tanto de mí en toda esta mierda-. Esta mañana me han hecho una entrevista y las mismas preguntas han vuelto a caer sobre la mesa: ¿y has pesando en un plan B? ¿No sería mejor morirte ahora mismo y dejarlo bien? -Bueno, esto último no me lo han preguntado, pero podría haber encajado perfectamente-. Luego hemos hablado de los tiempos en los que estaba más creativo, haciendo todas aquellas piezas de vídeo, y ha sido como un puto baño de frustración; pensar en que todo aquello no volverá, «pero tú no te me pongas triste que te doy cuatro hostias». 19:35 y en lo domestico ha sido un buen día; he bajado a hacer una compra al mercadona; he comprado papel de váter, cosas para lavar (ahora que hay que lavar de noche); he comprado hielo (vuelve el café con hielo). También he comprado preparado para paella y mermelada sin azúcar -y me da igual que todo esto te importe una puta mierda, yo he hecho la compra y he vuelto a casa pensando en mil cosas-. Me he puesto a pensar en lo feliz que sería teniendo una silla en un programa de Tele 5, que es algo que siempre ha dicho un amigo: «yo quiero mi silla en Tele 5». Mejor eso a que te toque la lotería.
 Tele 5, esa fabrica de generar horas y horas de “contenido” de gente de dudosa salud mental opinando sobre nada -sobre cualquier tema-; la poderosa barrera de sonido que te lija el cerebro.   Los colaboradores estrella, esa gente deteriorada, todos con los mismos “apaños” de la cirugía estética: la misma nariz, el mismo corte -cicatriz- por detrás de las orejas, misma funda de dientes de dibujos animados sonrientes, los mismos injertos raros de muñecas (a otros les queda bien); pómulos, barbillas, músculos de mentiras y demás cachos Frankenstein bajo los focos del plató del Sálvame de Luxe-tomate-limón-cocaína. Pura magia, puro circo mediatico. «Yo quiero mi silla en Tele 5». Me vienen a buscar a casa por la mañana, me paso el día entero sentando en un plató, me dan de comer, me dan mucho dinero y me dan con un focazo en toda en todo mi pelo falso turco.
Tengo que reconocer que estoy en el “intento de ponerme al día con la cadena”, con «La fabrica de la caca». Vivo en familia y en casa, la cadena está de fondo todo el día. Alguna vez he propuesto (he proponido) poner un poco de Filmin, de vernos un Pasolini, o una de Bergman, pero como que no. Hace unos meses empezó lo de la Hija, el documental; «Contar la verdad para seguir viva». Recuerdo que salí de la habitación arrastrándome hacia la cocina, y cuando pasé por delante de la pantalla algo muy jodido pasó en mi cabeza, me quedé pegado mirando la televisión (como la niña de la película). Luego ,creo recordar que pregunté algo sobre lo que estaba viendo, y luego, no sé como, acabé sentado en el sofá mirando “El documental” (que ahora mismo cualquier cosa puede ser un documental, yo haciendo la compra del Mercadona podría ser un documental). Lo que pasa con cualquier formato que pongan en TeleCaca, es que enseguida te posicionas, coges un bando, es como un partido de fútbol o un partido político de aquellos (cuando nos importaba la política). De repente te ves absorbido por el formato -porque esto son formatos-, no sabes que estás viendo, no va contigo, no te interesa, pero no puedes parar de mirarlo. Tengo la sensación que desde que Antonio David no es colaborador de Tele 5, sale más que nunca (me estaré volviendo loca). Lo que en un principio parecía que iba a ser un mini documental sobre la famosa hija de Rocío Jurado, se ha ido alargando en el tiempo durante estos meses, estirando hasta límites infinitos el morbo y la mierda sobre la vida -nada privada- de la famosa hija. Toda la denuncia y el drama de las
primeras entregas, han pasado a ser otro reality absurdo más (que ya lo sabíamos todo esto) sobre famositos taraditos. Todo obra de la genialidad de Tele5, «La casa de las miserias». Pero tengo que posicionarme, tengo que decir algo ya. -Joder, pues claro que está mal todo lo que cuenta esa chiquilla-; es un testimonio duro y muy jodido. Condeno cualquier tipo de violencia, no me gusta. Pero también me posiciono pensando que esa señora -en ese estado de salud mental- no debería estar contando toda su vida privada de famosa. Y me da igual lo que cobre, que si tiene un yate y cuatro casas gigantes, me da igual. ¿Hay algo de tu vida privada que no vayas a contar? ¿Todo vale por la audiencia? ¿En serio todo esto es para curar heridas? Lo ves, ya lo has conseguido, estoy hablando del show de Truman de la Jurado, una vida en directo. Todos los acontecimientos de una vida que se han convertido en jugosas exclusivas, y lo mismo se hizo con sus hijos, y con los próximos que vengan. Una cámara que lo graba todo desde la cuna. Lo sé, demasiado tele 5, me lo tengo que quitar, estoy en ello.


20:31 y tengo que seguir trabajando en ese nuevo proyecto de serie que nunca venderé, tengo que seguir pensando en cosas creativas que nunca realizaré. Que no pare la máquina de internet, que sigan los likes y las visualizaciones. Vamos a necesitar seguidores hasta para optar a ese puesto de camarera. Eres lo que valen tus likes. No es tiempo para talento, de verdad, intenta hacer otra cosa. Hazte famoso y te harán caso.
Siento que estoy pasando por la etapa más bonita de mi nueva crisis…Voy a intentar pensar en otra cosa.

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